Blick, espacio para abrazar-nos
Todo incluye, todo invita. Blick es un espacio para encontrarnos, volver a abrazarnos bien, como lo hace la gente querida del teatro… aunque sea con las miradas. Aquí todo es posible, se concretan cosas misteriosas, llenas de matices, de temas, de diversidad, de plasticidad. Y mientras todo sucede, todo se desvanece: las imágenes llegan interpelando nuestros sentidos y en ese mismo instante se escurren.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
Pasaje Perez 11
Espacio Blick es todo lo que está bien para convocarte a entrar: tiene un buen lugar para dejar tu bici con candaditos incluidos por si te olvidaste el tuyo. Una vidriera que mes a mes se renueva en imágenes de artistas cordobeses. La luz cálida que te recibe y un montón de detalles bonitos que arman un bar: bebidas espirituosas y cosas ricas para acompañarte hasta que den sala. Por ahí entre las mesas o detrás de la barra podés encontrarte con sus dos creadores, gestores, hacedores, diseñadores, “dos detallistas obsesivos”, así se nombran Adrián Andrada y Facundo Domínguez: los directores de este espacio dedicado a la investigación, formación y producción en artes escénicas contemporáneas.
Cuando nos juntamos a charlar sobre Blick y toda la tarea que vienen haciendo desde hace 15 años como compañía y desde el 2017 como sala, me hablan de ella con una calidez tan grande en relación a cada pedacito de sala, que no puedo dejar de pensar en hogar, en ese espacio cómodo y acogedor que a mí también me gusta tener. Me cuentan del camarín hermoso que tienen y solo me dan ganas de entrar, dicen que lo pensaron con el deseo de que ese sea un lugar verdaderamente cómodo para les teatreres y artistas.
Estos dos obses creativos pensaron en todo: “Pensamos cómo tenían que ser las sillas para que brinden comodidad a les espectadores, en gradas móviles para tener versatilidad en escena, baños diverses, una antesala, bar, boletería señalizada para incluir y contener a quien nos visita”. Es que uno de los objetivos que los mueve es ir al encuentro del otre.
Espacio Blick se gesta y funda sobre la posibilidad de habilitar la diversidad en lo teatral. “Nuestra línea es pensar en todos los colores que incluyen el arco iris humano deseante”, me cuenta Adrián.
Sobre esta base nace el espacio, “queremos ser una sala heterodoxa, abierta, no cerrarnos a la comunidad, queremos una raíz asambleística, democrática. Necesitamos al vecine para poder ser” dice Facundo.
En esto de albergar al otro que completa lo que se crea desde la recepción, esta sala tiene una mirada amplia en su programación. Buscan habilitar territorio con perspectiva de género, diversidad de propuestas discursivas, alojar proyectos del ámbito universitario como una manera de abrazar a la gente joven que muchas veces no tiene donde mostrar sus obras.
También “pensarse desde lenguajes no preestablecidos, fisurar una práctica convencional, problematizar los sistemas de producción y romper con las hegemonías en el discurso”, me explican.
Buscan estar en un diálogo permanente con lo contemporáneo en su sentido más amplio.
Este espacio tiene su semilla y nace del trabajo sostenido de la compañía Blick danza teatro, y de todo el trabajo que fueron haciendo en distintas salas de nuestra ciudad que los albergaron (Arlequino, Documenta, La Luna, entre otras) así como también de las experiencias en el festival Mover work in progress.
En la actualidad alberga una variada cartelera teatral a la vez que una diversa propuesta de formación en el campo.
Blick: ¿Estamos mezclando o lo que hacemos es así?
Eso se pregunta Facundo Domínguez y, un poco pensando en voz alta, empieza a contarme de qué va Blick como compañía de artes escénicas contemporáneas. Junto con Adrián Andrada coinciden en un sentimiento de no pertenecer ni a la danza ni al teatro, a la vez que “el concepto de danza teatro nos parece decimonónico”, dicen ambos. Me hablan de hibridación de lenguajes, de romper discursos, de darse la posibilidad de investigar sin juicios, de recibir a un espectador que no sea del palo y pueda disfrutar: “Señora, venga a disfrutar lo que hacemos sin preguntarse qué es lo que hacemos”, se ríen.
