Lula triunfó y la esperanza renace en Brasil

Lula triunfó y la esperanza renace en Brasil
31 octubre, 2022 por Tercer Mundo

El expresidente brasileño volverá al Palacio del Planalto luego de triunfar en la segunda vuelta electoral contra Jair Bolsonaro, el representante más radical de la ultraderecha latinoamericana.

Por Redacción La tinta

La imagen se repitió y el símbolo también volvió: Luiz Inácio Lula da Silva intentaba avanzar en un mar de manos que lo tocaban y tironeaban. Los más dichosos que lo rodeaban pudieron abrazarlo por apenas unos segundos. Así, en medio de esa marea de frenesí, llegaba ayer, pasadas las ocho de la noche, el presidente electo de Brasil a su búnker, ubicado en el Hotel Internacional de San Pablo.

El máximo dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), el tornero, el líder sindical, el dos veces presidente, el estadista admirado en los cuatro puntos cardinales y el hombre que, una y otra vez, soportó caídas y se levantó, festejó su triunfo al calor de la mitad del país que lo votó y que, pese a un sostenido plan de lawfare en su contra, lo respaldó en las buenas y en las malas.

En un balotaje trepidante, Lula obtuvo 60.345.825 de votos (50,90 por ciento), mientras que el actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, se alzó con 58.206.0322 de votos (49,10 por ciento). En esta segunda vuelta, un total de 156,4 millones de brasileñes fueron convocades para elegir al próximo presidente y a 12 de les 27 gobernadores del país.

Durante la jornada electoral, desde el PT y organismos de derechos humanos internacionales, como Human Rights Watch (HRW), denunciaron el bloqueo de rutas por parte de la policía para, de esta forma, impedir que la ciudadanía acuda a ejercer su derecho al voto. La cadena brasileña O Globo reveló que, el 19 de julio, el presidente Bolsonaro diagramó, con los jefes policiales, lanzar una serie de controles ruteros inéditos con el objetivo de perjudicar el traslado hacia los centros de votación. Pese a las reiteradas denuncias durante toda la jornada, el titular del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, avaló la versión del Ejecutivo de que los operativos policiales no fueron realizados con trasfondo político.

Brasil Lula seguidores la-tinta
Imagen: Julianite Calcagno / Marcha

Las cifras del balotaje

En el balotaje, Lula sacó tres millones más de votos que en los comicios del 2 de octubre. Por su parte, el ultraderechista Bolsonaro alcanzó siete millones de votos más que en la primera vuelta. Las cifras comparadas muestran que el movimiento alrededor del actual presidente se encuentra en pleno vigor y, por lo pronto, no parece dispuesto a retroceder ante el triunfo de Lula. El bolsonarismo goza de buena salud, una salud potenciada por fake news, un racismo internalizado, la explotación de la desesperanza y, algo no menor, alimentado con los errores y casos de corrupción de los que el propio PT es responsable. A partir de ahora, ese caldo de cultivo explosivo –en el que convergen defensores de la dictadura militar, antivacunas, terraplanistas, grandes empresarios y terratenientes, paramilitares y líderes evangélicos- es muy probable que sea alimentado por el propio Bolsonaro y por quienes se encuentran a la saga para posicionarse como nuevos líderes de la ultraderecha brasileña.


En la jornada electoral de ayer, hubo un total de 1.769.677 de votos en blanco (1,43 por ciento), 3.930.750 de votos nulos (3,16) y 32.200.014 de abstenciones (20,58). Con respecto a los votos en blanco, en el balotaje, hubo dos millones menos, en tanto que se registraron casi 500 mil votos nulos más y 600 mil abstenciones menos.


Los resultados en las gobernaciones dieron como ganadores al bolsonarista Tarcisio de Freitas en San Pablo; a Jerónimo Rodrigues, del PT, en Bahía; a Paulo Dantas, del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), en Alagoas; a Wilson Lima, de Unidad, en Amazonas; en Espiritú Santo, triunfó Renato Casagrande, del Partido Socialista Brasileño (PSB); en Mato Grosso do Sul, el ganador fue Eduardo Riedel, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB); en Paraíba a Joao Azevedo, del PSB; en Pernambuco, la ganadora fue Raquel Lyra, del PSDB; en Río Grande do Sul, la victoria la obtuvo Eduardo Leite, del PSDB; en Rondonia, a Marcos Rocha, de Unidad; en Santa Catarina, la victoria la tuvo Jorge Mello, del Partido Liberal; en Sergipe, Fabio Mitidieri fue el triunfador de la mano del PSB

Unidad y paz

“El compromiso número uno de mi gobierno es terminar con el hambre de millones. No podemos aceptar eso como normal, quiero que todos coman. El brasileño tiene que poder tomar café a la mañana, almorzar y cenar todos los días. Vamos a restablecer el diálogo en nuestro país, nadie está por encima de la Constitución. Hay que apostar al diálogo, no a la fuerza bruta”, aseveró Lula en sus primeras palabras como presidente electo. En esas pocas líneas, el líder del PT resumió las urgencias más acuciantes que vive el Brasil de hoy. Pobreza generada por la desidia estatal y una sociedad fracturada por cuatro años de gobierno de Bolsonaro, un mandatario que llevó hasta extremos pocas veces vistos los más básicos anti-valores de una sociedad.

