“Por sí o por no”: así se vivió el debate presidencial en una jornada comunitaria del interior provincial

“Por sí o por no”: así se vivió el debate presidencial en una jornada comunitaria del interior provincial
13 noviembre, 2023 por Adrián Camerano

En la Córdoba profunda, militantes de Unión por la Patria animaron una experiencia de encuentro comunitario para ver y analizar el cruce televisivo Massa-Milei. “Hay esperanza”, concluyeron.

En un lugar de la Córdoba profunda que no viene al caso, el debate presidencial de este domingo se vivió en clave comunitaria, más como actividad militante que encuentro social, menos por el show televisivo que punteando la tarea que queda de acá a la veda electoral.

Empanadas van, pizzas vienen. Aguas saborizadas, una gaseosa, agua a secas. Un budín exquisito y poco más: son tiempos de austeridad, la militancia lo sabe. El encuentro no fue un festejo, estridencias casi no hubo, pero, al final, una sensación de cierta satisfacción recorrió a la veintena de personas que aceptó la invitación y durante unas dos horas prestó atención extrema a cada circunstancia del debate electoral más importante de nuestra historia reciente.  

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“Qué bien maneja los tiempos”, fue el primer elogio para un Sergio Massa de probada solidez, pero al que -hubo coincidencia- tampoco le sobró mucho. Es que, más bien, la atención de este grupo de militantes de Unión por la Patria se centró en el “libertario” Javier Milei, sus gaffes, su soberbia, la incapacidad para responder algunas preguntas concretas y su afán por repetir consignas de campaña, e incluso desmentirse una y otra vez.

El primer bloque de debate versó sobre la economía, un tópico que, de una manera u otra, estuvo presente durante las dos horas y que obturó otros debates de especial interés para el público presencial, de predominancia dada por educadoras activas y jubiladas de militancia comprobada.

Hubo expectativa para ver cómo se desenvolvía en ese primer eje el economista mediático, supuesto especialista en la temática que, sin embargo, se sulfuró ante los cuestionamientos concretos del actual ministro. El pico de esa expectativa estuvo dado por la ya meme interpelación de Massa acerca de la pasantía mileísta por el Banco Central que ahora propone dinamitar. “Es increíble cómo lo va arrastrando”, elogió uno de los presentes que milita a Massa, pero no come vidrio: simplemente entiende que la coyuntura impone dejar todo para que el 19 el exempleado de Eurnekián no llegue a la Presidencia, nada menos.

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(Imagen: Adrián Camerano)

Claramente guionado, ya más calmo, Milei desplegó su discurso anti Estado y mostró supino desconocimiento en temas de comercio exterior. “¡Qué caradura!”, soltó una de las presentes justo antes de que Massa, “afilado”, cerrara su exposición mientras sonaba el primer gong. 

Sensación de punto a favor en una noche que recién arrancaba.

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En el inicio del segundo eje, se asimiló lo ocurrido en el primero. Más bien los arranques de ira y soberbia del candidato, con tópicos como aquello de que “si fueras Pinocho, ya me habrías lastimado un ojo” y otras delicias por el estilo. “¡Qué forro!”, dispara uno, a otra se le dibuja una sonrisa, se reconoce velocidad de respuesta. Entra el debate en una situación de aparente mayor paridad, en la que es Massa quien sigue llevando la iniciativa y Milei quien atina más a defenderse que a explicar sus propuestas. Mucho menos, cómo las llevará a cabo. 

Relaciones exteriores marcó el cierre del segundo bloque, con un cruce por el denuesto mileísta al papa Francisco y otra extraña forma de excusarse. “No tengo problemas en pedirle disculpas si a vos te deja tranquilo”, disparó Milei sin que se le mueva el tinglado y despertó en los presentes las primeras de las pocas carcajadas de la noche.

“Qué fantástico cómo maneja el tiempo Massa”, señala una asistente, otro acota que el ministro “lo está llevando puesto”. Pareceres.

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En el segundo bloque, las sensaciones fueron distintas. Un clima de mayor paridad, con un Milei más calmo y Massa profundizando la tónica de ponerlo en el centro del ring para exponer sus propuestas y sus contradicciones. Esa fue la jugada: miren, este muchacho propone esto y quiere ser presidente de todos los argentinos desde el 10 de diciembre. Ustedes verán.

El auditorio, expectante, no ahorró señalamientos a su candidato. “Podría haber hablado algo más de salud”; “en el tema del comercio exterior y las exportaciones a Brasil, tendría que haber mencionado Córdoba”, fueron algunos de los comentarios. El eje Producción y Trabajo continuó la predominancia de la economía en el debate y marcó otro cruce importante, relacionado con las tres denuncias por plagio que afronta Milei tras la publicación de su último libro.

Algo de fastidio por las chicanas continuas y la casi ausencia de debate sobre Derechos Humanos y Convivencia marcaron el pulso de este tramo final. “Qué pobreza” o “qué chicanero” fueron algunos de los comentarios. Fue allí donde Milei llevó a Massa al terreno que quiso, la economía, y el ministro entró y no supo, no quiso o no pudo preguntarle, por ejemplo, si estaba a favor de la impunidad de los genocidas.  

“Dilapidó la chance de preguntarle sobre el indulto a los represores”, concluyeron a 750 kilómetros de la Facultad de Derecho de la UBA, donde se desarrolló el debate. También hubo intriga acerca de la ausencia de referentes de Juntos por el Cambio (“¿se habrán peleado?”) y un cierre en el que Milei no patinó, pero hasta ahí. “No dijo por qué quiere ser presidente, apenas pidió que lo voten”, señaló una de las asistentes, historiadora y sobreviviente de la última dictadura cívico-eclesiástica-militar. 

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No es un focus group ni mucho menos, pero en los asistentes quedó una sensación de Massa ganador y asentado como hombre de Estado, que les habló a la amplia franja de ciudadanos que en la primera vuelta no optó por Unión por la Patria y especialmente a los indecisos. Enfrente, un Milei que, al parecer, lidera la mayoría de los sondeos y que se mostró no solo con poco para decir por fuera del consignismo, sino escaso de propuestas y huérfano de conocimientos en varios de los temas planteados.

Hubo también cierto gusto a poco. “Pensé que la estrategia de Massa iba a ser que el tipo se brotara”, confió una asistente; otro quedó desconcertado con el cierre prolijo de Milei. “Fue un debate machirulo”, también se escuchó. Tras la emisión, hubo un tiempito para hablar de fiscales, viandas, turnos, salir estos días a pelear, voto a voto, porque la elección será más que ajustada.

Por sí o por no, más que un cargo, este domingo se juega el futuro mismo del país, de nuestras vidas.

Por Adrián Camerano para La tinta / Imagen de portada: Adrián Camerano.

Palabras claves: debate, elecciones presidenciales, Javier Milei, Sergio Massa

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