Barbi Recanati: «Para mí, el rock es algo muy genuino y orgánico que pasa en vivo»

Barbi Recanati: «Para mí, el rock es algo muy genuino y orgánico que pasa en vivo»
18 agosto, 2023 por Vir del Mar

Ella es, sin dudas, una de las rockeras jóvenes más potentes de la escena alternativa en nuestro país. El sábado 19, llega a Córdoba con la producción de GRL PWR para presentar su último disco, «El final de las cosas», que afianza a su paso el sonido que caracteriza a la cantante.

Afortunadamente, hoy podemos pensar en la escena del rock local y tener muy a mano la presencia de mujeres cis y trans, tortas, travas, maricas, masculinidades trans y un largo reguero fuera de las normas. Barbi, que pertenece a esta generación, habita la escena musical con un ejercicio que permanentemente mira al pasado, ella sabe que siempre estuvimos, aunque la historia se haya contado de otra manera. Un ejercicio que comunica y cuenta a todxs, pero que también se trasluce en el sonido de sus canciones. Su flamante disco, «El final de las cosas», refleja la densidad de su amor por la música y, quizás, ensaya una respuesta sobre el rock en estos días. 

—Desde hace un tiempo, venís haciendo un trabajo importante de historizar la presencia de mujeres, travestis, lesbianas y demás identidades por fuera de la norma en la industria musical. ¿Cómo llegás a hacer ese ejercicio?

—Aparece en un momento claro. Futurock, en el 2018, me invita a hacer el podcast que después fue «Mostras del rock». Empecé a escribirlo hablando sobre mis ídolas musicales de la adolescencia, que eran Patti Smith, Siouxie, PJ Harvey y alguna más. Investigando veo una entrevista en la que una artista nombra a otra artista, a Rosetta Tharpe, y en dos segundos llego a Mamie Smith. Ella era el primer blues grabado en la historia.

A partir de ahí, aparecía el rock no solamente como género, sino en la industria musical. Fue una revolución sin precedente; prácticamente, la invención de la música popular que conocemos y yo no sabía que había sido una mujer. De hecho, tenía el recuerdo de que había sido Robert Johnson el primero en grabar un blues y él aparece seis años después de esta grabación. Entonces dije: si yo soy tan melómana, sé tanto de música y no sabía esta historia, ¿cómo se me escapó? Empecé a armar un hilo sobre las cosas que yo no sabía y le sumé las cosas que sabía, y me di cuenta de que la historia del rock, la que yo recuerdo, está mal.

Primero, sentí una furia muy grande, una indignación. Yo tengo como una colección muy grande de vinilos, soy muy melómana y la música siempre fue mi vida. No necesariamente tocar un instrumento, nunca fui muy buena en mi instrumento, siempre fui más expresiva. Pero sí me destacaba por saber de música. Yo era la que más sabía de música en la habitación, siempre. Me di cuenta de que no sabía nada, yo y un montón más, que todas estas historias estaban ahí, pero estaban como tapadas, no estaban en los relatos. Empecé a revisar mis libros y mi biografías acá en casa, y no aparecían ellas. 

A partir de ahí, nació «Mostras del Rock» y no paran de aparecer las historias. Y no es que yo investigo, es simplemente que me interesa. Las historias están ahí todo el tiempo, lo único que pasó fue que yo empecé a tener un interés muy específico. Cuando escucho el nombre de una música y escucho 1973, automáticamente digo: ¡Pará! No la conozco, ¿quién es? Y empiezo a investigar. Siempre hay una historia increíble por detrás. A partir de ahí, apareció mi obsesión por aprender y contar, contarle a todo el mundo. Se volvió una de mis actividades favoritas.

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Imagen: Jake Hanson

¿Sentís que Goza Records se linkea con esto de alguna manera?

—»Mostras…» y mi trabajo alrededor de esa divulgación tiene que ver con reconstruir la historia del rock que yo consumí, y Goza tiene que ver con la historia del rock que yo habito, con la escena que habito. Para mí, hoy, hacer música es divertido y es un goce constante y permanente, y tiene que ver con que los espacios que habito como música están llenos de pibas y pibis, de compañeras y compañeres de todo tipo. Y no hablo solamente de si son lesbianas o trans o no binaries, hablo también de lo federal y lo social. Durante muchos años, habité un espacio que era muy porteño, muy masculino, muy hetero y hoy hay una escena musical y artística paralela y alternativa que cada vez es más grande. Me gusta pensar que Goza también ayuda un poquito a ese espacio alternativo.

