La bandera haitiana como espejo de la controvertida evolución sociopolítica del país

La bandera haitiana como espejo de la controvertida evolución sociopolítica del país
18 mayo, 2021 por Tercer Mundo

Hoy se cumple un nuevo aniversario de la bandera de Haití. Su creación y posteriores cambios muestran los vaivenes políticos y las luchas de una nación que clama por su libertad.

Por Maxonley Petit para La tinta

Este 18 de mayo, los haitianos del mundo conmemoran el 218 aniversario de la creación de su bandera. Esta fecha tomó toda su dimensión festiva mundial con Dumarsais Estime, ministro de Educación de entonces, que sintió el deber ancestral de restaurar el símbolo nacional y la identidad de Haití para revalorizar la bandera haitiana frente a la omnipresencia de la bandera estadounidense en el territorio ocupado por los yankees. Desde 1938, además del himno nacional, la canción patriótica “Fière Haití” (Orgulloso Haití) -también conocida como “Himno a la juventud”- se canta cada 18 de mayo, durante la fiesta de la bandera y también los días comunes durante el izado de banderas, especialmente en las escuelas. Veamos toda la enriquecedora aventura histórica que nos recuerda esta conmemoración.

Constitucionalidad

Los artículos 2 y 3 de la Constitución de Haití, del 29 de marzo de 1987, consagran los colores nacionales y el emblema de la nación con la siguiente descripción: dos tiras de tela de iguales dimensiones, azul en la parte superior, roja en la parte inferior, se colocan horizontalmente para crear la bandera. En el centro, sobre un cuadrado de tela blanca, se disponen las armas de la República, que son el palmiste coronado por el Bonnet de la Libertad (gorro frigio) y, sombreando sus palmas, un trofeo de armas con la leyenda “La unión hace la fuerza”.

En el artículo 4.1 está establecido “La Dessalinienne” como Himno Nacional, reemplazando el actual Himno Presidencial “Quand nos Aïeux brisèrent leurs entraves” (Cuando Nuestros Antepasados ​​rompieron sus grilletes) en 1904, durante la celebración del centenario de la independencia haitiana.

Haiti movilizaciones bandera la-tinta

Génesis, controversias y evolución agitada de una bandera

Todo comenzó con Toussaint Louverture, en 1798, que adoptó el tricolor francés. Después de su arresto en 1802, Jean-Jacques Dessalines tomó el mando de la revolución y creó la primera bandera latinoamericana en un Congreso, en Arcahaie, el 18 de mayo de 1803. Durante ese evento, Dessalines, el líder de los insurgentes negros, habría arrancado la tela blanca del tricolor francés en presencia de Alexandre Pétion, el líder de los mulatos y otros oficiales del ejército revolucionario. El resto de azul y rojo habría sido cosido por Catherine Flon con el lema “Libertad o Muerte” escrito en él. Otra versión sostiene que Dessalines creó la bandera en febrero de 1803, durante una pelea en la llanura de Cul-de-Sac antes de presentarla solemnemente a los oficiales del ejército en el mencionado Congreso.

El 1 de enero de 1804, Haití proclamó su independencia colocando los colores de la bandera horizontalmente, siguiendo las indicaciones de Pétion. Ahí también otras fuentes dicen que Pétion solo hizo estos cambios después del asesinato de Dessalines.


El 8 de octubre de 1804, Dessalines fue coronado emperador con el nombre de Jacques I y promulgó una nueva Constitución, el 20 de mayo de 1805, que adoptó una nueva bandera imperial negra y roja verticalmente dispuesta. Después del asesinato del Emperador, el 17 de octubre del año siguiente, el país vivió una división de 14 años a pesar del lema de la bandera.


En el sur, Alexandre Pétion rediseñó la bandera de 1804, agregando el escudo de armas de Haití. Por su parte, el general Henri Christophe, proclamado Rey del Norte bajo el nombre de Enrique I, adoptó los colores negro y rojo imperiales de Dessalines, colocando en el centro un escudo sobre un fondo azul con una inscripción en latín: “Ex cineribus nascitur» (de las cenizas, renaceré).

Tras el suicidio del rey Enrique I, en 1820, el general Jean-Pierre Boyer, sucesor de Alexandre Pétion, reunió al país bajo la bandera azul y roja de su predecesor. En cuanto a las armas de la República, aunque fueron adoptadas por el presidente Pétion, no comenzaron a aparecer en la bandera de Haití hasta después de la votación de la Constitución de 1843 (artículo 192).

En 1844, se emprendió un fallido intento de rehabilitación de la bandera roja y negra. Cinco años después, el presidente Faustin Soulouque, coronado emperador con el nombre de Faustín I, logró cambiar el escudo de armas por la readaptación de un emblema atribuido al imperio de Dessalines. El escudo de armas de Petion regresó al centro de la bandera al final del imperio de Soulouque, el 15 de enero de 1859, pero se usó solo para banderas militares, dejando solo las dos franjas horizontales azul y rojo en la bandera civil. Así es como Haití y Liechtenstein usaron la misma bandera en los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, donde la similitud se notó por primera vez después de unos 15 años de uso común. Este país, que adoptó una bandera similar a la de Haití en 1921, deberá agregar una corona en la banda azul de su bandera para diferenciarlas.

Haiti Bandera de los Duvalier la-tinta

En 1964, con un discurso del noirisme (negritud), la dinastía dictatorial de François “Papa Doc” y Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier retomó con éxito la bandera negra y roja del emperador Dessalines con el escudo nacional retocado. Diez días después del derrocamiento de Jean-Claude Duvalier, el 17 de febrero de 1986, la bandera actual fue oficialmente rehabilitada y confirmada por la Constitución de 1987.

La bandera haitiana y el vudú

“1804 es fruto del vudú”, dijo Jean Price Mars. Como él, muchos historiadores han especulado que la bandera también tiene sus raíces en el vudú. En los libros escolares, los colores de la bandera se describen como la herencia africana, la unión de mulatos y negros en la lucha por su libertad. Sin embargo, en la tradición oral ilustrada por Odette Mennensson-Rigaud, en su artículo El papel del vudú en la independencia de Haití (1958), los colores de la bandera haitiana están asociados con esta religión.

Lo que sostienen Claudine Michel y Patrick Bellegarde-Smith en el libro Vodou in Haitian life and culture: invisible powers (2007), es que los colores rojo y negro simbolizan a “Loa Ogou” en el vudú (Oggun en el candombe, santería…), el dios de la guerra.

¿Azul y rojo de Pétion, o negro y rojo de Dessalines?

Siguiendo las ideologías, el bicolor haitiano ha sufrido diversas modificaciones. Incluso hoy, el debate en torno a los “verdaderos colores nacionales” continúa ampliando la grieta social entre quienes se consideran como los auténticos hijos de Dessalines o de Pétion. Desde la última década, tanto en Haití como en las redes sociales, hemos observado a haitianos simpatizar con el partido político “Pitit Desalin” ondeando su bandera negra y roja, como Moise Jean Charles, su líder, lo reivindica.

La historia reveló que un oficial del ejército francés testificó haber visto las dos banderas ondeando, una al lado de la otra, el 18 de noviembre 1803 en Cabo Haitiano, durante las batallas que llevaron a la independencia del país. Prueba que ambas son de igual importancia para la historia, ya que simbolizan nuestras luchas, nuestra identidad, nuestro orgullo, nuestra unión, nuestra libertad y nuestra soberanía. Elegir el color negro y rojo es reivindicar el ideal del padre de la nación y la causa de los más débiles, gritando como él: “Los negros cuyos padres están en África, ¿no tendrán nada?”. ¿No sería también obstruir una parte importante de nuestra historia, en particular la notable contribución de Haití en la lucha por la liberación de América Latina y de algunos países europeos y africanos? ¿No sería tachar la solidaridad de Alexandre Pétion con Simón Bolívar y borrar la huella de nuestra bandera azul y roja sobre la de Venezuela, Ecuador y Colombia?

Haiti Bandera del ejercito de los insurgentes 1803 la-tinta

El flameo del bicolor debería hinchar nuestros pechos con un intenso sentimiento de orgullo, traduciendo lo que nuestra bandera realmente expresaría si pudiera hablar. La unión hará la fuerza cuando los haitianos se acepten como hermanos de sangre, unidos bajo el mismo emblema contra un sistema maquiavélico de explotación constante. La unión de los llamados hijos de Dessalines y de Pétion debe verse como el enigma del verdadero bicolor en beneficio de toda la nación. Por lo tanto, recuperaremos la energía vital de nuestra esencia de identidad y la fuerza colectiva a través de esa unidad. Ver flamear nuestro bicolor habla más fuerte que un reclamo de colores; es más bien una responsabilidad, un privilegio que no tuvieron muchos, cuya sangre fue derramada para dejarnos este legado.

*Por Maxonley Petit para La tinta / Foto de portada: Héctor Retamal – AFP

Palabras claves: bandera, Haití, Historia

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