Verano a pata, hacer cumbre en el Champaquí
El verano es una buena época para ponerse las zapas, conocer lugares escondidos, cambiar de aire y mover el cuerpo. Entre los valles de Calamuchita y Traslasierra, el imponente Champaquí invita a armar la mochila, internarse en sus senderos y aventurarse a un par de días de caminata, subir, bajar, volver a subir. En esta nota, te contamos sobre las posibilidades de ascenso y tips para un trekking que no te olvidarás jamás.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
Veranito cordobés. Tiempo de descansar, transpirar, respirar. Buscar arroyos, mojarse las patas, fijar la vitamina D bajo el sol. Leer un libro, juntarse con amigxs, tomar mates eternamente. Sobre gustos y descanso no hay nada escrito. La naturaleza es siempre una buena opción.
Un día, me di cuenta de que el mejor transporte son mis piernas. De verdad, conocí lugares increíbles con estas dos compañeras. Vale el cansancio y cada respiración cortita y agitada mientras más alto llegan. Mi primera vez en la montaña fue a los 18, desde esa vez, siempre quiero volver. Montaña es silencio, agua fresca para ahogar las penas o para hidratar las alegrías. Montaña para abrazar algún amor. Montaña para aislarme un rato de la rosca cotidiana. El silencio necesario, mirar al horizonte y que nada alcance para fotografiarlo infinitamente.
Mi primer cumbre fue el Champaquí. Nunca me voy a olvidar de la semana siguiente, las piernas terriblemente cansadas, pero mis retinas rebalsando de imágenes preciosas, junto con el sentimiento de haber logrado llegar.
El Champaquí es la montaña más alta de Córdoba con unos 2790 m s. n. m. Está bien al medio del cordón Sierras Grandes. Al este el Valle de Calamuchita, al oeste el Valle de Traslasierra, el Champa es el límite. Son muchas las personas que buscan, en distintos momentos del año, todos los años, hacer cumbre y llegar al techo de Córdoba. Los paisajes van cambiando mientras se avanza en el ascenso. La flora nativa, los arroyos de agua pura y cristalina, las piedras que convidan su energía y el viento que, en algunas épocas, sopla y abraza con fuerza a quienes se animan al desafío.
Existen varias posibilidades de ascenso, la más común es por Villa Alpina y se suele hacer en 3 días de marcha, parando en los refugios que se encuentran en la base para descansar y comer. Cualquiera sea la ruta de ascenso elegida, es importante prever llevar el agua suficiente, alimentos, protección solar, abrigo, calzado apto para caminar en la montaña, carpa y linterna. Es muy importante subir en grupo y contratar un guía habilitado que acompañe en todo momento.
En el Valle de Calamuchita, tres maneras de llegar
Por Los Linderos, es la opción más rápida y corta. Se llega en auto desde Yacanto de Calamuchita recorriendo unos 46 km de tierra. El camino es el típico camino de montaña con muchas curvas y precipicios, los paisajes dignos de parar mil veces para fotografiar. Es importante consultar su estado y condiciones del clima antes de subir. En general, suben vehículos tipo 4×4, pero mi gol sencillito y compañero se lo bancó como un rey a ritmo lento y con cuidado. Una vez en la cima del Cerro Los Linderos, se deja el auto y restan 1.000 m de caminata que, de acuerdo al estado físico y el clima, se hacen en una hora aproximadamente. Llegué al Champa por los linderos un julio de nieve y estalactitas en la cornisa. El clima ahí arriba es extremo, llevar buen abrigo, calzado que no resbale y agua. El sendero está poco marcado, hay que ir siguiendo con atención las apachetas.
Por Puesto Tres Árboles, es una opción intermedia de ascenso. Se sube por el mismo camino que a Los Linderos, pero solo 25 km desde Yacanto de Calamuchita. Este trekking se puede hacer en 2 días. Desde el paraje Tres Árboles, la caminata es menos exigente y se van cruzando arroyos bonitos para descansar entre ellos.
Por Villa Alpina, a 120 km de Córdoba. Esta ruta es la más recomendable para principiantes y la más tradicional. Después de 18 km que se pueden hacer en unas 7 horas, se llega a la zona de la base del cerro. Allí hay varios refugios para acantonar o poner carpas. También se puede visitar la Capilla San José y una escuelita. El día siguiente será el día de hacer cumbre, 5 km en subida bastante pronunciada entre aleros de piedra y cuevas. Los últimos 1.000 metros de piedra lisa serán el desafío más grande de la aventura. Pero, al llegar, nada de lo que pueda decir podrá explicar la sensación de la inmensidad como recompensa al esfuerzo, la emoción y la alegría. Una laguna al centro, a veces de nieve, de hielo, de agua. Qué maravilla poder verla en todos sus estados. Después del descanso, queda bajar a la base, hacer noche y un banquete de festejo. Al otro día, regresar a Villa Alpina. En total, 45 km de caminata y una experiencia que nunca se olvida.
Del otro lado, Traslasierra
Por Los Hornillos o Los Molles, llegar al Hueco o Bosque de Tabaquillos, y seguir la marcha. Son al menos 2 días de caminata. En ambos casos, las vistas panorámicas son privilegiadas y bien distintas a las del otro valle. Si se elige subir por Los Hornillos, se pasa por La Ventana, que es un destino por sí mismo, y se puede hacer noche en el refugio previo a la llegada al Bosque de Tabaquillos. Este lugar tiene espíritu de bosquecito encantado y les prometo que es casi el único lugar donde se puede ver esta especie que gusta del fresco y la altura. Los tabaquillos tienen una corteza que parece de papel, aunque hay quienes dicen que se parece al hojaldre. Lo cierto es que es finita y abundante, como muchas capas superpuestas. Sus flores son pequeñas y en racimos. El tabaquillo es resistente al fuego, ya que es poco combustible. Su corteza aísla al tronco de las temperaturas extremas y aparentemente cumple esa misma función ante el fuego. Cuanto más leo, más me sorprendo de sus habilidades para cuidar la tierra: dicen quienes saben que capta la neblina para aumentar las lluvias, de esta manera, se forman suelos tipo esponja que guardan el agua para las épocas de sequía.
Por San Javier, se puede llegar desde Puesto Ferreyra caminando 6 o 7 horas, o por la Cuesta de Las Cabras cuyo sendero nace en la Estancia La Constancia, por lo que es necesario contar con la autorización para acceder al sendero. Ambas opciones se pueden hacer en un día, aunque son caminatas de alta dificultad por el desnivel que tienen.
Recomendaciones de siempre, que nunca están de más
Llevá tu agua, traé tu basura (colillas de cigarrillos, cáscaras de frutas y yerba, aunque orgánicas, también son residuos y tienen que volver con vos). La montaña no necesita nada de lo que podemos llevar en la mochila, todo tiene que volver.
Llevá provisiones, gorra, protector solar puesto (y para reponer cada dos horas) y unas buenas zapas de montaña o deportivas con suela que no resbale y amortigüe el andar entre piedras. Caminá con atención, disfrutando el paisaje, pero concentradx, la naturaleza se respeta. Es importante caminar de día y prever abrigo impermeable. El clima es extremo y cambiante en el Champa. Es una zona de riesgo, es decir, de alta montaña: no salir de los senderos marcados. Antes de comenzar el ascenso, completar el formulario de registro en los puestos de inicio de las sendas. Tanto si tenés experiencia en la montaña como si subís por primera vez, ir en grupo y contar con un guía de montaña habilitado que acompañe en todo momento el recorrido y cuente con equipo para dar primeros auxilios. Y aunque parezca una recomendación de más, NO se puede hacer fuego.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: A/D.