Daniela Díaz: «Hay que creer siempre en la jugadora argentina»
Daniela Díaz es cordobesa, exfutbolista, licenciada en Educación Física y, actualmente, una de las directoras técnicas más destacadas del fútbol argentino. Como jugadora, pasó por clubes como Racing de Nueva Italia, Belgrano, Boca Juniors y la UAI Urquiza, donde compartió plantel con Florencia Bonsegundo. En 2018, después de una lesión, terminó su carrera como futbolista y empezó su camino de entrenadora.
Entre 2019 y 2022, fue directora técnica del Club Atlético Belgrano. En tres años, revolucionó el fútbol cordobés: el plantel femenino del CAB fue ganador de la Liga Cordobesa, se unió a AFA por primera vez y logró un ascenso histórico a la segunda división, siendo campeón invicto con un equipo caracterizado por un estilo de juego protagonista y ofensivo.
En 2022, Daniela se convirtió en la primera mujer entrenadora del equipo femenino de River Plate, donde dirige actualmente. Algunos meses después de asumir, consiguió su primer título: River venció en la final de la Copa Federal a Belgrano, dos clubes con la impronta de la misma entrenadora.
Desde La tinta, conversamos con ella para conocer su mirada de cara a la Copa Mundial de Fútbol Femenino 2023: “Una habla desde lo ajeno, yo no estoy ahí adentro ni conozco la estrategia que va a plantear el cuerpo técnico, pero sí he leído muchas de las entrevistas y veo a lo que apuntan. Es lindo y nos ilusiona lo que propone la Selección, sin duda nos hace estar expectantes e ilusionadas porque hay una idea de juego que ojalá se pueda trasladar al Mundial”, expresa la entrenadora.
Además del trabajo del entrenador Germán Portanova y su cuerpo técnico, Daniela destaca la situación del fútbol argentino, que está en pleno crecimiento: “El fútbol se profesionalizó hace muy poco y eso marca una diferencia con otras selecciones del mundo, pero en comparación con el Mundial anterior, hay muchas futbolistas del plantel que están jugando afuera y esos detalles nos hacen ilusionar. Hay que creer siempre en la jugadora argentina”.
—¿Cómo caracterizarías el modelo de juego de la Selección?
—Creo que la Selección Argentina, desde la llegada de Germán, está trabajando para tener una identidad y ser protagonista. Lo han dejado en claro en varias entrevistas y se puede ver en los partidos. Analizando el juego que Argentina ha impuesto futbolísticamente ante grandes equipos en la Copa América y en la clasificación al Mundial, me parece que el equipo intenta proponer su juego. Se entiende que por momentos va a haber rivales que sometan un poquito más, pero Argentina está en esa búsqueda de no perder la identidad y el protagonismo. Sin dudas, será un proceso y llevará tiempo, pero el estilo de Argentina y la propuesta para este Mundial es tratar de ser protagonista con buena técnica y con la pelota al piso, a pesar de jugar con rivales duros.
—Más allá de este juego ofensivo, ¿creés que vamos a ver un juego de pases o un juego más directo?
—Yo creo que Argentina va a tener todos los momentos, va a intentar construir desde abajo, pero cuando se tengan que defender, no tengo dudas de que también lo van a hacer bien. Seguramente, se están preparando para los tres rivales: tanto Italia, Sudáfrica y Suecia le van a disputar la pelota a Argentina y en esos momentos tendrán que estar bien entrenadas en el bloque defensivo. Creo que Argentina va a intentar construir, va a proponer por momentos y, cuando no se pueda, sabrán sufrir juntas.
—Y en términos defensivos, ¿creés que va a priorizar una presión tras pérdida o quizás un repliegue?
—Creo que va a ser más parecido a lo que vimos en la Copa América, con una forma de presión alta, de presión tras pérdida, de última, tratar de plantarse en un bloque medio y no bajo, según tengo entendido por los últimos partidos y por lo que declaran algunas jugadoras. Obviamente, a la estrategia no la conozco, no estoy estudiando los rivales con ese nivel de detalle, como seguramente lo está haciendo el cuerpo técnico, pero me animo a creer que va a ser similar al juego de la Copa América donde pudimos ver una presión alta y una presión tras pérdida.
—¿Cuáles creés que pueden ser las fortalezas del equipo o de dónde puede sacar mayores diferencias, y cuáles son los aspectos que falta mejorar?
—El otro día tuvimos una reunión con los cuerpos técnicos de selección, nos mostraron cómo está el nivel comparado con el fútbol internacional y creo que algo a mejorar son las transiciones, tanto ofensivas como defensivas. Cuando sale un ataque directo, hay que tratar de hacerlo con más gente, que acompañen más jugadoras, que no sea un ataque rápido aislado. Y, defensivamente, lo mismo en los repliegues. Hay equipos europeos, y también el de Sudáfrica, que tienen una gran fortaleza física, pero simplemente por el desarrollo de sus selecciones en años anteriores. No nos olvidemos de que, en Argentina, el fútbol es semiprofesional desde hace muy poquito y creo que lo que falta es simplemente por el nivel de desarrollo. Un déficit del fútbol sudamericano o de Argentina también puede ser el juego aéreo, la pelota parada. Pero, conociendo a Germán, no tengo dudas de que lo deben estar entrenando muchísimo. Como aspectos positivos, es un grupo de jugadoras que, por lo general, son las mismas, que tienen una unión de grupo muy fuerte, donde hay una identidad marcada. Sabemos que la jugadora argentina tiene una entrega, una pasión y un amor por la camiseta inigualables, y sin dudas eso les hace dar un plus más, como también se vio reflejado en el Mundial anterior.
