Los bloqueos del Canal de Suez

Los bloqueos del Canal de Suez
29 marzo, 2021 por Gonzalo Fiore Viani

Uno de los pasos comerciales más importantes se encuentra bloqueado. Si el canal que cruza Egipto continúa en esta situación, los precios del petróleo y el gas se podrían disparar.

Por Gonzalo Fiore Viani para La tinta

El Canal de Suez reviste una importancia estratégica vital, debido a su ubicación. Tiene unos 193 kilómetros y se encuentra situado en Egipto. Inaugurado en 1889, une los mares Mediterráneo y Rojo. Desde su apertura, es una de las principales arterias del mundo en lo que respecta al comercio internacional. Los barcos de mercancías pueden trasladarse a través del canal entre Asia, Oriente Medio y Europa, sin tener la necesidad de bordear el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. De esta forma, los buques pueden ahorrarse cerca de 9.000 kilómetros y reducir las distancias en más del 40 por ciento. Por el canal, pasan cerca de 20.000 barcos al año, los cuales transportan aproximadamente 1.200 millones de toneladas en bienes o mercancías.

No es la primera vez en su historia que el Canal de Suez queda bloqueado, pero las causas y contextos no podrían ser más diferentes. En la primera, se trató de un conflicto donde la lucha por la soberanía y los movimientos de liberación del entonces llamado Tercer Mundo jugaron un rol clave.

El Canal de Suez, de propiedad británica hasta entonces, fue nacionalizado por el gobierno egipcio de Gamal Abdel Nasser, el 26 de julio de 1956. Esta jugada política le granjeó a Nasser una popularidad y legitimidad como pocas veces se había visto en un mandatario anteriormente en el mundo árabe. Inclusive, sus opositores salieron a apoyar fervientemente la decisión. Casi de inmediato, desencadenó una fuerte crisis internacional que terminó con la intervención de una coalición militar, encabezada por el Reino Unido, Francia e Israel. El 29 de octubre de 1956 comenzó la llamada Guerra del Sinaí. Entonces, el gobierno de Nasser ordenó el hundimiento de cuarenta barcos en el canal, provocando un bloqueo total. En esta situación, se mantuvo hasta principios de 1957, cuando se produjo la intervención de Naciones Unidas (ONU) y se acordó la retirada de los europeos e Israel, por lo que, un tiempo después, se reabrió. Aunque fue una derrota militar para Egipto, terminó siendo una victoria diplomática, ya que el canal se mantuvo bajo control de El Cairo hasta que se produjo un nuevo bloqueo en 1967, con motivo de la Guerra de los Seis Días, que enfrentó a Egipto con Israel. Al igual que en la ocasión anterior, se volvieron a hundir barcos dentro del canal para bloquearlo. El tráfico internacional recién fue reabierto en junio de 1975.

Egipto Nasser presidente la-tinta

Nasser murió de un infarto repentino en 1970, sin embargo, su fantasma continúa sobrevolando, de alguna u otra manera, la política árabe en general, y egipcia en particular. Su gobierno fue de fuerte carácter nacionalista, siendo además un precursor del Movimiento de Países No Alineados, cuya fundación protagonizó activamente. Es fácil comparar al nasserismo con el primer peronismo, ya que ambos movimientos nacieron de grupos militares -el Grupo de Oficiales Libres egipcio tenía muchos puntos en común con el Grupo de Oficiales Unidos (GOU), del que formaba parte el entonces coronel Juan Domingo Perón. Ambos esbozaban una tercera posición respecto de las dos potencias dominantes -Estados Unidos y la Unión Soviética- y los dos impulsaban la unión árabe y latinoamericana. En vida, la influencia de Nasser había sido inmensa sobre la sociedad de su país y su región, impulsando el panarabismo: la unión de todas las naciones árabes bajo una sola bandera, llegando a formar la República Árabe Unida (RAU), que unió a Egipto y Siria entre 1958 y 1961.


El nasserismo fue perdiendo influencia a medida que el mismo poder de Nasser declinaba. Principalmente, debido a las derrotas militares, primero en la ya mencionada guerra de 1956, y luego, en la Guerra de los Seis Días, donde sufrió otro duro golpe contra Israel en menos de una semana, perdiendo el control sobre la península del Sinaí. Tras su muerte, Egipto fue derrotado a manos de Israel en la guerra de Yom Kippur, en 1973, lo que conllevó una fuerte crisis en los precios del petróleo.


El sucesor de Nasser, Anwar el-Sadat, viró 180 grados su política tanto interna como exterior. Restableció los vínculos con Estados Unidos y rompió con la Unión Soviética, al mismo tiempo que estrechó relaciones con Israel. A eso, siguió una fuerte campaña de desprestigio contra Nasser y lo que había representado su movimiento. En la Primavera Árabe, nuevamente se vieron retratos del legendario líder egipcio entre los manifestantes, que apelaban al recuerdo de un Egipto poderoso, con otra voz en el concierto de las naciones.

Poco queda, políticamente hoy, del movimiento nasserista en Egipto o el mundo árabe en general. No obstante, los sueños panarabistas de gran parte de su población aún permanecen.

En lo que parece un hecho surrealista, el Canal de Suez fue nuevamente bloqueado, 65 años después de aquellos hechos, aunque esta vez no sucedió por motivos políticos, sino por impericia o, quizás, simple “mala suerte”, por más increíble que parezca.

El barco Ever Given quedó encallado a lo ancho del canal, bloqueando absolutamente todo a su paso. Sus más de 150 toneladas hacen que sea muy difícil moverlo de allí. Por el canal, transita un poco más del 12 por ciento del comercio internacional, por lo que, por cada día que el buque permanece en sus aguas, se pierden cerca de 9.600 millones de dólares cada 24 horas. No son pocos quienes alertan que, si esta situación continúa y el canal sigue bloqueado durante más días, o incluso una semana, puede tener graves consecuencias para los precios y la economía mundial. En un contexto donde el comercio internacional ya se encuentra muy golpeado debido a la pandemia de coronavirus, este podría resentirse aún más si el panorama se sostiene en el tiempo.

Una de las primeras consecuencias podría ser un aumento considerable en el precio del barril de petróleo, ya que por allí transitan más de 5.000 buques petroleros al año, trasladando cerca de dos millones de barriles diarios. Esto representa un 9 por ciento del petróleo mundial comercializado por vía marítima. Sucede lo mismo con el gas natural licuado, del cual el 8 por ciento de lo que se comercia por los mares pasa por el canal. De hecho, el miércoles pasado, los precios del crudo subieron un 6 por ciento, aunque al jueves volvieron a bajar moderadamente.

Estará por verse cuánto tiempo más continúa esta situación y si, efectivamente, tiene consecuencias duraderas sobre los precios del petróleo y el gas, lo cual impactaría de manera negativa en el resto de los productos comercializados.

En 1956, el comercio internacional y el libre flujo de bienes y servicios fueron puestos en jaque por un gobierno nacionalista y popular como el de Nasser. En 2021, sucede algo similar, pero por pura casualidad. La historia se repite, esta vez como parodia, en un mundo que pareciera haber dejado de tomarse demasiado en serio a sí mismo hace tiempo.

*Por Gonzalo Fiore Viani / Foto de portada: Reuters

Palabras claves: Canal de Suez, comercio mundial, Egipto

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