Warminaka Sikuri, listas para el carnaval de Alberdi

Warminaka Sikuri, listas para el carnaval de Alberdi
9 febrero, 2024 por Inés Domínguez Cuaglia

Warminaka Sikuri es la única agrupación de mujeres sikuris de Córdoba. Vienen de distintas latitudes y tocan con mucho respeto sikus y tarkas, resignificando estos instrumentos como herramientas de lucha y visibilización. Se presentan este lunes en el Carnaval Popular de Alberdi. En esta nota, nos cuentan sobre el sentido ritual de las sikuriadas y la importancia que tiene para ellas el carnaval.

Alberdi es uno de los barrios más antiguos de Córdoba y de los que más abraza a las comunidades del norte de Argentina y de países vecinos que llegan por trabajo o estudio. Aquí es muy sencillo conseguir un buen picante de pollo, tamales o un rico ceviche. En Alberdi, las tradiciones se nutren, se resignifican y se comparten con alegría, sabores, colores y sonidos. Desde 2022, todos los miércoles cuando cae el sol, se arma el altar en el centro vecinal, se chayan los instrumentos, se forma la ronda y las Warminaka Sikuri comienzan a soplar.

Warminaka Sikuri es la única agrupación de mujeres sikuris de Córdoba. Vienen de distintas latitudes y tocan con mucho respeto sikus y tarkas, resignificando estos instrumentos como herramientas de lucha y visibilización.

Con La tinta, nos acercamos a conocerlas y conversar sobre el nacimiento de esta agrupación, las tradiciones de las sikuriadas, el sentido ritual de las mismas, los repertorios en relación a los momentos del año y el significado que tiene el carnaval para ellas.

“Somos hermanas, amigas que nos juntó el viento para abrazarnos, bailar y soplar como una manera de re-existir y resistir. En el año 2022, decidimos reencontrarnos, nutrirnos, intervenir y expresarnos en una ronda Warmi”, comparten y nos explican que su nombre significa mujeres en reunión en aymara, que, según nos cuentan, es un idioma aglutinante que tiene como símbolo la resistencia cultural andina de los pueblos del Abya Yala. 

Imagen: Ana Medero para La tinta

Las Warminaka Sikuri tienen como objetivo principal conectarse con su ancestralidad y ser un espacio seguro para mujeres e identidades feminizadas. Buscan apoyar las luchas que las interpelan como mujeres, marrones y originarias, a la vez que visibilizar su cultura y cosmovisión andina. Por eso, el repertorio siempre tiene que ver con ser parte de la construcción de resistencias, de las luchas que sostienen, con el cuidado de la madre tierra, la cultura y las mujeres. 


«Soplamos el sikuri, instrumento ancestral, como forma de resistencia de un entorno que trata de invisibilizar las raíces. Fuerza warmi contra opresiones estructurales hacia las mujeres que pisamos estos territorios. A través de la unión de diversos sonidos y sentires, podemos contar la historia oral y memorias de nuestras achachilas», transmiten desde la agrupación que intenta recuperar el sentido ritual de las rondas de sikuri para comprender la importancia de lo comunitario, la complementariedad y reciprocidad de la cosmovisión andina.


Las Warminaka nos cuentan que el siku es un instrumento de viento formado por dos partes: el arka y el ira. Y que, de alguna manera, la música se da al entrelazar notas sopladas por una parte y otra, algo que llaman conversación activa.

«Para que pueda hacerse la melodía tiene que existir esa comunicación entre ambas partes, reciprocidad, un ida y vuelta, una respuesta. No podría existir la música sin la otra. Esto puede funcionar como metáfora para el fortalecimiento de la conexión y escucha con lxs otrxs y el entorno: akapacha, todo lo que nos rodea», afirman.

En esta época de carnavales y en sintonía con las tradiciones, también se tocan las tarkas. Las chicas comparten que se las usa para llamar las lluvias. «El siku, al ser de boquilla abierta, aleja la lluvia y la tarka ―de boquilla cerrada― la atrae. Tocar estos instrumentos te lleva a conocimientos ancestrales conectados con los ciclos agroecológicos, la cosecha y los astros. Esto tiene que ver con la conexión que tenían los pueblos originarios en el momento del festejo de la cosecha. Por eso, en esta época, desde noviembre hasta marzo, se siguen tocando las tarkas que están dormidas el resto del año», explican.

Carnaval es festejo popular, encuentro y abrazo colectivo. Jolgorio de días y noches, preparativos de un año entero, músicas, colores, sabores. Lxs vecinxs a las calles, espuma loca y bombuchas. Ese es el carnaval cordobés. En nuestras culturas originarias, el carnaval es un festejo para agradecer a la Pachamama por la vida y la cosecha. El pueblo se reúne en agradecimiento y ofrenda.

«La celebración del carnaval no puede desaparecer porque forma parte de nuestra cultura e identidad, pero sobre todo porque surgió del pueblo más oprimido. El carnaval es muy esperado por nosotras. En la cultura andina, celebramos carnavales danzando y soplando las tarkas para pedir buenas cosechas y lluvias. Entonces, también es cosechar la alegría, compartirla con amigxs que nos apañan y acompañan en este transitar de vientos y amor. Carnavales es reunión, es colores, comunidad. En el contexto actual, reunirnos, mirarnos y jugar es revolucionario«, afirman con contundencia las Warminaka Sikuri.

Las Warminaka Sikuri son Camila Guzmán, Rocío Callohuanca, Laura Miranda, Fátima Callohuanca, Julieta Caballero, Gisel Molina, Mayu Romero, Rocío Solar, Lucha López, Daysi Palian, Fer Ontivero y Ceci Cruz. Se presentan este lunes en el Carnaval Popular de Alberdi a partir de las 17 h en 9 de julio, esquina Arturo Orgaz. También se presentarán el 18 de febrero en el Carnaval del Complejo deportivo boliviano, en Ernesto Molina 280, barrio Posta de Vargas.

*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.

Palabras claves: carnaval, carnavales barriales, Mujeres Músicas

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