Piensan en la existencia de la danza “como lenguaje desde un lugar que se construye sólo a partir de moverse y de poner cosas en movimiento, ideas, sillas, pensamientos, músicas, filosofías, ropas, huesos, conceptos, espacios y observarlos ahí en el momento en que suceden, en ese presente sagrado, bien de cerca, desde la profundidad”, hibridando experiencias artísticas y estéticas.
Parafraseando a Fernanda Del Monte Martínez, el acontecimiento teatral es el lugar donde se crea algo extraordinario, un lugar misterioso donde suceden cosas que en otro lugar no sucederían, donde la creación y la imaginación se concretan en algo material y vivo, efímero, que se desvanece mientras sucede. El teatro es incontrolable, impalpable, lleno de matices, formas y temas”.
Así y con virtuosidad Blick genera este lenguaje híbrido, nuevo, despojado de juicios y lleno de plasticidad donde se encuentran los cuerpos deseantes y diverses, las miradas y su teatralidad. Todo en movimiento. Crean un lugar nuevo, donde la escena es plástica y poética. Es una imagen profunda y llena de significados.
Blick propone en sus montajes instalar preguntas al otre que mira. Produce “un lenguaje opaco y difuso donde el cuerpo y el movimiento constituyen la dramaturgia y crean el sentido”, explicitan. Buscan generar la duda y conducir a lo extraño.
Piensan el movimiento como materia de construcción de conceptos desde lo inestable, lo emotivo, lo que conmueve, lo íntimo o la intimidad. El movimiento también es búsqueda para pensar en escena. Y de una manera muy consciente crean sobre los bordes, para dejar que la metáfora se haga presente en lo que ahí sucede.
Desde Blick se proponen pensar sin juicio, correrse del juicio con esta idea de abrazar, abrazar lo diverse. Estando atentes a lo contemporáneo desde dos conceptos: por un lado ese abrazo y por otro fisurar el concepto de cuerpos no disciplinados.
“Abrazar”: una experiencia que no puede ser atrapada por ninguna palabra.
El sábado volví al teatro después del largo año de pandemia y nido. Invité a una amiga y allá fuimos, charlita previa en la antesala de Blick, el plan del vinito posterior y otras yerbas.
Es hora de entrar, dan sala.
Experiencia singular: puro cuerpo. puros cuerpos, cuerpas, cuerpes… esa cosa cuasi desesperada, esa necesidad imperiosa de sentir el cuerpo y del cuerpo del otre.
Unas horas antes, su director Adrián Andrada me había contado que Abrazar surge en 2019 como work in progress, que iban a estrenar en 2020 pero por la pandemia y todo lo que ya sabemos quedó parada.
Esta era de cobicho y confusión como me gusta decirle, vino a interpelarnos con la certeza de que para salvarse no hay que tocarse, no hay que tocar al otre. Los saludos apretados se transformaron en un choque codos o con suerte puños y unas miradas barbijos mediante.
Andrada me cuenta del espíritu de la obra, de plantear que “seguimos siendo cuerpas que necesitan tocarse, abrazarse. Abrazarse como postura política. Se trata de ponerte ahí un cuerpo chivando, respirando cerca. Volver a abrazar en la dimensión más compleja, abrazar la disidencia.”
Cuerpes diverses en movimiento como una manera de correr la sexualidad y la desnudez del tabú. Como otra forma de volver a abrazarnos profundo y en silencio con todo lo que somos.
Las escenas suceden y voy experimentando con todos mis sentidos miles de sensaciones. Me lleno de imágenes cálidas por la luz amarilla a veces difusa y por la belleza de estos cuerpos que se mueven, que cuentan y que experimentan, así como yo lo hago desde mi silla.
El silencio del final, el aplauso, la despedida, un aplauso más y las luces que se prenden.
Rotundo silencio en el auto: ¿Qué es lo que nos conmueve y cómo? Es que a veces las experiencias artísticas nos meten un rato para adentro, invitan a hurgarnos un poco, nos regalan belleza y experiencias puramente singulares donde las palabras sobran o quizás no alcanzan para decir todo lo que pasa.
“Qué es un cuerpx sino una caja de terciopelo, abarrotada de experiencias, memorias y deseos. Que es un abrazo, si no acariciar con mi piel aunque más no sea un dibujo del recuerdo de tu cuerpx.”
Abrazar. 23, 24 y 30 de abril En Espacio Blick, Pasaje Pérez 11, Córdoba capital. También estás invitade a experimentar las demás propuestas de la sala ingresando a sus redes.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La Tinta.
creditos de las fotos: Eber Coronel.