El call center Protection One SRL despidió a un centenar de trabajadores en Córdoba
Hace poco más de una semana, la empresa que se dedicaba a realizar portabilidad y ventas del servicio de fibra óptica para Telefónica Argentina despidió a más de 100 personas y, hasta el momento, se niega a pagar las indemnizaciones correspondientes.
Cada vez que aparecen noticias que incluyen las palabras “call center” y “trabajadores”, nuestro cerebro linkea automáticamente con precarización laboral, angustia e incertidumbre.
Quién no conoce a alguien que haya pasado por alguno de estos lugares. Son muchos los relatos que dan cuenta de la alienación del headset y las constantes presiones para mantener ciertos niveles de productividad que -no importa cuándo leas esto- siempre van a contramano de la salud de quienes ponen sus voces al saludo de “Buenos días, mi nombre es Cecilia, ¿en qué puedo ayudarle?”.
A esto, se le suma el hostigamiento y la persecución sistemática que se aplica cuando la organización colectiva intenta unir fuerzas para mejorar las condiciones laborales y la poca o nula presencia de los sindicatos para garantizar derechos.
La situación escala a otro nivel cuando la empresa en cuestión decide ejecutar despidos masivos. Tal es el caso de lo sucedido el 27 de julio pasado en nuestra ciudad, cuando Protection One SRL, constituida en el año 2006 y dirigida por Javier Otamendi, Raul Mare y Waldo Nallar, decidió cerrar sus puertas, desvincular al 65% de su planta mediante un acta firmada por escribanía y enviar telegramas para completar el resto de los despidos.
Desde ese fatídico día, las personas llevan adelante diferentes acciones para que se les abone lo adeudado y se haga efectiva la aplicación de un derecho laboral fundamental: el cobro de la indemnización.
La semana pasada, se realizó una manifestación en el Ministerio de Trabajo donde, en el marco de un cuarto intermedio, Telefónica propuso pagar todas las indemnizaciones con la condición de que Protection One SRL no comience una demanda comercial. La propuesta fue rechazada por Otamendi, negando así el derecho legal a la indemnización y dando lugar al potencial avance de más de cien juicios.
“Somos la gran mayoría mujeres-madres-jefas de familia con un promedio de antigüedad de más de 5 años. También hay compañeras a punto de jubilarse que, al no haber recibido aportes durante 6 meses, se ven perjudicadas para cobrar su jubilación. Estamos teniendo problemas con el SUAF, ya que no han hecho los aportes correspondientes a junio y julio, y por ende, quienes tenemos hijos no hemos cobrado esa ayuda. Son muchos los incumplimientos que nos afectan”, expresó una de las trabajadoras despedidas que prefirió guardar el anonimato.
Haciendo un recuento desde el año pasado y particularmente en los últimos meses, las irregularidades sobran:
- Atraso en pago de haberes de abril y julio 2023
- Falta de pago de comisiones
- Aguinaldo de junio 2023 pagado en dos cuotas
- Haberes con el 70% no remunerativo para evadir aportes durante 6 meses (noviembre 2022/abril 2023)
- Aguinaldo de diciembre 2022 pagado en tres cuotas
Ante tal situación, las asambleas asumieron un rol fundamental para organizar los reclamos e intentar proteger a les trabajadores. La respuesta de parte de la gerencia de la cuenta no tardó en llegar con amenazas constantes de suspensiones y/o despidos, malos tratos y persecuciones dentro del horario laboral.
La Cámara Argentina de Centros de Contacto, C.A.C.C., reconoce a la Asociación de Trabajadores Argentinos de Centros de Contacto, A.T.A.C.C., como legítimos representantes de los trabajadores de las empresas que la integran y que se desempeñan en alguna de las categorías descritas en el Convenio Colectivo de Trabajo 688/14 para la actividad de Servicios de Centros de Contacto para Terceros.
A su vez, la A.T.A.C.C. reconoce a la C.A.C.C. como la entidad empresaria con aptitud representativa para negociar colectivamente en los términos de la legislación vigente, en representación de las empresas prestadoras de servicios de contactos y gestión de procesos de negocios para terceros, vinculados a la economía del conocimiento, asociadas a la misma.
Tanto Protection One como el gremio A.T.A.C.C. prometieron la reubicación de todo el plantel despedido, pero hasta el momento, más de la mitad no pudo conseguir otro trabajo aún.
Una cuestión de salud que va de la mano del desgaste mental y que condiciona de manera determinante el ingreso a otro call center es el estado de las cuerdas vocales, forzadas a trabajar bajo presión, con una acumulación de cansancio y necesidad de tratamientos adecuados para su recuperación.
Hoy, a las 13, se llevará a cabo otro cuarto intermedio en la sala de audiencias del Ministerio de Trabajo. Afuera, sobre calle Rivadavia al 646, se manifestarán con carteles y pancartas quienes fueron despedidos y están en pie de lucha para que se reconozcan sus derechos laborales. “Las expectativas son bajas, aunque la esperanza no la perdemos. Que Telefónica acceda al pago de indemnizaciones es un montón, no ha sucedido con otros call center, como Corphone, que directamente fueron a juicio. Tenemos una leve esperanza, pero dependemos de la respuesta de Otamendi, el cual quiere todo a su favor: fundió una empresa, pero quiere salir beneficiado al 100%”, concluyó la exempleada.
*Por Fernanda Albornoz para La tinta / Imagen de portada: A/D.
