Las garbanceras: catrinas y calaveras de nuestras muertas
Hoy, desde las 17:30 h en Casa de Pepino, se presenta el colectivo artístico Las garbanceras. Recuperando la tradicional técnica de cartonería mexicana, rinden tributo a nuestras muertas, las más representativas de Argentina y América Latina. También representan a las anónimas, que en su cotidianidad construyeron nuestra historia. Además, invitan a lxs visitantes a participar con sus ofrendas en el tradicional altar del día de muertxs.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
“La muerte es democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre,
toda la gente acaba siendo calavera”.
José Guadalupe Posada
Llega noviembre y traigo en fotos, en palabras, en recuerdos, a mis ancestras, a las que me hicieron la que soy hoy. Así como cuando las recuerdo en sus cumpleaños, comiendo con mis hermanas sus comidas favoritas. Así como en los más dulces sueños me dan un cariño y despierto con la sensación de habernos visto de nuevo en el patio con rosas o en la cocina de los manjares de manteca y azúcar impalpable.
Es noviembre y celebramos nuestrxs muertxs, lxs invitamos a venir un rato, a tomar una copa, a comer un pan con dulce de leche. Prendemos las velas, ponemos flores, estamos de fiesta. Y no es de snobs, es de traer al presente las tradiciones de siempre, las de nuestras culturas americanas.
En Córdoba, existe un colectivo artístico que, desde 2013, recupera el oficio de la cartonería mexicana. Representan calaveras, catrinas, alebrijes, en gran y pequeño formato. Han participado desde aquel año en las celebraciones organizadas por la comunidad de México en nuestra ciudad y en las de la UNC. Desde el año 2020, son embajadoras del Museo Nacional e Internacional de Cartonería Mexicana. Se trata del colectivo Las Garbanceras, integrado por las artistas Nora Ballari y Mariela Paolorossi, quienes, en comunicación con La tinta, dicen que uno de sus objetivos es socializar las tradiciones ancestrales de las culturas populares latinoamericanas y, en especial, de la cultura Mexicana. Buscan retomar concepciones ancestrales del sincretismo cultural y la visión dual de la vida/muerte.
Desde las cosmovisiones hegemónicas en la cultura occidental, la muerte es vista en contraposición a la vida, como algo posterior, negativo. Además, está en el terreno de lo que no se nombra ni se recuerda, suele pensarse como un tabú. En contraposición, la celebración del Día de Muertxs es una fiesta, que llena de alegría el presente, honrando las vidas de nuestrxs difuntxs. Vida y muerte son parte de la misma dinámica de la existencia.
Hoy, jueves, desde las 17:30 h, se podrá visitar en Casa de Pepino una instalación de catrinas y calaveras de tamaño natural. Las mismas representan mujeres importantes para nuestra cultura popular.
La catrina es un símbolo popular de la muerte y fue Diego Rivera quien le puso ese nombre cuando la incluye en el mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda central”. Se sabe que, en esa época, se les llamaba catrín a los varones más elegantes de la aristocracia mexicana.
Pero su historia data de mucho antes. La historia de las catrina surge en la época Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. En ese tiempo, se hicieron populares textos donde la clase media criticaba la situación del país y a la aristocracia. Eran una especie de historietas o textos burlones con dibujos de cráneos y esqueletos que se reproducían en los periódicos de combate.
«La Catrina, como tal, se llamó en un principio Calavera Garbancera y fue creada por José Guadalupe Posada. Grabador, ilustrador y caricaturista mexicano conocido por representar escenas de la vida cotidiana, folclóricas y, sobre todo, de crítica socio-política. Por sus ilustraciones de calacas o calaveras, reivindicando sus raíces originarias y apelando al poder de la imagen con la representación de la diosa azteca de la muerte, llamada ‘Mictecacihuate’ -Dama de la muerte-”, nos explica la artista Nora Ballari y agrega que: “Se las bautizó calaveras garbanceras porque, en ellas, Posada representaba a personas pobres que vendían garbanzos, pero que fingían ser o tener una vida al estilo europeo utilizando sombreros, vestidos y maquillajes. Garbancero o garbancera era quien quería aparentar algo que no era. Así, Posada se burlaba del pueblo que quería aparentar otro estilo de vida renegando de sus raíces”.
