Comunidad Pluma Blanca: se postergó el veredicto por violencia sexual
Se presentaron los alegatos en el juicio por amenazas, coacciones y crímenes contra la integridad sexual hacia una integrante de la comunidad indígena Pluma Blanca. El veredicto se fijó para la segunda semana de agosto. Una sentencia para cuidar a la víctima, evitar la impunidad de los terratenientes y devolverle la palabra a la comunidad.
Por Anabella Antonelli para La tinta
Desde las 9 de la mañana, en la vereda de Tribunales 2 de la ciudad de Córdoba, se autoconvocaron personas de comunidades indígenas, organizaciones sociales y medios de comunicación, expectantes de la sentencia por los cuatro delitos contra la integridad sexual, amenazas y coacciones hacia una mujer de la comunidad indígena Pluma Blanca, que tenía 12 años cuando comenzaron los hechos de violencia.
Eugenia Scarpinello, abogada querellante de la familia, explicó que, por ser un caso complejo y con muchas aristas, el juez decidió postergar el veredicto para la segunda semana de agosto. En una audiencia breve, hablará el acusado y se dictará la sentencia. La querella y la fiscalía coinciden en pedir una condena efectiva de cuatro años y seis meses.
Los delitos son parte de la violencia que sufre la comunidad por parte de terratenientes que disputan sus tierras ancestrales. “Se tomó el cuerpo de la mujer como un botín de guerra”, afirmó Scarpinello en conversación con La tinta. Desde 2013, la comunidad que habita El Manzano, en la zona de Candonga, enfrentó ataques sistemáticos, “incluyendo violación de la propiedad, hostigamientos, amenazas, robos, matanza de animales, incendios intencionales y colocación de explosivos. La violencia de género ha sido utilizada como una herramienta de intimidación y desposesión”, expresaron en un comunicado público.
No es la primera vez. Scarpinello narró que hubo otro juicio por abuso sexual a una mujer de la familia y que el acusado fue absuelto. Paradójicamente, por esa causa, hoy transitan un proceso judicial por falso testimonio.
“La comunidad viene sufriendo diversos crímenes enmarcados en una violencia territorial. El territorio de Pluma Blanca es disputado por un terrateniente de la familia Remonda. En la instancia civil, se llevan adelante juicios por las tierras y ya hubo fallos favorables para la comunidad Pluma Blanca y se ha frenado el desalojo”, explicó Scarpinello.
Durante el juicio, la querella insistió en señalar que la etapa de instrucción estuvo plagada de errores y omisiones por falta de perspectiva de género y perspectiva indígena. Al finalizar la audiencia de ayer, Scarpinello rescató que el Ministerio Público Fiscal de la provincia de Córdoba, representado por el fiscal Dalma, pidió disculpas públicas a la víctima y a la comunidad por haberse realizado una investigación sin estas perspectivas ni los recaudos necesarios para escuchar y proteger a la víctima.
“Le queda un camino muy largo que recorrer al Poder Judicial ―dijo Scarpinello―. La perspectiva indígena no se agota con brindar un programa de acceso a la justicia, sino con capacitar peritos para que puedan evaluar la prueba o producirla desde esa perspectiva, incorporar la figura de intérpretes interculturales para acercar a las comunidades, su lenguaje y sus vivencias con el Poder Judicial. Si este falla sobre grupos de personas que desconoce, nunca va a ser un fallo del todo justo”.
Se espera una sentencia ejemplar, que cuide a la víctima, evitando un daño mayor o, incluso, un femicidio derivado, “que evite perpetuar la impunidad de los agresores para que no sigan cometiendo crímenes aberrantes ―sigue Eugenia―. Esperamos una sentencia que le devuelva la palabra a la comunidad y que haga que los terratenientes se den cuenta, de una vez, que esa tierra no es de ellos”.
*Por Anabella Antonelli para La tinta / Imagen de portada: Anabella Antonelli.
