El escándalo de las vacunas golpea a cuatro países de Sudamérica
Sigue la polémica por la lista oficial de vacunados en la Argentina. También en Chile, Perú y Brasil el acceso privilegiado y las vacunas falsas afectan a las autoridades estatales.
Por Julián Pilatti para ARGMedios
Según las Naciones Unidas, son 10 los países que acaparan el 75 por ciento de las dosis para combatir la COVID-19 a nivel global. Mientras la vacunación en América Latina avanza de forma dispar, al menos cuatro países se ven salpicados por casos de vacunaciones de privilegio.
Hasta ahora se conocen episodios en Argentina, Brasil, Chile y Perú, donde los contagiados y fallecidos por la pandemia de la COVID-19 se cuentan de a miles y la situación epidemiológica oscila entre preocupante y grave. La repercusión mediática y el señalamiento de la opinión pública hicieron rodar la cabeza de más de un ministro y otras autoridades públicas.
La salida de Ginés González García
El viernes pasado, el gobierno de Alberto Fernández se vio sacudido por denuncias de “vacunaciones VIP”, luego de que el reconocido periodista Horacio Vertbisky asegurara que su “amigo” Ginés González García lo había ayudado a vacunarse sin turno.
La declaración (que para muchos no resultó inocente) terminó con la gestión de Ginés al frente del Ministerio de Salud y tras enfrentar la pandemia de forma relativamente exitosa. El caso particular de Vertbisky forzó también la publicación del listado completo de personas vacunadas a pedido del Ministerio. Entre ellos, aparecen el secretario general de la presidencia, Julio Vitobello y otros funcionarios, como el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, el canciller argentino Felipe Solá, y el Procurador del Tesoro de la Nación Carlos Zanini. También el ex presidente Eduardo Duhalde y su familia.
“Le pedí la renuncia con dolor”, aseguró el presidente, cercano a González García y siempre elogioso por su labor al frente de la cartera de Salud. “Pero lo que hizo fue imperdonable”, aseguró el primer mandatario.
El “vacunagate” peruano
En Perú, la denuncia por vacunas de privilegio estalló el pasado 15 de febrero, cuando se confirmó que casi 500 personas accedieron a la vacuna china Sinopharm de forma ilegal y en la fase de ensayos clínicos.
Al menos el 25 por ciento de los peruanos que accedieron a la vacuna de forma clandestina, son miembros del Estado. El ex presidente depuesto de forma irregular, Martín Vizcarra, fue uno de los que figuró en esa lista junto a las ex ministras de Salud Pilar Mazzetti, y de Exteriores Elizabeth Astete. También se identificaron integrantes de la iglesia católica e importantes empresarios del país, todos vacunados con dosis que estaban reservadas para personas mayores de 60 años y grupos de riesgo.
La situación desató una ola de indignación en el país, que es uno de los más golpeados a nivel mundial por la pandemia. De acuerdo a los últimos datos, Perú ya superó los 40 mil muertos y más de 1,2 millones de infectados. En respuesta, el gobierno de transición decidió echar a 16 funcionarios que se habían vacunado de forma ilegal y eran parte de los Ministerios de Salud y de Relaciones Exteriores.
Chile y el acceso anticipado
En Chile, país que lidera la región en términos de cantidad de vacunados, se descubrió que más de 37.000 personas recibieron dosis antes de su fecha de turno establecida. La mayoría, menores de 60 años y sin enfermedades que podían considerarse de riesgo.
De acuerdo al portal France24, “9.023 personas vacunadas tienen entre 18 y 39 años; 9.071 entre 40 y 49 años, y 17.365 entre 50 y 59 años”. Si bien todavía no se han identificado los nombres detrás de los números, se cree que muchos de ellos serían personalidades públicas, empresarios y políticos.
El hecho fue repudiado a lo largo y ancho del país, empañando así la campaña de vacunación que se venía difundiendo en los medios nacionales e internacionales. Al 20 de febrero, 2,7 millones de chilenos ya habían recibido al menos una dosis de la vacuna de Pfizer o Sinovac.
Vacunas vacías en Brasil
Finalmente, en Brasil se conoció que algunos hospitales y clínicas aplican vacunas vacías a ancianos, sobrepasando cualquier límite ético. Así se pudo comprobar en uno de los videos que se viralizó en redes sociales, donde una enfermera aplicaba una vacuna sin líquido en el brazo de una anciana.
“Si las investigaciones confirman que hubo desvío de dosis, o cualquier otra irregularidad, el profesional de salud podrá ser acusado por el crimen de peculado (malversación de fondos), que tiene penas que pueden llegar hasta a 12 años de prisión”, advirtieron desde la Policía Civil de Río de Janeiro.
Pero el hecho se agrava considerando que Brasil es el tercer país con más muertos e infectados en el mundo, después de Estados Unidos y la India. En el país que gobierna Jair Bolsonaro, ya se contabilizan 244.734 fallecidos por coronavirus y más de 10 millones de contagiados. El gobierno de Brasil todavía no emitió ningún comunicado ni tomó medidas al respecto.
*Por Julián Pilatti para ARGMedios / Foto de portada: AFP