En definitiva, garbanceras o catrinas representan al pueblo desenfadado y festivo, y al clima de aquella época, aunque hoy las asociemos más al Día de Muertxs. Hoy, la catrina ha salido de los límites de la pintura mural o de los grabados de Guadalupe Posada, y es parte de la cultura viva de todo México.
Hoy, estas representaciones son fruto de un oficio de tradición. Familias enteras se dan sustento fabricando objetos para la celebración de muertos y otros eventos de la cotidianidad con la técnica de cartonería o cartapesta, como la conocemos aquí.
«La técnica de la cartonería mexicana es similar a la que conocemos acá como cartapesta, pero se diferencia porque en México constituye un oficio tradicional. Una práctica que se empieza a utilizar debido a lo accesible del material. Se llama así porque, en principio, se usaba el cartón de cajas y, con eso más engrudo líquido superpuesto en capas, se realizaban distintos objetos. En un montón de familias viven de esto. Se utiliza para hacer piñatas, calaveras, catrinas, alebrijes y muebles”, cuenta Mariela Paolorossi, quien además recalca que se trata de una técnica versátil con miles de posibilidades y explica que se puede trabajar previendo estructuras de alambre o modelando el papel y bien con moldes.
“Nos parece maravilloso el potencial que tiene esta técnica, lo accesible y popular que es porque se hace con cartón o papeles reutilizados, engrudo, agua y harina. Es accesible para todxs, promueve la reutilización de materiales con todo lo que eso implica como mensaje, como trabajo en relación al cuidado del ambiente”, agrega la artista.
Las garbanceras nos cuentan que han dado talleres virtuales a nivel internacional y locales de manera presencial para promover esta técnica, este arte de tradición: “La realización de la calavera como símbolo que nos permite mirar de otra manera, nos invita a mirar y reflexionar sobre la vida y la muerte de una forma diferente a las occidentales cristianas”, dice Paolorossi. Afirma: “Reivindicamos esa mirada sobre la vida y la muerte que recuperamos de esta tradición mexicana y latinoamericana. Realizamos estas piezas con el objetivo de recuperar este arte popular y también la mirada de la vida y muerte como ciclo».
En la exposición de hoy, además de poder recorrer la instalación y ser parte de una performance, se podrán llevar fotografías de nuestrxs muertxs y ofrendas para hacerlas parte del altar. Sobre esto, el colectivo explica que el altar tradicional tiene siete escalones, aunque puede tener dos o tres. Siempre están presentes los cuatro elementos: tierra, fuego, aire y agua, representados por papel picado, semillas, especias, vaso con agua y velas. También se ponen flores y fotografías.
Cuentan desde el colectivo que, para esta exposición, la primera en un espacio de circulación formal de las artes, eligieron hacer “un relato que tiene que ver con las mujeres latinoamericanas, algunas famosas y otras anónimas, revalorizando desde esta técnica el lugar de la mujer en la historia y en el presente. Por eso, encontrarán representaciones de mujeres reconocidas como Eva, Frida, Loana Berkins, Gilda, Abuelas de Plaza de Mayo, Juana Azurduy y otras mujeres comunes, anónimas, que formaron parte de la historia de la sociedad”.
La propuesta invita a encontrarse y celebrar teniendo presente que hacerlo trae al presente a nuestrxs ancestrxs y todas sus tradiciones, posibilitando entender el proceso vida-muerte como un ciclo, un círculo que, una vez al año, nos reúne a todxs.
La celebración del Día de Muertxs e instalación de catrinas y calacas de mujeres representativas de Latinoamérica organizada por Las Garbanceras se inaugura hoy a las 17:30 h y podrá visitarse hasta el sábado en Casa de Pepino (Fructuoso Rivera 287).
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: “Las Garbanceras” (Nora Ballari y Mariela Paolorossi).