Privatización de la tierra, el monte nativo que desaparece
El 6 de octubre y sin previo aviso, el Ejecutivo de Salsipuedes aprobó el primer barrio privado de la ciudad, atentando contra el agua, el monte nativo y privatizando la tierra. El desarrollo inmobiliario crece de forma voraz en el corredor Sierras Chicas y, con esa misma velocidad, desaparece nuestro monte. La falta de políticas públicas de cuidado de bienes naturales y los intereses económicos conspiran para que nuestros ecosistemas desaparezcan.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
Todes sabemos que, después de los eternos meses de aislamiento, se inauguró un fenómeno de superpoblación de las localidades cercanas a la ciudad de Córdoba. En búsqueda de aire puro y espacio verde, muches migraron a las sierras. Es notoria la apertura de loteos y barrios nuevos. Pero, ¿qué pasa con el monte, con la complejidad de los ecosistemas nativos y todos los beneficios transformados en recursos que nos brinda?
Fue noticia que, el pasado 6 de octubre, la Municipalidad de Salsipuedes aprobó el primer barrio privado de la ciudad. Sin debate popular ni tiempo de estudio previo de la ordenanza por parte de les concejales. El monte, una vez más, en manos de grandes desarrollistas.
“La contraprestación de todo esto es un par de veredas en el Parque Los Algarrobos. El Municipio termina entregando tierras y calles públicas a este emprendimiento inmobiliario. Es un barrio cerrado donde la población no va a tener acceso. Es área de reserva y eso es muy importante. Están entregando esa tierra por un par de veredas de cemento”, dicen vecines de la Reserva Hídrica y Natural Salsipuedes.
El panorama es sumamente preocupante porque abre la puerta a la instalación de otros emprendimientos urbanísticos de este tipo. Si bien en el resto del corredor ya existen numerosos barrios privados, en Salsipuedes es el primero que se habilita. Como explica una de las vecinas, “esto viene de la mano de la privatización de la tierra. Digo privatización porque, en catastro, San Miguel -el barrio privado recientemente aprobado- figura como un barrio de calles públicas, por eso decimos que el territorio se va privatizando”.
Desde La tinta, estuvimos conversando con vecines organizades en la Asociación Civil Monte Vivo. Comprometides con el cuidado de la naturaleza y una vida respetuosa del paisaje natural. Trabajan por el monte considerándolo patrimonio natural y cultural, ya que es parte de nuestra identidad social y ecológica.
Dicen que la zona más crítica está en el sector sur del municipio, en cercanías al barrio Villa Silvina. “Uno de los que más bosque tiene y que más peligra porque se está asentando mucha población que se acrecentó con la pandemia. Se fraccionaron muchas tierras y, desde el municipio, no hay regulación. La respuesta que tienen es que ellos no pueden hacer nada ante los desmontes, pero sí pueden aprobar una ordenanza para instalar un country, es muy contradictorio”, afirma Antonella, vecina del barrio y miembro de Monte Vivo.
Son dos los sectores, parte de la Reserva Hídrica y Natural Salsipuedes, que tienen en alerta a les vecines. Por un lado, el recientemente aprobado barrio privado “San Miguel” y, por otro, “Expo Lotes”, que, si bien no se presenta como un barrio privado, sí se ha vendido una numerosa cantidad de lotes y abrieron calles de manera clandestina. En ambos casos, se trata de un monte nativo maduro que está siendo arrasado sin cuidados de ningún tipo.
“En Expo Lotes, se están abriendo calles ilegales, sin ningún tipo de servicios, pero, sobre todo, hay un bosque que brinda muchísimos bienes ecosistémicos a los barrios colindantes. Están todos los estratos. Hay arbustos, hierbas y, sobre todo, una complejidad ecosistémica muy grande”, dice Matías de Monte vivo. Explican también que especialistas pudieron demostrar que, en esta zona, se mezclan molles y algarrobos. Esto significa que es una zona de contacto entre el monte chaqueño serrano y el chaco seco. Dos ecorregiones se juntan, se encuentran y configuran una gran biodiversidad.
Por otra parte, desde Monte Vivo, dicen que “hay mucha gente que compró su lote y empezó a construir desconociendo que es una zona de máxima protección y que, en el contexto del pueblo, sería ideal preservar”. Cuentan también que, en su mayoría, las obras se encuentran detenidas.
Desde la Asociación Monte Vivo, preocupades y ocupades en la preservación de los bienes naturales que brinda nuestro monte nativo, presentaron un recurso de amparo y el pedido de siete medidas cautelares para que se detengan estos nuevos desarrollos inmobiliarios. A la vez que, el jueves 27 de octubre, presenciaron la pericia realizada en el sector.
Explican que, hasta el momento, no existe ningún estudio de impacto ambiental que dé luz verde a la instalación del country y los nuevos loteos. Por este motivo, desde la asociación, trabajaron con especialistas en la elaboración del amparo ambiental colectivo que mira el impacto ambiental de manera acumulativa.
