Ferias agroecológicas, porque comer de cercanía hace bien

Ferias agroecológicas, porque comer de cercanía hace bien
4 abril, 2025 por Inés Domínguez Cuaglia

Comer más natural, fresco y de estación, dejar los paquetes de lado, volver a la cocina como acto de rebeldía, dedicarnos tiempo, alimentarnos con productos de cercanía, libres de agrotóxicos y pesticidas, es una forma de cuidar nuestra salud y sentirnos mejor entre tanto lío. En esta nota, hacemos un recorrido por las ferias agroecológicas de Córdoba y conversamos con la Lic. Sofía Alzuarena sobre la importancia de comer lo más natural posible para nuestra vida cotidiana.

Últimamente, es común escucharnos cansadas, sin energía y con muchas preocupaciones. Cada vez más intolerancias alimenticias, insomnios y otros desórdenes orgánicos que, con actividad física y una alimentación más consciente, se pueden empezar a mejorar. Cuando el afuera resulta abrumador y las buenas noticias escasean, mejor empezar por el adentro. Nutrirnos de la mejor manera posible es un buen comienzo para sentirnos bien. Como dicen nuestras madres: ¿te estás alimentando como corresponde?


¿Se pusieron a pensar qué comemos cuando comemos? ¿De dónde vienen los alimentos que llevamos a nuestra mesa? ¿Quiénes son parte de esa cadena productiva? ¿Cuán cerca y cuán lejos están de nuestros hogares citadinos? Y vos, ¿cuántos paquetes abriste esta semana? Ni que decir de los octógonos.


En la capital y en otras ciudades de Córdoba, existen espacios donde comprar alimentos nobles, naturales y de cercanía. Las ferias agroecológicas funcionan desde hace años como verdaderos puntos de encuentro entre productores y vecinos. Desde la lógica del comercio justo, son amigables y amorosas con las formas de producir y comercializar sus productos. Estos espacios nos proporcionan la posibilidad de acceder a frutas y verduras de estación, huevos, lácteos, fermentados, cereales, legumbres, panificados, especias, productos de cosmética. Todo libre de pesticidas y agrotóxicos. 

En Córdoba, todos los sábados desde las 9:30 h, podés visitar la Feria Agroecológica en Ciudad Universitaria que, además de comer algo rico al paso y conseguir todo lo que necesites para cocinar durante la semana, te ofrece disfrutar de música y diversos shows culturales. Los miércoles por la tarde, la cita es en el pasaje Aguaducho, en la Feria Agroecológica de Alberdi. Allí, además de frutas y verduras, podés disfrutar del patio de comidas.

En Villa Allende, nos podemos acercar los sábados por la mañana a la plaza Manuel Belgrano. Además de frutas, verduras, fermentados y panificados, hay un ambiente cálido para disfrutar con las infancias y puestos de artesanías. En Unquillo, todos los miércoles por la mañana, se realiza la Feria Serrana Agroecológica en la explanada municipal. Río Ceballos nos espera los sábados por la mañana también. Esta feria se caracteriza por tener una destacada propuesta de espectáculos culturales para todxs. Por ejemplo, este sábado 5 de abril, se presenta Tornado Dulce con un homenaje a Gabo Ferro, en el marco del Festival Risas del Monte.

El primer y segundo sábado de cada mes, en la localidad de Cosquín, en el patio de la iglesia frente a la plaza Próspero Molina, se desarrolla la feria agroecológica local que también promueve espacios para la danza, charlas y música.

Desde La tinta, conversamos con la nutricionista Lic. Sofía Alzuarena, MP 3199, que trabaja acompañando procesos para un mejor vivir desde la alimentación consciente y respetuosa de los ciclos de la naturaleza. Ella nos explica los beneficios de comer lo más natural posible, preferentemente, agroecológico y de estación.

