Pueblo monte, el fanzine de lxs vecinxs
Vecinxs de la localidad de La Granja se organizan para cuidar el monte y generar empatía por todxs lxs seres que lo habitan. Movidxs por la conciencia colectiva de preservar el barrio, la tierra y las casas, realizan diversas acciones para concientizar a nuevxs vecinxs y turistas que se acercan al corredor Sierras Chicas. Crearon un fanzine con info sobre especies nativas y sugerencias para vivir en armonía con el ambiente.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
En tiempos de desmonte, sequías, grandes incendios, crisis de todo tipo, existe en Sierras Chicas una agrupación de vecinxs en defensa del monte. Habitan La Granja, Villa Animí y, en especial, el Barrio de la Alegría. Ya lo sabemos, ya lo dijimos mil veces, la salida es colectiva.
Nuestro monte es de crecimiento lento y tarda cientos de años en regenerarse para volver a ser sano y diverso. Cada desmonte que se realiza en unas horas, acelera procesos que en la naturaleza demoraron miles de años en manifestarse. No se trata solo de árboles, posee una gran biodiversidad, de lo pequeño a lo inmenso, miles de vidas tienen refugio en él.
“Mucha gente desmonta por falta de información, desconocimiento, viejos paradigmas y mucha por falta de conciencia. Por eso, para nosotrxs, es fundamental cuidar la vida, la flora, la fauna, lo macro y lo micro, porque el monte es muy complejo. Todos los seres son importantes y necesarios. Conviven en un delicado equilibrio. Tenemos que cuidar los animales, el corredor que habitan. Donde ellos se alimentan, circulan y se reproducen. No matarlos ni lastimarlos. Muchos lo hacen por miedo, falta de información, desconocimiento. También cuidar el agua, acá vivimos en la cuenca, donde nace el agua. El monte actúa como una esponja, es necesario no contaminarla ni extraerla de forma desmedida ni inconsciente. Los humanos no somos los únicos seres que tomamos el agua, sino todos los seres que habitan esta zona”, cuenta Laura, una de las vecinas de la zona.
A esto, se suma el crecimiento acelerado de la población en la zona o, mejor dicho, la gran migración de habitantes que llegan al corredor, factor que se vio incrementado con la pandemia. Es una realidad: muchxs buscaron salir de la gran ciudad para encontrar aire puro, espacio verde y contacto con la naturaleza. En este punto, Sierras Chicas ofrece todo eso y accesos rápidos a la ciudad de Córdoba.
Sensibilizadxs por estas problemáticas y convencidxs de la importancia del trabajo comunitario para el bienestar colectivo, lxs vecinxs realizan diferentes acciones por el monte. Este mes, sacaron a rodar un fanzine para concientizar el respeto por la vida y el monte asumiéndose como parte del mismo. “La invitación es a reflexionar sobre los modos de habitar el espacio y generar un vínculo de amor con el territorio porque, a través de ese amor, unx lo puede cuidar”, nos dice Gimena, vecina del Barrio de la Alegría. También nos cuenta que se organizan para fabricar, pintar e instalar cartelería desde hace muchos años y que este mes están repartiendo, entre nuevos habitantes de la zona y turistas, el fanzine con la info y recomendaciones que diseñaron.
Lxs vecinxs se piensan e intencionan como comunidad, red, sostén
“Organizarse así es intuitivo, es recordar que así hemos vivido siempre antes de las estructuras o sistemas impuestos. Creemos que vivir en comunidad es más fácil y es la forma de todo lo que sentimos y queremos. La organización se aprende y se va gestando”, comparte Laura.
“Estamos probando una forma de construir comunidad y vínculos sinceros. Redes fuertes que incluso puedan atravesar los conflictos con ganas de comprometernos”, agrega Gimena.
Nicolás, otro de lxs vecinxs, explica: “Desde el amor y el caminar colectivo, uno se da cuenta que un cambio es posible realmente, que se van transformando pequeñas cosas y que eso es muy importante. Una forma de encontrar otro camino es juntarse, encontrarse, mirarse, abrazarse, crear y transformar. Este pequeño territorio con grandes corazones e ideas que se aúnan, como la clave de todo lo que se está generando y de este amor enorme por nuestra pachita amada”.
