Uruguay: reforma jubilatoria a la francesa

Uruguay: reforma jubilatoria a la francesa
29 marzo, 2023 por Tercer Mundo

El gobierno conservador de Lacalle Pou intenta ajustar reduciendo los beneficios de las personas jubiladas y pensionadas, además de hipotecar a las futuras generaciones.

Por Redacción La tinta

Desde el año pasado, el gobierno del presidente uruguayo Luis Lacalle Pou intenta aprobar una reforma jubilatoria, la cual generó el rechazo en amplios sectores de la sociedad. La semana pasada, la principal central sindical del país, el PIT-CNT, encabezó un paro general en contra de la reforma, que muches ven similar a la impulsada en Francia por el mandatario Emmanuel Macron. En territorio francés, desde hace semanas, miles de personas están en las calles para frenar la medida oficial, a la que califican de neoliberal y como una herramienta de ajuste económico que impacta en los sectores más postergados.

En declaraciones a la prensa, el titular del Sindicato Único de Telecomunicaciones (SUTEL) e integrante de la conducción de PIT-CNT, Gabriel Molina, advirtió: “Nos están invitando directamente a trabajar más años porque nos aumentan la edad para jubilarnos y a cobrar menos”.

En un detallado artículo publicado en febrero pasado por el portal uruguayo Ladiaria, se explicaron los principales diez puntos que tiene la reforma jubilatoria oficial. Entre los más importantes, se destacaron la creación de un Sistema Previsional Común (SPC), el aumento de la edad mínima de retiro de 60 a 65 años, una nueva forma de calcular y acceder a las pensiones.

Con respecto a la edad jubilatoria, en la actualidad en Uruguay, es de 60 años de edad con 30 años con los aportes cumplidos. La iniciativa de Lacalle Pou apunta a aumentar gradualmente ese mínimo a 65 años. Según la propuesta oficial, se comenzaría a aplicar en las personas nacidas a partir de 1973, quienes se jubilarían con 63 años; las nacidas en 1974, con 64, y las nacidas a partir de 1975, con 65 años de edad.

Otro cambio importante es cómo se determinarán los montos de las jubilaciones. En la actualidad, se consideran los últimos diez años o los mejores 20 años de aportes, mientras que, desde el gobierno, buscan que se calcule en función del promedio mensual de los mejores 25 años de trabajo.


En Ladiaria, citaron al Observatorio de Seguridad Social del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE), que estimó que, en noviembre de 2022, “el promedio de las jubilaciones pagadas por el BPS se ubicaba en 30.250 pesos. Sin embargo, y teniendo en cuenta que las jubilaciones son heterogéneas, hay una masa importante de jubilaciones cerca de la mínima, que es de 17.283 pesos, y más de 50% de las jubilaciones está por debajo del promedio de 30.250 pesos”.


El economista del CINVE, Gustavo Zunino, explicó al medio uruguayo que “las jubilaciones más bajas probablemente no cambien o, incluso, puedan hasta terminar ganando un poquito más por el efecto del suplemento solidario que crea la reforma”. Para el resto, según proyecciones del CINVE, de jubilarse en el mismo momento una vez aplicada la reforma, dos tercios de les jubilades percibirán una jubilación algo más baja que la correspondiente en el régimen actual y el tercio restante obtendrá una mejor jubilación con la reforma.

A su vez, Molina criticó que “Uruguay es el único país del mundo en el que, al sistema previsional, en nuestro caso, el Banco de Previsión Social (BPS, estatal), aportan más los trabajadores que los empresarios y esa es una de las cosas que nosotros entendemos que se tendrían que revisar y esta reforma no lo hace”.

Sobre la masiva movilización en rechazo a la reforma jubilatoria, la secretaria general del PIT-CNT y de la FUM-TEP (Federación Uruguaya de Magisterio – Trabajadoras/es de Educación Primaria), Elbia Pereira, calificó la medida de fuerza como una “demostración de resistencia”. Para Pereira, “esta resistencia tiene que ser integrada por las trabajadoras y trabajadores, por la ciudadanía y por todos los que con esta reforma estamos ante un retroceso de derechos. Principalmente, lo sufrirán más aquellos sectores de la población más vulnerable, como las mujeres, las infancias, las discapacidades. Por tanto, creemos que el pueblo uruguayo entero debería pronunciarse con un NO rotundo a la reforma jubilatoria”.

El proyecto de reforma, que ya tuvo la aprobación en el Senado uruguayo, ahora se encuentra en discusión dentro una comisión especial de la Cámara de Diputados, que tiene mandato hasta el 31 de marzo próximo.

Desde los partidos derechistas Colorado y Cabildo Abierto, demandan que la iniciativa sea modificada, para la cual reclaman “cambios profundos” y “más tiempo de discusión”. Por su parte, el Frente Amplio (FA) propuso una reforma “más integral” y dejar de lado el proyecto gubernamental.

Días atrás, en el Frente Amplio, señalaron que “una reforma de la seguridad social es necesaria, tanto por problemas de sostenibilidad financiera como social, pero no cualquier reforma”. En la organización, advirtieron que la propuesta “descarga el peso de sus costos exclusivamente sobre las espaldas de las y los trabajadores”. A su vez, alertaron que la reforma no contempla las inequidades ya existentes dentro del sistema y tampoco analiza posibles fuentes de financiación. “Con esta reforma, la mayoría de las personas van a tener que trabajar más tiempo y jubilarse con menos ingresos”, manifestaron en el Frente Amplio.

Desde sectores minoritarios de la izquierda uruguaya, apuntaron contra el FA por buscar “pactar” con el Ejecutivo una medida que, de implementarse, golpeará con dureza a les adultes mayores y a las futuras generaciones.

*Por Redacción La tinta / Foto de portada: A/D.

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