«Los beneficios de consumir alimentos agroecológicos son muchos. En primer lugar, y uno de los principales, es la menor exposición a tóxicos que poseen. Es decir, que están libres de pesticidas, herbicidas, fertilizantes químicos, antibióticos, hormonas», comienza diciendo la licenciada y apunta también: «Tienen más densidad nutricional que cualquier otro alimento porque se cultivan en suelos vivos, sin químicos que van degradando los nutrientes y que reciben menor procesamiento que otros alimentos industriales o de otros tipos de producción». Además, explica que suelen ser alimentos con mayor vitalidad porque se cosechan en el punto óptimo de maduración, mejorando sus propiedades organolépticas, el sabor, el aroma, el color y aportando más antioxidantes. 

¿Ustedes se acuerdan del gusto de los tomates de la infancia? En los espacios de comercialización de agroecológicos, podemos volver a saborear aquellas épocas.

Otro aspecto a destacar tiene que ver con cómo se privilegia la protección del medioambiente. Sofía apunta a que estos cultivos regeneran el suelo. «La agroecología, al rotar cultivos, producir compostaje, abonos orgánicos, mantienen el suelo fértil, vivo. Estas son prácticas que fomentan también la diversidad de especies y variedades locales. Se preserva la biodiversidad y eso fortalece los ecosistemas. También hay una reducción en la contaminación porque no se utilizan químicos».

En relación con la soberanía alimentaria y la justicia social, la licenciada aporta que la agroecología promueve sistemas más justos que apoyan a los pequeños productores con roles activos y más dignos frente a lo que se cultiva y se vende. «También rescatan saberes antiguos y tradicionales. Se promueve la conservación de las semillas nativas y formas de cultivo ancestrales que cuidan los recursos o, mejor dicho, los elementos de la naturaleza, fortaleciendo las economías locales y generando relaciones humanas entre productores y consumidores».


«Esta es una alimentación natural, una alimentación en donde los seres humanos no estamos separados de la tierra, somos carne de la tierra. Las semillas, el agua, los nutrientes, las plantas, todo necesita ocupar su lugar. Los seres humanos también, dignamente para que esto funcione y podamos estar en coherencia y sincronía con la vida».


Es importante comer de estación. En este sentido, Sofía señala que es beneficioso porque los alimentos de estación crecen de forma natural y no necesitan cámaras de refrigeración ni requieren maduración artificial como tampoco exceso de fertilizantes o control de plagas, lo que  hace que estén menos contaminados y aporten más nutrientes. «También es más barato. Porque lo que da la tierra en ese momento va a ser lo que abunda en la verdulería y te lo van a poner de oferta. Entonces, se puede aprovechar. Siempre va a salir y vas a estar eligiendo un alimento que quizás, de todos esos de los cajones y góndolas, sea el más saludable”.

Comer de estación nos hace entrar en coherencia con los ciclos de la naturaleza. “Al estar en sincronía con la Tierra, el cuerpo sabe lo que necesita. En verano, consumimos frutas hidratantes; en invierno, consumimos raíces, caldos. Comer de estación es alinearnos con los ritmos, con los biorritmos de nuestro propio cuerpo y del entorno. Eso construye salud y nos ayuda a equilibrar nuestras necesidades, refuerza el sistema inmunológico en cada época y aporta más vitalidad. Además, nos trae conciencia y conexión, aprendiendo a reconocer cuándo es tiempo de cada alimento. Recuperando esa cultura alimentaria de conexión con la tierra, el clima y la noción de los ciclos. Es una forma de fomentar relaciones saludables y respetuosas con los alimentos”, comparte Alzuarena.

Vayamos a las ferias, nos encontremos en cada plaza y alrededor de la mesa con alimentos de verdad y disfrute. Volvamos a cocinar porque es una manera de mimarnos, cuidar de nosotras y de los demás. Encontrémonos con quienes cultivan lo que comemos, volvamos a saber qué ponemos en nuestro plato. Busquemos una relación más amable con nuestra alimentación. Tratemos de comer lo mejor posible cada día.

*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: Colectivo Manifiesto.

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Palabras claves: Alimentación, Feria Agroecológica

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