El Conti no se achica, resiste
Grandes y pequeños, antiguos y emergentes, de la Capital o el interior, muchos son los espacios de cultura que sobreviven a duras penas el vaciamiento, el desmantelamiento y las clausuras que han primado este año. Los trabajadores del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti también resisten frente a la guillotina cultural.
Este Centro Cultural porteño funciona en la ex-ESMA, que durante la última Dictadura Militar fue uno de los Centros Clandestinos de detención, tortura y exterminio más -tristemente- emblemáticos. Desde su inauguración en 2008, el Haroldo Conti ha construido un importante espacio de difusión y promoción de la cultura y los derechos humanos; siempre en forma gratuita.
¿Dónde habrá ido a parar el presupuesto para la Cultura y la Memoria?Compartimos el comunicado de lxs trabajadorxs del Conti:
El Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Claudio Avruj, afirma una y otra vez en los medios de comunicación que el presupuesto del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti está “sobreestimado” ya que “con 7 millones funciona a la perfección”. De esta manera busca justificar el recorte general en el presupuesto 2017 destinado a Derechos Humanos.
La realidad se aleja de sus digresiones numéricas públicas: desde la asunción de las nuevas autoridades al frente del Ministerio de Justicia y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en diciembre de 2015, el Conti se encuentra completamente desfinanciado . Frente a este panorama, las actividades siguen en marcha y el Conti ofrece una programación de calidad que valora y no subestima a sus visitantes, gracias al trabajo, la colaboración y el apoyo de lxs artistas que aceptan presentarse sin recibir honorarios.
Detrás de la idea de “sobreestimación de presupuesto” se esconde una posición política que considera a la cultura como un “gasto” del cual se puede prescindir. En contraposición, lxs trabajadorxs del Conti sostenemos que la cultura es un derecho humano y el Estado debe ser el garante de su ejercicio y cumplimiento.
Desde su apertura en 2008, el Conti ha atravesado diferentes luchas simbólicas y numerosas reflexiones respecto de sus contenidos y prácticas; de sus abordajes sobre la memoria, la política y los derechos humanos; de sus límites éticos y estéticos; de la forma en la que se debe intervenir en la cultura desde un espacio que fuera el centro clandestino de detención, tortura y exterminio más emblemático de la última dictadura cívico-militar.
Junto con lxs artistas, lxs intelectuales y lxs visitantes, reivindicamos la función pública de este espacio recuperado por un Estado que transformó en políticas públicas las demandas históricas de los Organismos de Derechos Humanos. Por eso defenderemos siempre la gratuidad de todas las actividades y talleres culturales que aquí se realizan como única garantía de la inclusión a través del arte y la memoria.
Aceptar este achicamiento implica aceptar la precarización laboral de lxs artistas, la pérdida de lugares de trabajo para lxs trabajadorxs de la cultura y la restricción en el acceso a bienes culturales de calidad para nuestros visitantes.
Convocamos a estudiantes, docentes, militantes, artistas, investigadorxs y a todas aquellas personas comprometidas con la cultura y los derechos humanos a sumarse a nuestra lucha por la defensa de este espacio, contra el vaciamiento de la Cultura y la Memoria y el retroceso en las políticas de derechos humanos.