Sol Rodríguez Maiztegui: «Hay que hackear el viejismo»
¿Se puede envejecer saludablemente? ¿Se puede interpelar el viejismo, el edadismo, la gerontofobia en esta cultura antiedad? La especialista -e impulsora de El Club de La Porota- ofrecerá mañana, en ADIUC, un encuentro (gratuito y abierto al público) para quienes quieran conocer y ser parte de una comunidad de personas envejecientes con una mirada más real y con menos prejuicios y estereotipos de las vejeces.
Tres ideas sobre la edad.
Una. Los años son cantidades arbitrarias, pero infalibles.
Dos. Los meses tienen la costumbre de repetirse, pero cambian las tonalidades.
Tres. Ninguna de las ideas anteriores me importa demasiado.
Por eso, cuatro ideas sobre la edad.
Cuatro. Siempre tuve y tengo entre tres y noventa y tres años.
Carlos Skliar
«La gran paradoja de estos tiempos es que deseamos vivir más, pero no queremos envejecer», dice Sol Rodríguez Maiztegui. La especialista en gerontología y licenciada en Comunicación Social coordinará un taller en el Gremio de los Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba (ADIUC). El objetivo del encuentro, contundente y atractivo: «Hackear el viejismo».
Durante años, Sol trabajó y dirigió el Espacio Illia, y cuenta, en diálogo con La tinta, que fueron tiempos donde buscaron refundarlo y en los que volvieron a imprimirle vida a un lugar que había sido concebido para promover actividades socioculturales y recreativas para personas mayores. Es en ese momento cuando la comunicadora empieza su proceso de especialización en gerontología, hasta convertirse, luego, en parte de los comités académicos que pusieron en marcha diplomaturas y cursos sobre la temática.
En el 2022, Naciones Unidas eligió a Sol, entre 500 candidatos de todo el mundo, como una de las 50 líderes del «envejecimiento saludable» por su propuesta de comunicación y vejez: El Club de la Porota. «Somos una comunidad, un club, una propuesta, una productora, un espacio colaborativo», dice y agrega: «La Porota es una iniciativa que intenta que podamos hackear la mirada estereotipada y prejuiciosa que tenemos sobre, y principalmente, nuestro propio proceso de envejecimiento y, en consecuencia, sobre el proceso de envejecimiento de los demás y hacia las personas mayores del presente, que vamos a ser -con algo de suerte- vos y yo en un futuro. Entonces, Porota viene desde hace años tratando de interpelar el viejismo, que son actitudes discriminatorias que tenemos hacia las personas mayores por su condición de persona mayor y por su edad. Y uno de los objetivos de la Década del Envejecimiento Saludable, que plantea Naciones Unidas, es justamente trabajar sobre el viejismo, el edadismo, la gerontofobia, porque está comprobado que, si envejecemos con este tipo de estereotipos negativos sobre nuestro proceso de envejecimiento y el de los demás, deterioramos significativamente nuestra calidad y expectativa de vida«.
Lejos de dedicarse solo a promover, por ejemplo, una buena alimentación -aclara Sol-, que sí hace a un envejecimiento saludable, la meta es formar y reflexionar sobre las narrativas construidas sobre el proceso de envejecimiento.
Hay data dura: el siglo XXI es el siglo de la longevidad, del envejecimiento poblacional. La especialista sostiene que, comprobado demográficamente, en poquitos años, para el 2050, en Argentina y en el mundo habrá más personas mayores que menores de 15.
«El envejecimiento poblacional es un hecho y nuestro país está envejeciendo a un ritmo moderado y sostenido. Ya más del 17% de la población argentina tiene más de 60 años. De hecho, en el 2017, Argentina adhirió a la Convención Interamericana de Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores y, el año pasado, le otorgó a la convención rango constitucional. O sea, es una temática que llega para quedarse e insisto en el uso de los términos, de las palabras. Es una temática, no es una problemática. Si nos cuesta hablar de vejez, si nos cuesta hablar de viejo-vieja (palabras que tienen muy mala prensa), no sucede lo mismo cuando decimos niño-niña, adolescente, joven-adulto y es porque evidentemente subyace un miedo, ¿no? El miedo a envejecer, el miedo a la muerte, el miedo a la dependencia, el miedo al deterioro«. Hablar de esto es clave para desarmar los temores y para promover el llamado envejecimiento saludable, y, según Rodríguez Maiztegui, es importante comenzar en etapas muy previas a ser personas mayores o de empezar a transitar la etapa de la vejez.
«La gran paradoja de estos tiempos es que hemos logrado realmente vivir más, hemos prolongado la expectativa de vida, pero no queremos envejecer. Y eso es imposible porque el envejecimiento es inherente a la vida. Envejecemos todos, todos, todos los días. Envejecer es parte de la vida», afirma.
Hackear el viejismo, repite la especialista y aclara que es un juego de palabras. Insiste en que la clave está en intentar no vincular a la vejez con el deterioro, las pérdidas, la soledad, la enfermedad, porque eso limita nuestras potencialidades, nuestras habilidades como personas. «Y, sobre todo, porque si bien a lo largo de la vida nos vamos reconstruyendo, redefiniendo, reconfigurando, lo cierto es que cuando intentamos vivir la vejez desde los estereotipos, a la larga, terminamos más actuando por el prejuicio que resonando con quienes somos. A lo largo del tiempo, uno también se va volviendo más selectivo, la experiencia nos va devolviendo su riqueza. Entonces, que algunas cosas ya no las hagamos como antes es natural, es previsible, es esperable, pero no por eso tengo que desempoderarme, no por eso tengo que enajenarme de quién soy, no por eso tengo que cederle a los demás la competencia de decidir sobre mi vida», finaliza.
- Martes 29 de agosto – 9 h – Sede de ADIUC (Av. Haya de la Torre y Av. Rogelio Nores Martínez). Entrada gratuita y abierta a todo público.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: El Club de la Porota.
