Uniendo plazas: la familia del rap cordobés
En el marco de la Final Nacional Red Bull Batalla 2023 que tendrá lugar el próximo 28 de octubre en Córdoba capital, te invitamos a conocer más sobre la escena del freestyle en esta ciudad. En esta oportunidad, te contamos sobre Uniendo Plazas, una organización sin fines de lucro que acompaña con diversas acciones a pibes y pibas que sueñan rap.
Por Anabel Belaus para La tinta
Son más de las doce de la noche de un miércoles frío de septiembre y una ronda de pibes y pibas esperan la final de la Only Bars, actualmente la principal batalla de rap del under cordobés. Antes de eso, es momento de entregar el premio al MVP (del inglés, Most Valuable Player, es decir, el mejor valorado de la fecha) y el “frasco de la fortuna”. Desde atrás de la ronda, Andrea Zurita levanta en una mano un piluso con el logo de la Only mientras con la otra mano muestra un frasco de mermelada con la misma imagen. Los objetos pasan de mano en mano para llegar al centro de la ronda y el host de la competencia agradece a Uniendo Plazas por aportar los premios mientras el público aplaude y silba.
Esta escena se repite miércoles de por medio en el Paseo Sobremonte, plaza ubicada en el centro de la ciudad de Córdoba. Andrea Zurita y Dante Arhia son considerados “la mamá y el papá de la plaza”, y junto a sus hijos Simón, Josefina y Barto conforman Uniendo Plazas, una organización sin fines de lucro que busca acompañar a pibes y pibas que apuestan al rap y al freestyle.
La historia de Uniendo Plazas comienza cuando Barto, el menor de sus hijos (y actual clasificado para la Final Nacional Red Bull), quiso empezar a participar de competencias de rap en Córdoba, convencido de dedicarle más tiempo a este arte para hacerlo “en serio”. En ese momento, tenía 13 años, así que Dante y Andrea decidieron acompañarlo cada vez que surgía la oportunidad de presentarse a alguna batalla fuera de Salsipuedes, donde vive la familia.
“Cuando vos empezás a ir a la plaza, no sólo ves a tu hijo, ves a los otros y empezás a ver necesidades, empezás a ver ausencias, empezás a ver miles de cosas”, nos cuenta Andrea y agrega: “Al vernos con Dante todo el tiempo en las plazas, empezaron los pibes y las pibas a generar un lazo y una confianza, y bueno, ahí te enterás de todo y así es como nos fuimos comprometiendo”. Poco tiempo después, aunque sin fecha exacta, nació Uniendo Plazas.
Las actividades que hacen son diversas, según las necesidades que vayan detectando. Una de las primeras cosas que hicieron fue buscar sponsors para las batallas de las plazas, con el objetivo de incentivar la participación. Han conseguido premios de los más variados, desde tablas de skate hasta cuellitos tejidos a mano para la época de frío. Sin embargo, hay uno que se convirtió en clásico: el piluso confeccionado con ropa reciclada y decorado por Josefina, hija de Andrea y Dante, que galardona a quien -haya llegado a la final o no- se considera el o la mejor de la fecha, el MVP.
Otra de las grandes tareas que realizan es gestionar alojamiento para quienes viajan a competencias desde o hacia otras provincias. En relación a eso, Dante cuenta que “en todas las clasificatorias y en las regionales, siempre tuvimos acá muchos raperos, la última tuvimos como 16”, y más adelante agrega: “Nos escribe alguno que está en Mendoza y nosotros le buscamos alojamiento en Mendoza, porque ellos no consiguen. Nosotros entramos a tirar redes, porque acá han parado todos, entonces conseguimos”.
Pero más allá de las necesidades materiales, que son muchas, Andrea y Dante brindan un espacio de escucha y contención que se siente familia. Sarca, organizador de la Only Bars, dice: “Ellos son así, padres de todos, tienen como ese rol de contención emocional, de un lugar tranquilo. Son el papá y la mamá de la plaza”. También desde un rol de cuidado, Uniendo Plazas ha actuado en defensa de los pibes y las pibas que participan en competencias y eventos de rap, la gran mayoría menores de edad, ante intentos de algunos organizadores de sacar provecho del atractivo de su arte. Andrea cuenta anécdota tras anécdota de cómo tuvo que poner el cuerpo ante el prepoteo policial en épocas de pandemia (en batallas previamente autorizadas por la Municipalidad) y más de un intento de estafa por parte de propietarios de bares y organizadores de eventos. A eso, se suma el rol de mediación cuando surgen conflictos internos, ya sea en las competencias o simplemente entre raperos: “Hacemos los domingos un asadito y charlamos todos ahí afuera, limamos las asperezas o lo que sabés que no está bueno, entonces nos unimos acá y hablamos entre todos y decimos sin careta”, cuenta Andrea y agrega: “Después de que se empezaron a conocer, algunos son muy amigos y eso también ayudó una banda. Ante eso, Uniendo Plazas fue unificando mucho”.
Para quienes habitan el mundo de las competencias de rap del under cordobés, Uniendo Plazas es ya una parte esencial. Sus acciones y roles van mutando según el evento y la necesidad, pero, miércoles de por medio, están firmes en el Paseo Sobremonte, sentados en sus reposeras, tomando mate y charlando con participantes o público de la Only mientras esperan que empiecen las clasificatorias o llegue el último tramo, que se suele poner picante. Esas reposeras luego son las que usa el jurado para elegir, desde octavos hasta la final, a quien merezca el primer puesto esa noche.
También son Andrea y Dante quienes llevan, cada vez, el parlante que se usa para que hasta la última fila del público pueda disfrutar la batalla. Y no menos importante, Andrea se encarga durante toda la jornada del famoso “frasco de la fortuna”, un invento suyo para sumar emoción al encuentro. “Quería que también el público se lleve algo, que sea partícipe de la compe, no solo ir a ver. Y le dije al Sarca y me dijo bueno, dale, sí, sí, implemente”. El frasco de la fortuna llega vacío, pero se va llenando con lo que cada persona puede sumar. A cambio de cada aporte (según el monto), se le dan números para el sorteo que se realiza antes de la batalla final, al mismo tiempo que la elección del MVP. Quien sale sorteado se lleva el frasco, con todo lo que se haya recolectado. “Y entonces, en las otras plazas, me preguntan: ¿cómo es lo del frasco de la fortuna? Pero no lo terminan de entender. En la única compe que lo hago es en la Only porque nació en la Only”, explica Andrea.
Hay un rap que llena estadios y explota las listas de reproducción, pero hay otro que mantiene su esencia en lo que constituye el under en las ciudades. Se trata de pibes y pibas, la gran mayoría adolescentes, que habitan las plazas para rapear y compartir un buen rato. Cada quien tiene su búsqueda y sus sueños, pero, de un modo u otro, todos le ponen el cuerpo a un arte que ocurre por fuera del circuito comercial, sin más recursos ni protecciones que los que en conjunto se puedan brindar. En ese contexto, Uniendo Plazas se constituyó como refugio y espacio seguro al cual acudir cuando las cosas se complican, o bien simplemente cuando pinta compartir un mate, una charla y un abrazo.
*Por Anabel Belaus para La tinta / Imagen de portada: Ana Medero para La tinta.
