Estafa al Apross: Lautaro Olmedo y la desgracia de estar en el lugar y momento equivocado
Lautaro Olmedo tiene 21 años y es una de las cinco personas que se encuentran detenidas por la estafa millonaria a la obra social provincial. Según su familia, su imputación es un error, ya que lo vincularon al caso sólo por trabajar durante un mes de cadete en una de las farmacias implicadas. Lleva casi veinte días detenido y fue trasladado a la Cárcel de Bouwer sin haber podido declarar aún. «Necesitamos que pueda dar su versión, que sea escuchado», indicó a La tinta Solange Vidort, su mamá.
El fiscal provincial José Mana investiga, desde febrero de este año, una denuncia realizada por Apross sobre supuestas estafas reiteradas a la obra social provincial. Según la investigación del Ministerio Público Fiscal, la modalidad de la defraudación implicaba que personas se presentaran en farmacias para retirar, con recetas falsificadas, medicamentos a nombre de afiliados de Apross que utilizaban dichos remedios. En consecuencia, cuando los verdaderos pacientes se presentaban en las farmacias para retirar sus medicamentos, saltaba en el sistema que ya los habían retirado y tenían que presentar el reclamo en Apross, que debía cubrir nuevamente ese medicamento, que, por lo general, se trataban de insumos de alto valor.
En el medio de esta planificada estafa que podría alcanzar los 500 millones de pesos, quedó Lautaro Olmedo, un pibe de 21 años de barrio San Vicente. Peluquero y estudiante de Auxiliar de Farmacia.
El pasado 16 de julio, la Policía de Córdoba llegó a la casa de su mamá con una orden de allanamiento y una imputación a su nombre por estafas y falsedad ideológica, por presuntamente ser parte del entramado vinculado al caso Apross. Fue llevado a la UCA y, tras casi veinte días sin poder prestar declaración, este lunes fue trasladado a la Cárcel de Bouwer.
La tranquilidad y la desesperación de ser inocente
El año pasado, Lautaro realizó el curso de Auxiliar de Farmacia del Instituto de Formación Profesional NOA, trayecto que la propia página de la institución presenta como «una gran oportunidad para quienes deseen contar con una nueva oportunidad laboral o para quienes desean contar con una formación sólida para dar respuesta a las necesidades de esta industria».
Según relata la familia del joven, en enero de este año, uno de sus profesores le ofreció trabajar de cadete farmacéutico, práctica que consistía en llevar recetas que él o su socio le daban a otras farmacias, retirar remedios y llevarlos de nuevo a la farmacia de origen. La promesa era que luego conseguiría un puesto más estable en la farmacia. Pero pasaron los días y no había novedades sobre la formalización de su vínculo y a veces ni siquiera le pagaban los viajes, por lo que, luego de un mes, decidió dejarlo y continuar con su trabajo de peluquería y eventuales trabajos de cadetería para otros emprendimientos. Esas semanas bastaron para que quedara vinculado a la estafa al Apross.
Solange Vidort, su mamá, dialogó con La tinta y aseguró que el joven fue utilizado, que desconocía la trama delictiva de sus superiores y que hubo un error en su imputación. En este sentido, remarcó que lo único que hizo fue realizar tareas de cadetería, que no tiene antecedentes y que, al allanar su casa, la Policía no encontró pruebas que lo vinculen con los delitos que se le imputan.
«Es desesperante la situación. Es un chico que no tiene antecedentes, no le encontraron nada en el allanamiento, no tiene relación con los imputados. Necesitamos que pueda dar su versión, que sea escuchado y que siga la investigación, pero con él en libertad», precisó Solange, quien prefirió no decir el nombre del supuesto docente ni la farmacia en la que trabajaba para no entorpecer la causa.
Para ello, piden que se acelere el llamado a declaración para poder aclarar su inocencia.
Consultada por La tinta, la prosecretaria del fiscal Mana, María José López, indicó que el pedido de declaratoria ya se realizó, pero está atrasado por las circunstancias particulares de la cuarentena, ya que las mismas se llevan a cabo por videollamada. Al respecto, la funcionaria señaló que está a la espera de la declaración de Lautaro y de los otros acusados, pero que la fecha del turno depende ahora de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial.
«Tengo todo para probar la inocencia de mi hijo, pero necesito que nos escuchen. Tengo la tranquilidad de que, si puede declarar, se va a aclarar su situación», concluyó la mamá de Lautaro.
* Por Ezequiel Luque para La tinta