Podría estar pasando ahora
Gustavo Yuste nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1992. Es periodista, escritor y poeta. Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. Colaboró para distintos medios y, actualmente, es corresponsal de “El Ciudadano” (Chile). Es co-fundador y editor general de la revista digital “La Primera Piedra”. “Personas que lloran en sus cumpleaños” (Paisanita, 2019) es su primera novela.
Por Gustavo Yuste
Podría estar pasando ahora
Un avión aterriza en medio de la oscuridad aunque nadie lo estaba esperando.
Un animal corre por un campo tan extenso que no parece perimetrado.
Una persona olvida por primera vez un nombre que sabía de memoria.
Varias naranjas crecen en la misma rama como si no quisieran estar solas.
Una idea importante se pierde en mi cabeza igual que un turista confiado.
Un adolescente usa la ropa holgada de su padre muerto para volver a asistir al colegio.
Todos coinciden, aunque nadie lo dice, en que parece una persona que perdió demasiado peso de golpe.
Un avión despega en plena luz del día aunque nadie lo despide.
Un animal duerme en un campo tan extenso que no parece perimetrado.
Una persona olvida por quinta vez un nombre que sabía de memoria.
Varias naranjas caen de la misma rama como si no quisieran estar solas.
Una idea no demasiado importante entra en mi cabeza como un conquistador.
Un adolescente nombra a su padre muerto y se da cuenta de que le está cambiando la voz.
Un avión coincide por un microsegundo en la misma línea recta que el animal en un campo tan extenso que no parece perimetrado.
Una persona se acuerda por primera vez el nombre que creía olvidado, gracias al color de las naranjas que comparten un plato como si no quisieran estar solas.
Una idea que parecía importante ahora no cumple las expectativas igual que un adolescente no rellena la ropa de su padre muerto aunque lo intente.
*Por Gustavo Yuste / Imagen de portada: Agus Melillán.
Conocida como la negra, Agus Melillan, nacida en la Patagonia bajo la Luna de géminis. Una arquitecta de profesión e ilustradora de corazón que se mueve por el mundo rezándole a Gilda y bailándole cumbia a sus ancestras mapuche. Dice que, si le concedieran un deseo, sería ser de Gryffindor para refregárselo a sus hermanos.