—¿Creés que el juego ofensivo es la principal diferencia que hay entre esta Selección y la que vimos en el último Mundial?
—Sí, se pueden ver más asociaciones, más triangulaciones, se mira más al arco contrario que al propio. Creo que ahí se ha notado un cambio y las jugadoras mismas lo dicen. Nosotros, que analizamos el juego, lo vemos, así que creo que sí, la forma de jugar en lo ofensivo es la diferencia.
—Y en términos individuales, ¿qué jugadora argentina pensás que puede ser la revelación de esta Copa Mundial?
—Primero, creo que tenemos una gran arquera, Vanina Correa, que siempre ha demostrado estar a la altura. Es increíble lo que nos da todavía con su edad, con su experiencia, es la única jugadora que va a haber disputado todos los mundiales de la Selección Argentina. Después, en la ofensiva, una [Estefanía] Banini, una [Florencia] Bonsegundo, siempre tienen altos rendimientos. Ojalá las puedan acompañar [Romina] Núñez y Yamila Rodríguez, que terminó siendo la goleadora de la Copa América. Ojalá podamos ver esa faceta también adelante con jugadoras creativas que han rendido bien, siempre estuvieron a la altura y tienen mucha experiencia. Banini llega con un muy buen presente en el Atlético de Madrid y, cuando la pelota pasa por ella, sin dudas se nota la jerarquía. Espero que la zaga defensiva también esté fuerte. Nos hacemos mucha ilusión porque las conocemos desde el mismo torneo local. En mi caso, de haber sido compañeras, de verlas y saber cómo están trabajando. Ojalá que la mayoría pueda tener un rendimiento alto, que no es fácil.
—Saliendo un poco del tema Selección, ¿cómo ves la situación del fútbol argentino y las competiciones locales, teniendo en cuenta que sos una de las entrenadoras más destacadas de la Liga?
—Creo que estamos ante un torneo local que quizá es uno de los más competitivos. Las razones pueden ser varias: unos dirán que es porque hay jugadoras buenas que se han ido afuera, otros dirán que los contratos se empiezan a repartir y hay futbolistas buenas en todos los equipos. También se están desarrollando más las inferiores y, de pronto, tenés un Platense que ha sido revelación con un equipo muy joven o un River también, que tiene un promedio de edad de 20 años. Creo que estamos viendo el resultado de apostar al fútbol femenino desde hace unos años y está muy parejo. Obviamente, siguen haciendo diferencia aquellos equipos que tienen en su plantel jugadoras de jerarquía, como un Boca, UAI Urquiza o Rosario Central, con una arquera de selección, con una Érica Lonigro adelante. Son jugadoras que todavía se imponen y a veces hacen la diferencia en un partido, pero está parejo y, de hecho, hasta la última fecha del torneo no se sabía quién ganaba.
—¿Cómo se hace para administrar los planteles, teniendo en cuenta que las jugadoras argentinas cada vez tienen más demanda desde el exterior?
—Nosotros venimos de un caso reciente, con mi capitana [Justina Morcillo], que se nos fue a México. Son golpes duros para nosotros, pero, a su vez, nos da felicidad por el crecimiento de la jugadora. Creo que se las puede sostener con un proyecto deportivo serio. Desde lo que me toca, con una idea de juego que las pueda atraer, que las haga ilusionar con venir a River. Obviamente, desde lo dirigencial también, desde los recursos que cada club pueda brindarle a las jugadoras, que es algo que se tiene muy en cuenta. Lo que me toca a mí es tratar de tener buenos entrenamientos, una idea que a las jugadoras les atraiga por el estilo y después, dirigencialmente con todo lo que cada club pueda ofrecerles.
—Volviendo al Mundial, ¿tenés algún pronóstico tanto para Argentina como para el Mundial en general?
—No hay forma de que juegue Argentina y no nos ilusionemos, sobre todo, siendo fútbol femenino, que es algo que conozco mucho y sé cómo están trabajando. Tengo mucha ilusión de que pasen de ronda, les tengo mucha fe. Ojalá podamos ver algún triunfo, que sería histórico para nuestro país. Y, respecto al Mundial, las potencias se van a destacar, hay grandes rivales que siempre van a estar arriba, como Inglaterra, Estados Unidos, Japón y España.
Una habla por conocer un poco al cuerpo técnico, a las jugadoras y, en este tiempo en que terminó el torneo, empecé a ver muchas entrevistas en los medios, entramos en clima y sin duda nos hace estar expectantes e ilusionadas, porque hay una idea de juego que ojalá se pueda trasladar al Mundial. No es fácil, no es poca cosa, pero creo que tenemos equipo para eso.
*Por Jazmín Iphar para La tinta / Imagen de portada: Prensa River Plate.