El grupo cuenta que se agrupan para muchas actividades como compras colectivas y mingas, y que también siempre están atentxs a los desmontes que puedan darse en lotes nuevos.
Un fanzine para convocar al cuidado
“Lxs vecinxs de La Granja, conformadxs en asamblea, preocupadxs por el daño ambiental que las migraciones humanas producen a los ambientes naturales, firmamos el siguiente manifiesto, con nuestras intenciones y recomendaciones para quienes llegan a vivir, visitar y disfrutar el corredor de Sierras Chicas”, dice la primera página del fanzine que, como nos explica Lauri, nace por necesidad, compromiso y coherencia con el monte y con la vida. Nace desde las ganas de compartir información valiosa para aprender a convivir en armonía y con amorosidad con el monte.
El fanzine busca convocar el cuidado para con la tierra que pisan, que lxs contiene, lxs nutre y cuida. “Sobre todo, para que la gente que llegue se dé cuenta que estamos organizadxs, nos importa lo que pasa ahí y, fundamentalmente, tenemos mucho amor por este espacio en el que vivimos”, agrega Gimena.
Se organizaron para poner palabras a lo que querían decir y cómo. Compilaron información valiosa y elaboraron sugerencias para habitar de manera armoniosa y cuidadosa con el ambiente. Lucas, uno de lxs vecinxs, es artista gráfico y fue quien puso imágenes y colores al fanzine. Trabaja desde hace tiempo visibilizando, rescatando pequeños momentos del cotidiano natural. El vuelo o el canto de un pájaro, una abeja sobre la flor, cosas en las que muchas veces, en nuestras vidas urbanas, ruidosas, ocupadas y caóticas, no nos detenemos, se nos pasan por alto. “Trato de rescatar esos momentitos, contagiarlos, generar empatía, hacer ver que estamos rodeados de vida”, dice el artista apuntando a que una de las funciones de las artes tiene que ver con generar bienestar y agrega que intenta contagiar esa sensación y generar identidad. Refiriéndose puntualmente a su barrio, buscó “marcar en el territorio que estamos tratando de habitar armoniosamente, con amor y respeto hacia todo lo que hay y que estaba antes de que lleguemos. Desde la gráfica, se trata de generar empatía y sensibilidad. Apoyar la comunicación y el respeto al lugar que habitamos todos los seres, no solo las personas”.
El fanzine no es la única forma que el barrio encontró para cuidar la tierra. “Hemos cuidado el monte con presencia, con cuerpo, con palabra, con marchas. El monte para nosotrxs es quien nos enseña, nos da alimentos, medicina, agua, refugio, hogar, la vida. Somos parte del monte y el monte es parte nuestra”, afirma Laura.
Laura también es brigadista y nos cuenta que son muchxs en la zona lxs que participan de las brigadas contra el fuego. Dice que lxs vecinxs siempre han estado presentes y activxs en los incendios que hubo por la zona, poniendo el cuerpo en el fuego o recibiendo donaciones, distribuyéndolas, siendo puntos de acopio, haciendo comida para recibir a lxs brigadistas que bajan de los incendios. “Las brigadas somos el mismo pueblo, son autogestivas, autónomas, apartidarias. Nacen ante la necesidad de defendernos, defender el monte, la vida, que es nuestro hogar. En este último fuego, la comunidad estuvo activa, ayudando en transporte, donaciones, hacer comidas, recibirles con abrazos, con contención. Pendientes, presentes, pasándonos información, avisándonos cómo estaban desde algún foco. Sosteniéndonos emocionalmente en estos momentos que son muy tristes”.
Como afirman en el fanzine, sería imposible cualquier intento de conservación y restauración ambiental sin el compromiso y la participación de una población informada y sensible. Esta red vecinal cada vez es más fuerte y es una expresión de la plena conciencia y responsabilidad ante el cuidado de nuestra tierra.
“Nos salva y nos sana el amor entre nosotrxs y por el monte”, concluyen lxs vecinxs.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta / Imagen de portada: Vecinxs de La Granja.