Lula remarcó que, a partir del 1 enero, cuando asuma el Ejecutivo, “vamos a construir un país para todos. Somos una nación grande. Es hora de unir a las familias, no me interesa vivir en estado de guerra en un país desunido. Voy a gobernar para todos, no para los que me votaron nada más”.

El mandatario electo destacó que el pueblo de Brasil tiene el derecho de “vivir bien” y “comer bien”, y transitar sus días con “esperanza”. “No podemos seguir perpetuando desigualdades. Seremos capaces de construir un país de todos, un país igualitario. Esta es la victoria de la democracia”, remarcó.

Lula, que denunció que, durante la campaña presidencial, su partido tuvo que luchar contra todo el poder estatal en manos de Bolsonaro, puso mucho énfasis en que su administración luchará contra la deforestación en la Amazonía y que retomará el control de las actividades ilegales en esa región. “Brasil y el planeta necesitan de una Amazonía viva. Un árbol en pie vale más que la deforestación, el río limpio vale más que todo el oro extraído con las aguas contaminadas por mercurio”, estimó.

Un punto que Lula remarcó en varias oportunidades en su discurso fue la necesidad de paz y unidad para el país. El líder del PT enfatizó en la necesidad de que Brasil “vuelva a vivir democráticamente”. “Esta elección puso frente a frente a dos proyectos diferentes de país, pero hubo un solo ganador, el pueblo brasileño. Esta es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó dejando de lado intereses políticos y personales para que la democracia salga victoriosa”, manifestó. Lula señaló que “a nadie le interesa vivir en un país dividido, en permanente estado de guerra”.

“La mayoría del pueblo dejó bien claro que desea más y no menos democracia, más y no menos inclusión social, más y no menos respeto y entendimiento entre los brasileños. El pueblo desea más libertad, igualdad y fraternidad en nuestro país”, agregó. Lula, que durante sus dos gestiones anteriores llevó a posicionar a Brasil como una de las principales potencias mundiales, dijo que su país “está de vuelta” y que, a partir de ahora, dejará de ser un «paria».

El silencio de Bolsonaro

Ya entrada la noche, Bolsonaro todavía no había reconocido públicamente su derrota. Mientras tanto, el titular del TSE informó que se había comunicado con ambos candidatos. Alexandre de Moraes indicó que felicitó a Lula como presidente electo y también señaló que se comunicó por teléfono con Bolsonaro, de quien dijo que no iba a desconocer el resultado del balotaje.

Según los principales medios brasileños, el actual mandatario se encontraba recluido en la residencia presidencial Palacio de Alvorada y se negaba a recibir a sus ministros y colaboradores más cercanos. Casi a la medianoche del domingo, la agencia de noticias AFP informó que las luces de la residencia estaban todas apagadas.

Mucho antes de las palabras del titular del TSE, presidentes y Jefes de Estado de todo el mundo felicitaron a Lula. Desde Washington, pasando por La Habana, Caracas, La Paz, Montevideo y hasta Buenos Aires, todos los gobiernos del continente no dudaron en dar la bienvenida al presidente electo al Palacio Planalto.

“Él no me llamó, no sé si reconocerá mi victoria”, aseguró, casi sobre la medianoche, Lula. A primera hora de este lunes, ni los principales medios de comunicación ni los funcionarios del actual gobierno brasileño sabían qué pasaba por la cabeza del actual presidente.

Con la esperanza radical que Lula dejó tras su discurso luego del triunfo, miles de brasileñes festejaron durante toda la noche en las principales ciudades de Brasil. Cuando, en enero, el líder del PT vuelva al Planalto, tendrá una extensa agenda de urgencias que resolver. En el Brasil de hoy, 33 millones de personas no tienen qué comer todos los días, pese a que el país es uno de los mayores productores de alimentos del mundo. Este ejemplo es uno de los tantos lastres peligrosos que dejó como estigma Jair Bolsonaro.

*Por Redacción La tinta / Foto de portada: Sebastiao Moreira – EFE.

Palabras claves: Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, presidente

Compartir: