Escuela de Defensorxs Territoriales: «La mejor semilla es para ser compartida con otrxs»
Desde el jueves pasado y hasta el sábado, la ciudad de El Dorado, Misiones, fue la sede de la «Escuela de Defensorxs Territoriales: Gestión comunitaria de los bienes comunes para la construcción de horizontes ecosociales», donde diversas organizaciones sociales, campesinas e indígenas se reunieron para articular estrategias comunitarias de defensa en los territorios. «Es posible construir un modelo organizativo basado en la ética, en la participación y, sobre todo, revolucionario, en el sentido revolucionario de lo amoroso y de la lucha y la defensa de la vida: cada semilla que guarda cada agricultorx cada año es para donar”, dijeron desde la organización en diálogo con La tinta.
Por Soledad Sgarella para La tinta
Más de mil personas se encontraron el fin de semana en la localidad mesopotámica de El Dorado para lo que fue un multitudinario y esperanzador espacio de formación, intercambio y articulación, enmarcado en la Semana Continental de las Semillas Nativas y Criollas, y del 25º aniversario de la Feria Provincial de Semillas en la localidad de Capiovi.
Como lo describen quienes estuvieron allí: “Fue todo un éxito, un gran encuentro entre agricultorxs, técnicxs, integrantes de instituciones, organizaciones sociales, campesinas e indígenas. Fue una gran fiesta. Un festejo que nos merecíamos después de estar dos, casi tres años aisladxs, un acontecimiento donde pudimos reencontrarnos”, cuenta Gerardo Segovia, integrante del equipo originario fundador del Movimiento por las semillas campesinas de Misiones. Actualmente, es el presidente de la Red de Agricultura Orgánica de Misiones (RAOM), del Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe (MAELA), y también es parte de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Agroecología, además de ser trabajador del Estado en la Secretaría de Agricultura Familiar Campesina Indígena.
Semilleros de cambios
El encuentro -impulsado por la Fundación Rosa Luxemburgo- tuvo también la presentación del libro «La revolución de una semilla» y finalizó con la celebración del 25º aniversario de la Feria Provincial de Semillas. “Fue especialmente en la fiesta del intercambio libre y gratuito donde pudimos demostrar que ese es el camino, esa es la lucha y que nos tiene que -ante tantas amenazas- encontrar unidos”, dice Segovia.
Para el referente, las ferias, y especialmente los 25 años de permanencia de un movimiento por las semillas campesinas en Misiones, “tiene un significado muy trascendente en lo político, en lo espiritual, en lo social, en lo económico y lo educativo, en todas las esferas de la vida. Porque significa el rescate, la revalorización, de un elemento vital para la vida humana y un elemento central en la vida de lxs agricultorxs que es el alimento y el camino hacia la soberanía alimentaria, a través de un modelo de agricultura que tiene que ver con la agricultura familiar, de base campesina”.
“Es muy significativo esto de los 25 años, porque podemos demostrar que se puede en unidad, en las luchas, en las diversidades, crear, sostener y fortalecer un modelo organizativo que se base en la democracia, en la democracia de la participación protagónica de todos los actores que componen el movimiento y que somos muchísimxs. Somos muchísimas organizaciones de agricultorxs familiares y también de técnicxs de distintas instituciones, de escuelas, de gremios, de iglesias que acompañan, … Y esto demuestra que se puede. Se puede soñar y realizar este otro modelo organizativo, tan necesario en estos tiempos, ¿no? La gran paradoja en el modelo capitalista, de la acumulación, del saqueo, del consumismo feroz, es que la mitad de la población mundial hoy tiene inseguridad alimentaria. En este contexto de pandemia más todavía, aunque creíamos que iban a cambiar a partir de tantas muertes y tantas enfermedades, que iba a cambiar el modelo de las corporaciones y de los gobiernos aislados; al contrario, evidentemente, se ha profundizado el modelo extractivista de la vida, saqueador, controlador, ecocida”.
Nuestro modelo, el revolucionario
“Creo que es importante tener claro cuál es el objetivo y el objetivo es construir un modelo organizativo basado en los valores de la ética, de la participación y, sobre todo, que sea revolucionario. Especialmente revolucionario, porque es en el sentido revolucionario de lo amoroso y de la lucha por la vida: cada semilla que guarda cada agricultorx cada año, la mejor semilla, es para ser compartida con otrxs. Esto es para nosotrxs fundamental, es otro modelo de vida. Lo mejor que unx guarda es para donar”, dice Segovia.
Y en este sentido, hace especial foco en el contraste con el modelo hegemónico actual: “Decimos que las ferias de semillas, en esta semana continental, es la semana más anticapitalista que se puede construir, porque acá donamos lo mejor que tenemos y también recibimos lo mejor que tienen lxs otrxs, entonces construimos un modelo totalmente diferente, donde todxs ganamos… y esto es lo totalmente contrario al modelo actual, donde unos pocos controlan la mayoría de las semillas, de su distribución mundial y también pocos controlan y ganan todo. En nuestro modelo, puede multiplicarse la vida. En el de ellxs, se multiplica la exclusión de lxs campesinxs, de las tierras y también de la muerte de la biodiversidad en un modelo fascista”, enfatiza.
Para concluir, el referente mencionó: “Hacemos un llamamiento a los movimientos sociales, que son los que están impulsando, que son los que se adelantan a los acontecimientos, especialmente las mujeres, que ven que cada vez hay menos semillas en los campos y la diversidad. También es importante la visibilización de la Red de Guardianas y Guardianes, así como las Casas comunitarias de semillas, que es lo mejor que se puede construir, porque cuidan la vida y la biodiversidad de las chacras, ante esta crisis climática que tiene nombres y apellidos como responsables, de este ecocidio”.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Camila Parodi para Fundación Rosa Luxemburgo.