No huelo nada de nada, maldito COVID

No huelo nada de nada, maldito COVID
23 diciembre, 2022 por Soledad Sgarella

En esta nueva ola, la pérdida total o parcial del sentido del olfato arremete como síntoma -o secuela- de la infección por COVID. ¿Se puede hacer algo para recuperar más rápido uno de los sentidos menos populares, pero clave para una buena calidad de vida? Parece que sí: terapia de reeducación y paciencia. 

Por Soledad Sgarella para La tinta

Cuatro días de fiebre, dos más de febrícula y, ¡zás!, fin de mi olfato y mi gusto. Todo lo que como parece cartón y no hay ningún olor en mi universo. Ninguno. Cero. Una de mis amigas hizo chocotorta, no me interesa. Nada tiene sabor ni aroma alguno. Y aunque no parezca grave (en relación a lo que puede generar el coronavirus), es tan extraño como angustiante.

«La pérdida del olfato total o anosmia, y la pérdida parcial del mismo sentido o hiposmia es uno de los síntomas que se ha detectado con frecuencia en quienes padecen COVID-19, no solo durante la enfermedad, sino también como una secuela que queda. Hay varios estudios que trataron de encontrar cuál era la causa y parece que es la propia inflamación que produce la infección por el virus SARS-CoV-2 la que lleva a la pérdida del olfato», nos cuenta la investigadora principal de CONICET y profesora de la Universidad Nacional de La Plata, Daniela Hozbor.

Hace unas semanas, el investigador cordobés Rodrigo Quiroga compartió en sus redes una nota de la revista chilena La Tercera, donde una otorrinolaringóloga explica que, a diferencia de lo que podamos pensar, el daño poco tiene que ver con fosas nasales. Por el contrario, se relaciona directamente con el cerebro: “No es una pérdida de olfato secundaria a una congestión nasal o una rinorrea, dice, por eso, los tratamientos disponibles no tienen relación alguna con uno como el de la sinusitis crónica, por ejemplo, sino es un tratamiento conocido como reeducación del olfato, que trabaja de forma directa con las neuronas”, dice la doctora.


Por su parte, Hozbor -la doctora en Ciencias Bioquímicas a quien consultamos desde La tinta- agrega: “Es la inflamación la que provoca esta pérdida de transmisión para que una pueda oler y no como una acción directa, sino como consecuencia. Esta pérdida de olfato a veces se recupera rápidamente y otras no tanto, tarda y, según especialistas, la manera de intentar volver a recuperar el sentido es a través de hacer ejercicios”.


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(Imagen: Soledad Sgarella)

¿De qué se trata, entonces, la terapia olfativa? Resulta que es algo sencillo. Como explica Hozbor, lo que se recomienda es una terapia de reeducación que se trata de oler distintos aromas diariamente y con disciplina, para entrenar las neuronas olfatorias y estimularlas.  


“La idea es ejercitar con aromas agradables, variados y, al menos, cuatro, e ir reconociéndolos, haciendo ejercicios para rememorarlos: por ejemplo, el olor a rosas, a limón, a clavo de olor, a eucaliptos. Una prepara unos recipientes con estas fragancias y, varias veces al día, se acerca a ellos haciéndonos recordar, volver a recordar, cómo son esos olores. Parece que eso está teniendo éxito en la recuperación del olfato”.


Hasta la pandemia, la anosmia o hiposmia eran afecciones que casi nadie tenía en cuenta. Si bien, en esta cuarta ola, la pérdida del olfato reaparece como uno de los signos más frecuentes, a no desistir. Dicen les especialistas que la recuperación parece ser más rápida.

Veremos. Mientras tanto, a seguir cuidándonos y a hacer los ejercicios de aromaterapia.

*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Soledad Sgarella.

Palabras claves: covid-19, pandemia

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