Hace poco, lanzaste «El final de las cosas», un disco que es una pequeña maquinita sonora que tiene un juego con la nostalgia, pero al mismo tiempo es un sonido muy único. ¿Cómo es tu trabajo creativo? ¿Cómo componés las canciones?

—Por lo general, se me ocurre algo de la letra, se me ocurre una melodía o una intención, y ahí voy corriendo a agarrar la guitarra y construyo la canción. Es algo más conjunto lo que pasa. Me suele pasar que lo liquido todo en un rato, me encierro y en 15 minutos la canción está armada, y seis meses después sigue siendo la misma canción, pero con instrumentación distinta. Es más, me pasa que a veces es una canción que no tiene estribillo y ya sé que no lo va a tener.

¿Y aparecen otras personas o siempre sos vos en la composición?

—Yo cumplo un rol más de producción en la instrumentación, donde sí digo lo que quiero, cómo lo quiero y le doy mil vueltas a la canción. La persona número uno en la instrumentación de las canciones es Juan, que en vivo toca la guitarra, pero que en el estudio hace mil cosas, graba los bajos, mucho de los sintes. Tommy cumple un rol fundamental en la parte rítmica y Lux, en el último disco, tuvo mucha participación tanto el sinte como en vientos. A veces también venía Maru al estudio y me hacía sugerencias sobre las canciones. Yo sé perfectamente lo que quiero, pero es la banda la que cumple ese deseo mío.

—Y el disco, ¿cómo se va armando? Porque lo escuchamos y hay una obra compuesta por canciones diferentes, pero se escucha como una obra. ¿Cómo vas construyendo esa totalidad?

—Hay una referencia cuando arranca el disco, que es una referencia que inventamos, ¿no? A partir de las primeras canciones, empieza a pasar algo sonoro que después se repite en todo el disco. También tiene que ver con que creo que hay un audio y un sonido que se volvió una identidad de mis canciones en los últimos años, que es bastante particular. El chiste es que yo dentro del estudio digo: «Más oscuro, más oscuro, más oscuro», y de repente me empiezo a volver una especie de Drácula y eso se volvió como una identidad sonora.

Este disco lo presentás en Córdoba el 19 de agosto. ¿Qué pasa con las canciones en vivo? Porque una cosa es grabarlo en un estudio y otra es tener al público ahí.

—Veníamos ensayando mucho y nos generaba dudas e inseguridades que fuera tan abajo y tan oscuro. Tocamos en Uruguay hace unos días y estuvo buenísimo, fue muy enérgico, una fiesta. Fue todo lo opuesto al bajón que nos generaba en la sala. Cuando volvimos a ensayar para los shows de Rosario, Córdoba y Niceto, volvimos sabiendo que en vivo se genera esta adrenalina, entonces el ensayo ya cambió. Hay canciones que son momentos nuevos en vivo, muy especiales. En el caso de «Lo hice mío» o «Arte arte arte», son momentos muy arriba que, desde el primer show, ya nos dimos cuenta de que en vivo van a ser momentos muy especiales siempre.

El rock es un género musical que, a lo largo de la historia, ha sido muy prolífico en sus formas. ¿Para dónde pensás que está yendo? ¿Qué pregunta se está haciendo hoy el rock?

—Lo que tiene el rock en particular es que para mí el rock es una cosa y para el resto es otra. Cada uno adopta el concepto rock para lo que quiere. Para mí, el rock es algo muy genuino y orgánico que pasa en vivo, y me encontré con que la mayoría de las personas que conozco que defienden el rock no son ni genuinas ni orgánicas, se disfrazan de rock para salir a tocar. Después, en sus casas, tal vez son personas re sexistas, homofóbicas, gorilas, de derecha, cero rockeros. Tal vez lo que les parece rockero es la campera de cuero, el peinado o si la guitarra eléctrica es Les Paul, eso le parece rockero. Creo que la pregunta que se está haciendo el rock es si todavía existe.

Para quienes quieran ir a ver a Barbi Recanati, las entradas se consiguen acá. Vamos, prometo que es un deleite.

*Por Vir del Mar para La tinta / Imagen de portada: Jake Hanson.

Palabras claves: Barbi Recanati, Rock nacional

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