¿Por qué el Mundial de Australia y Nueva Zelanda marcará un antes y un después en el fútbol femenino?
El torneo que arranca el 20 de julio presenta un sin fin de novedades que son el resultado de la lucha de las mujeres por mejores condiciones.
Por Ana Dalmasso para La tinta
El próximo 20 de julio a las 4 de la mañana dará su puntapié inicial el Mundial femenino 2023 de Australia y Nueva Zelanda, con el encuentro que disputarán neozelandesas y noruegas por el Grupo A. Será la primera vez que una Copa del Mundo femenina tenga a 32 equipos participantes, así como también la primera en ser organizada por dos países.
Bajo la órbita de la FIFA, los mundiales comenzaron en 1991 con un total de 12 equipos y ahora se extendió a la misma cantidad que tuvo el masculino durante varios años -en 2026 subirá a 48-. El objetivo principal de esto es potenciar el desarrollo del fútbol femenino en los cinco continentes, aspecto que, para esta Copa del Mundo, resultó en la clasificación de ocho selecciones debutantes, es decir, el 25% de los países que competirán nunca habían estado en una cita como esta. Además, se dio un formato inédito de repechaje, a modo de play-off, con diez equipos. Panamá, Haití, Portugal Marruecos, Vietnam, Irlanda, Zambia y Filipinas son los que tendrán su primera vez.
Para la selección argentina será su cuarta presencia, tras el 2003, 2007 y 2019. El balance que mantiene la albiceleste en esas participaciones es de siete derrotas y dos empates con 37 goles en contra y 5 tantos a favor. Nunca logró ganar en una Copa del Mundo ni tampoco clasificar a octavos de final, por lo que este año esos son los objetivos principales del plantel de Germán Portanova.
La mayor inversión de la historia
Si el Mundial de Francia 2019 había sido histórico por una variedad de razones, lo que se vivirá este año en Oceanía marca el inicio de un camino que espera ver el fútbol femenino mucho más desarrollado de cara a 2027.
Para esta edición, la FIFA destinó 152 millones de dólares entre premios y subsidios, tres veces más que en Francia hace cuatro años y más de 10 veces más que la cantidad ofrecida en el torneo de 2015, en Canadá. Ese impresionante monto, que aún está muy lejos de lo que pasa en el masculino, tendrá diferentes destinos. Por el lado de las federaciones, recibirán 1.56 millones de dólares por disputar la fase de grupos, 1.8 millones por llegar a octavos de final, 2.1 millones al alcanzar cuartos, 2.4 millones al cuarto puesto, 2.6 millones al tercero, 3 millones al subcampeón y 4.3 a quien se corone en Australia-Nueva Zelanda.
Este incremento se suma a la multiplicación por dos de las cantidades destinadas a la preparación de las selecciones participantes, para ayudarlas en la puesta a punto de cara al certamen. Así, la cifra pasa a 31 millones de dólares, contra los 12 de 2019, cuando se introdujo esta partida por primera vez. Asimismo, el Programa de Ayudas a Clubes, también introducido por primera vez en 2019, tendrá una dotación de 11 millones de dólares, frente a los 8 de hace cuatro años. Este compensa a los clubes que ceden a las jugadoras durante el certamen, con una cantidad de dinero por día de estadía en el Mundial.
Además, las 736 jugadoras que participarán en el evento percibirán al menos 30 mil dólares cada una, simplemente por disputar la fase de grupos del máximo certamen, garantía inédita y aceptada con el beneplácito por el Sindicato de Futbolistas Profesionales FIFPro. La cantidad aumentará a medida que avance el torneo: 60 mil dólares para las que accedan a octavos de final, 90 mil para cuartos, 165 mil para las perdedoras del partido por el tercer puesto, 180 mil para las terceras, 195 mil para las finalistas y 270 mil para las campeonas.
Finalmente, otro de los logros de la lucha de las mujeres y como resultado de la decisión política de la FIFA, se mejoraron las condiciones para las delegaciones. Se invirtió para que este año los planteles y staff tengan las mismas facilidades que la Copa del Mundo Qatar 2022. El número que compone la delegación por equipo, el nivel de viajes nacionales e internacionales para el torneo, las normas y habitaciones de alojamiento, los campamentos base y las instalaciones de los equipos, entre otros servicios que la FIFA ofrece a los equipos participantes, se brindarán al mismo nivel que los brindados a los hombres el año pasado y en el futuro.