“El amparo es un proceso ambiental colectivo que busca mirar el daño acumulado en todo este tiempo que se va desmontando, ubicarlo en lo progresivo del tiempo. Hicimos un informe de las consecuencias que tiene un barrio cerrado, cómo se fracciona el espacio público, cómo genera segregación social y después todo el impacto negativo porque este barrio está sobre reserva y entonces fracciona la reserva. Por ende, la fauna ve su territorio fraccionado. También implica desmontes”, explica Antonella de Monte Vivo.
Mientras, desde la Secretaría de ambiente y desde la Municipalidad de Salsipuedes, dicen haber hecho todo en términos de protección de flora y fauna nativa, desde Monte Vivo, señalan que el sistema de control es totalmente obsoleto, en términos del cuidado, por parte del sistema político y judicial. Así fue que, a principios de este año, dirigieron el recurso de amparo a la Provincia de Córdoba, la Policía Ambiental, la Secretaría de Ambiente de Córdoba, APRHI (Administración Provincial de Recursos Hídricos) y al Municipio de Salsipuedes. Agotadas las vías administrativas para solicitar el cese de los desmontes y frenar el avance inmobiliario en zonas de protección. A la vista de que no se tiene en cuenta la participación ciudadana en torno y con la urgencia de cuidar bienes tan básicos como colectivos que se van perdiendo o degradando (agua, tierra y bosque).
“La pretensión principal es solicitar la tutela preventiva y reparatoria ante el daño actual y los daños inminentes al ambiente en las zonas de Villa Silvina y Villa Gianini de la ciudad de Salsipuedes. Además, la recomposición del daño causado al río Salsipuedes y la remediación del bosque nativo en zona roja desmontada. Que se anulen las autorizaciones y permisos ilegales y arbitrarios otorgados en el ámbito de sus competencias. Que se efectúen las Evaluaciones de Impacto Ambiental Acumulativo en los proyectos y/o emprendimientos en curso en la zona. Que procedan a hacer efectivo el Derecho de Acceso a la Información. Que se suspenda toda obra de apertura de caminos, desmontes, movimientos de suelo que afecten el ambiente de la zona”, dice el amparo colectivo elaborado por la asociación que, a la vez, hace un recorrido histórico del trazado y criterios de trazado de los loteos, y un estudio exhaustivo de las consecuencias que trae la incremento poblacional en la zona, no solo refiriéndose al desmonte, sino a los recursos hídricos que escasean.
El jueves pasado, se realizó el segundo peritaje en la zona. Participaron del mismo vecines agrupades en Monte Vivo, representantes del Municipio, el perito designado por la Justicia, Ing. Claudio López, y el perito de partes -por Monte Vivo-, Dr. Nicolás Rocamundi.
Desde Monte Vivo, distinguen el avance del desmonte en relación a la última pericia (realizada el año pasado). “Se firmó una acta en medio del bosque degradado, diciendo que todos están haciendo lo posible para protegerlo y eso no sucede en lo absoluto”, afirman con contundencia. Y detallan en el peritaje de parte que, si bien hay presencia de especies exóticas y un siempreverdal, se observó muchísima variedad de árboles nativos de antigüedad. Y que, en el lote 27 -San Miguel- donde ya se construye una vivienda, “se notaba una gran proporción de suelo desnudo en todo el terreno, es decir que se realizó un desmonte selectivo eliminando la mayor parte de la vegetación circundante a la casa, dejando en pie algunos ejemplares arbóreos de plantas nativas. Contiguo al lote, también se observó un desmonte de mayor magnitud que, según nos comentaron les dueñes, se utilizaba como una calle para que pasaran los autos, camiones y máquinas. Se observó que alrededor de todo el predio y en cada lote con avance de obra en la estancia San Miguel está cercado con alambre perimetral”. También explican que solo se contempló el estrato arbóreo y que no se realizaron muestreos para conocer la diversidad de fauna dentro del predio ni a sus alrededores. Sin embargo, se conoce que es una zona de una gran variedad de animales, como, por ejemplo, zorro, comadrejas, cuises, lagarto overo, etc., y muchas especies de aves. “Es importante que se tengan en cuenta los requerimientos espaciales de la fauna y que sean consistentes con la conexión entre áreas de tránsito a la hora de construir los pasafaunas que deben incluirse en el predio de la estancia”, recomienda el Dr. Rocamundi en la pericia.
Los loteos crecen a paso agigantados en consonancia con las propuestas de los desarrollistas inmobiliarios aprovechando el aumento en la demanda, las irregularidades jurídicas y la nula inversión estatal en infraestructura y servicios. “Avanzan sin consideración del soporte natural, sobre las áreas naturales de fragilidad ambiental, cuencas hídricas, cauces de arroyos, laderas serranas, reservas de flora y fauna nativa”, explican con preocupación desde Monte Vivo.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: A/D.