Ana Prada en Córdoba: «La música me ha dado libertad, la posibilidad de ser quien soy sin ocultarme»
El jueves y después de varios años, vuelve Ana Prada a nuestra ciudad. En conversación con La tinta, la cantautora uruguaya ―que llega con banda y disco nuevo― nos cuenta cómo será el show en el Centro Cultural Platz y lo que siente y vive con la música como oficio.
Lo primero que aclara Ana Prada, la cantautora y guitarrista nacida en Paysandú, es la alegría de tocar nuevamente en Córdoba. “Es una ciudad que amamos. Yo, particularmente, tengo un vínculo muy especial con esa provincia a la que hace muchísimo que no voy y tampoco presenté el disco nuevo”.
El jueves será entonces la llegada formal en escenario de su última producción discográfica, “No”, el cuarto disco de la artista, publicado en 2022. “El show va a ser, por supuesto, canciones de otros discos también, pero, fundamentalmente, las canciones del nuevo y las versiones que estamos haciendo ahora con la banda”, cuenta Prada.
El grupo de músicos está compuesto por los argentinos Javier Mattano (en guitarra eléctrica y coros) y Juan Clemente Brescia (en percusiones y batería), y las uruguayas Julieta Taramasso Romano (en bajo) y Sabrina Díaz (en teclados). “En esta propuesta, que es una banda binacional con dos mujeres jóvenes siendo instrumentistas de altísimo nivel, enriquecen mucho las distintas sensibilidades que se conjugan a la hora de arreglar los temas, de tocarlos y, sobre todo, la energía que se maneja y que se siente arriba del escenario. Es re importante eso que nos pasa, que es que nos queremos, que nos admiramos mutuamente y que nos divertimos mucho. No solamente tocamos, sino que, además, somos amigues”, expresa la artista.
Le preguntamos si puede sintetizar en tres cosas lo que vive con la música como oficio, como forma de vida en realidad. La uruguaya responde con emoción: respeto, libertad y apertura de cabeza, dice sin dudar.
“Con la música, vivo un montón de cosas. Yo creo que es una de las manifestaciones artísticas más directas, no solo para quienes tenemos la suerte de subirnos a un escenario, sino también a la hora de ser quien escucha. Es un arte que se puede comunicar de manera muy potente y más fácil, quizá, que otras manifestaciones artísticas. A la música la llevas en el celular, en cualquier lado y es algo con lo que permanentemente convivimos, aunque no siempre nos demos cuenta. Entonces, tener la oportunidad de poder crear canciones y, después, cantarlas y defenderlas arriba de un escenario y compartirlas, por un lado, me genera respeto, un respeto muy grande por el oficio, por este trabajo y por la gente que paga una entrada, que escucha tu trabajo y que, quizás, se identifica”, dice Ana.
Por otro lado, enfatiza: “La música me ha dado libertad, la posibilidad de ser quien soy sin ocultarme. He sentido la libertad de ser yo misma arriba de un escenario y cantar mi vida, contar mi vida a través de las canciones, compartir mis emociones, quizás íntimas, muy íntimas, y todo eso me ha traído, por suerte, respeto y apoyo”.
Para concluir, la compositora destaca que la música le ha permitido ―sobre todo― aprender. “Es apertura de cabeza, la música es conocer, es aprender, es viajar, es intercambiar con otros músicos, entonces, es ampliar horizontes. Yo siento que la música siempre te pone el horizonte más lejos… llegás a un punto y siempre hay más, siempre hay más para aprender y siempre hay más para compartir”, finaliza.
- Jueves 08/08 – 21 h en Platz Espacio Cultural ACIC (Maipú 350, Córdoba capital). Produce @puerta.276.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: A/D.