Piden justicia por Guillermo Bustamante, asesinado en un procedimiento policial


El martes se llevó a cabo una concentración en barrio Marechal para pedir justicia por el asesinato de Guillermo Bustamante. Vecinos y familiares se manifestaron frente a la estación de servicio de avenida Octavio Pinto donde perdió la vida, el lunes por la madrugada, en un contexto de violencia policial.
El lunes por la madrugada, Guillermo fue a cargar 10.000 pesos de combustible cerca de su casa, tras una jornada de trabajo colocando un techo en una panadería. Según relata la familia, al momento de pagar, «El Colo» se dio cuenta de que no tenía datos y no podía utilizar la aplicación que habitualmente usaba. El playero le reclamó el dinero y llamó a un amigo policía. Guillermo, nervioso, llamó a su esposa, Agustina Escortoni, para que le trajera la plata adeudada.
Los vecinos de la zona comentan que la estación de servicio ubicada entre barrio Marechal y Villa Páez oficia de lugar de reunión de algunos efectivos de la Comisaría 11 y que todos los días se pueden ver a los policías charlando, desayunando o lavando los móviles allí.
Tras el llamado del playero, al lugar arribaron al menos cuatro móviles policiales para reducir al hombre de 39 años. Muchos de esos efectivos habían estado horas antes en la estación.

Cuando Agustina llegó con un billete de 10.000 pesos para su marido, encontró a Guillermo pidiendo ayuda a gritos para que lo suelten, que se sentía mal. A los pocos minutos, cayó desvanecido al suelo y murió.
El resultado parcial de la autopsia dice que la causa de muerte fue paro cardiorrespiratorio. En principio, no sería por estrangulamiento, aunque no se descarta otro tipo de asfixia, ya que vecinos aseguraron que le hicieron «una llave» sobre el cuello.
La Jefatura de Policía argumentó ―como siempre― que el procedimiento había sido realizado de manera correcta. Pero la versión institucional comenzó a flaquear luego de que el abuso policial quedara evidenciado en videos filmados por un vecino.

El fiscal Guillermo González instruyó para que detengan a cinco de los quince policías que participaron del irregular operativo. Quince policías. Tres de ellos quedaron imputados por el delito de homicidio calificado (Marcos Guzmán Altamirano, Nicolás Bulacio y Juan Martín); el oficial Walter Perfumo fue acusado de encubrimiento agravado y el sargento Mariano Córdoba fue imputado por omisión de los deberes de funcionario público.
«No me dejaron avanzar a ayudar a mi marido. Yo escuchaba cómo él decía que paren, mientras me lo asfixiaban, y después lo vi desplomado en el piso. Quiero justicia, que todos los que están implicados en esto, que paguen por lo que le hicieron», lamentó la esposa de la víctima, que presenció todo el hecho.
*Por Ezequiel Luque para La tinta.