¿Qué pasa con la paridad salarial?
Las vigentes campeonas del mundo, Estados Unidos, hicieron bandera de la “igualdad salarial” durante Francia 2019. En el estadio tras la coronación, se cantaba tanto por el título obtenido como por que la federación estadounidense les otorgue pago igualitario a las pentacampeonas. Actualmente, son 14 las selecciones femeninas que han logrado acuerdos de paridad salarial con su par masculino. Canadá es la última en encontrarse en lucha y cuenta con un compromiso de la federación tras el principio de acuerdo.
«Se ha llegado a un principio de acuerdo con las jugadoras de la selección para la financiación provisional de 2022. Los términos reflejan un acuerdo similar al que existe con los jugadores de la selección masculina, que incluye incentivos por partido y compensación basada en resultados», anunció Canada Soccer. El comunicado informó que «todavía se está negociando un nuevo acuerdo de negociación colectiva general» para ambos combinados. «Por lo tanto, el acuerdo de financiación provisional con las jugadoras del equipo nacional femenino está sujeto a cambios en función de los detalles incluidos en el acuerdo de negociación colectiva final», apuntó. Las jugadoras se declararon en huelga en febrero, argumentando que la falta de financiación que denuncian creen que comprometerá su capacidad para actuar en el Mundial femenino.
La selección de Noruega fue la primera en alcanzar este derecho y cada caso tiene su particularidad. Sin dudas, lo de Estados Unidos y Canadá tiene más resonancia porque son las vigentes campeonas del mundo y medalla de oro olímpica respectivamente.
Para la selección de Noruega, el primer paso hacia la igualdad salarial se dio con Ada Hegerberg, primera mujer en ganar un Balón de Oro. Hegerberg renunció a la selección después de la Eurocopa 2017 debido a la diferencia de trato que había con el equipo varonil. Poco después de su partida, la Federación de Noruega dio a conocer la paridad de remuneraciones. Ada Hegerberg decidió regresar cinco años después del acuerdo y fue parte de los clasificatorios de cara al Mundial 2023.
Otras selecciones con paridad salarial son: Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Australia, Brasil, Inglaterra, España, Países Bajos, Irlanda, Gales y Sudáfrica. Sin embargo, las africanas hoy atraviesan una situación muy decepcionante.
Las Banyana-Banyana, rivales de Argentina en el Grupo G, se encuentran en pleno conflicto con la Asociación Sudafricana de Fútbol (SAFA) y no se presentaron para disputar su partido de despedida frente a Botswana. Ante la negativa de presentarse, el equipo nacional femenino que representará a Sudáfrica en la Copa del Mundo fue reemplazado por un equipo formado por la SAFA, después de que las jugadoras seleccionadas amenazaran con boicotear el partido. A pesar de sus intentos de asistir al encuentro, las seleccionadas no pudieron ingresar al estadio durante el entretiempo, ya que se les negó el acceso por parte de la organización. Con el equipo improvisado, Sudáfrica perdió por 4-0.
El acuerdo que firmó España para las madres futbolistas
La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y las jugadoras de la selección española firmaron un acuerdo para establecer las medidas de conciliación familiar de cara a la participación en el Mundial. En concreto, se favorecerá y articulará el desplazamiento de familiares directos de las jugadoras para acompañarlas durante el campeonato y se facilitará que las jugadoras con hijos e hijas menores de dos años puedan tenerlos cerca, detalló la federación.
Gracias a este acuerdo, las jugadoras que tengan hijos/as menores de dos años tendrán la opción de que sus parejas/cuidadores y los niños/as puedan estar cerca de ellas “durante toda la concentración en Nueva Zelanda y Australia, para que puedan disponer de un tiempo suficiente de conciliación los días de la concentración”. Del mismo modo, la RFEF pondrá también los medios para que familiares directos de las futbolistas puedan viajar a Nueva Zelanda y Australia durante el torneo, incluyendo los días de partido, para así poder compartir momentos con ellas.
*Por Ana Dalmasso para La tinta / Imagen de portada: Stefanía León – AFA.