Un paseo por los bosques del tango electrónico
Por María Emilia Greco para Revista Ardea
Hace un tiempo me interesé por estudiar un movimiento que tuvo lugar a comienzo del nuevo siglo y que, a mi entender, recuperaba a la vez que discutía y renovaba la tradición del tango. El movimiento era entonces encabezado por jóvenes músicos/as que tenían una gran experiencia en géneros como el rock y el jazz. Dentro de este movimiento, era posible distinguir diferentes agrupaciones, muchas de ellas hoy activas, y diferentes vertientes loans-cash.net. Algunos replicaban la formación de la orquesta típica de los años cuarenta, en otros casos rescataban el repertorio olvidado de los años veinte. Era posible encontrar formaciones instrumentales del jazz o del rock que, en sintonía con su revalorización, versionaban en clave de tango. Poco a poco, las agrupaciones incursionaron en la composición de nuevos tangos, ampliando el catálogo del género en el siglo XXI.
Paralelamente a aquel movimiento que fue denominado “tango joven” tuvo auge el “tango electrónico”. Una categoría un tanto amplia y difusa, que abarca propuestas que fusionan elementos del tango con géneros contemporáneos de la música dance, el chillout, el drum’n bass, el hip-hop; pero también el rock, el jazz, el funky otras músicas asociadas al territorio nacional como la chacarera, el malambo. Entre las bandas más representativas encontramos algunas de gran circulación como Gotan Project y Bajofondo, además de otras como Tanghetto, Tango Crash, Otros Aires, Narcotango y San Telmo Lounge (entre otras tantas) que alcanzaron también reconocimiento dentro y fuera del país. Desde su surgimiento el tango electrónico queda tensionado por, al menos, dos aspectos. Por un lado, el rechazo proveniente de los sectores tradicionalistas, quienes lo impugnan por no ajustarse a los cánones establecidos. Por el otro, se cuestiona su rápida divulgación y destacada presencia en medios de comunicación como signo de su perfil comercial.
Lo que encontrarán a continuación es una especie de “paseo guiado” por una selección de las producciones más representativas del tango electrónico (o, para ser sincera, las que más me gustan). El recorrido no se organiza por grupos ni discos, sino por técnicas o recursos utilizados.
La intervención de discursos políticos
Uno de los recursos más utilizados en el tango electrónico es el uso del sampleo. Es decir, es habitual escuchar fragmentos sonoros previamente grabados (que pueden ser musicales, verbales o del entorno sonoro cotidiano) utilizados, manipulados y combinados en nueva composición. En algunos casos, en las producciones de tango electrónico, se incluyen fragmentos de discursos de personalidades históricas como Eva Perón y Ernesto “Che” Guevara; de dictadores como Juan Carlos Onganía y Leopoldo Galtieri; o políticos de la democracia posdictatorial como Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Veamos algunos ejemplos.
En “Queremos paz”, Gotan Project utiliza fragmentos de un discurso del Che Guevara. Al principio se escuchan cacerolazos, tambores, bombos, bombas de estruendo, disparos y sirenas de ambulancia se confunden con el sonido de una murga. Sobre ese paisaje sonoro, que nos recuerdan las manifestaciones sociales de principios del siglo XXI, entran en escena los gestos aislados del bandoneón. Luego, la voz del Che pronunciando un fragmento extenso del discurso del 11 de diciembre de 1964 en la Asamblea General de las Naciones Unidas. A medida que avanza la música, su voz aparece intermitentemente reiterando algunas frases que suenan distantes mientras dialogan con las melodías del bandoneón, como si se tratara de la letra de la canción sumamente fragmentada e intervenida por largos puntos suspensivos. El tema se basa en un ostinato presentado por el bandoneón y una base rítmica en estilo chillout sobre los que improvisa un segundo bandoneón.
De manera similar, en “El capitalismo foráneo”, el grupo inserta esporádicamente la frase pronunciada por Eva Perón. El fragmento de su discurso se desliza sobre una variante del bajo tradicional de la milonga campera. El eco y reverberación que utilizan nos recuerdan un poco la estética del dub.
Los temas mencionados aparecen en el primer disco de Gotan Project (La Revancha del Tango, 2001) que es fundacional para el subgénero. Más allá de las experimentaciones que se venían haciendo desde distintos lugares del planeta, este el primer disco que se reconoce bajo el rótulo de tango electrónico. Gotan Project vuelve a utilizar los discursos de Eva Perón en Inspiración espiración (2004), un DJ set mezclado por Philippe Cohen-Solal. Pueden prestar atención al fragmento de transición entre los temas “Tres y dos” y “M.A.T.H.”. Dos joyitas, la primera de Aníbal Troilo y la segunda del newyorkino Al-Shid, enlazados por fragmentos del discurso de renuncia a la candidatura de vicepresidente de Eva Perón en el año 1951.
Un uso diferente de sampleos de discursos de políticos hace Tango Crash, banda próxima al free jazz y a la música de vanguardia, sumamente irónica con la cultura del tango. “La última curva” (Otra Sanata, 2005) comienza con una frase distinta del mismo discurso del Che: “No hay enemigo pequeño ni fuerza desdeñable, porque ya no hay pueblos aislados”. Sin embargo, le sigue una charla coloquial entre los integrantes del grupo intercalada con improvisaciones pianísticas en estilo de jazz contemporáneo.
La ironía y la crítica caracterizan temas como “DJ Perón” (Tango Crash, 2003), donde palabras o frases cortas extraídas de discursos del general son alternadas con advertencias como “peligro” sobre una base rítmica de drum and bass en tempo rápido. Los fragmentos sampleados están tan manipulados que no siempre es posible distinguirlos. Tal vez lo más reconocible sean dos fragmentos de dos tangos: las frases “porquería ya lo sé” de “Cambalache” y “mezcla de rabia, de dolor, de fe, de ausencia” de “El Choclo”, ambos de Enrique Santos Discépolo, famoso compositor y poeta cercano al primer gobierno peronista.
Siguiendo con Tango Crash, en “Balbón” (Otra Sanata, 2005) y su remix (Bailá, querida, 2008) utiliza fragmentos del discurso pronunciado por Ricardo Balbín durante el entierro de Perón. Pero tal vez mi preferido en esta categoría sea “Evítalos” (Otra Sanata, 2005): sobre una base techno improvisa el saxofón y dialoga con fragmentos de declaraciones delirantes y desmesuradas de políticos de la democracia argentina. Frases como “tenemos que tratar de no robar por lo menos dos años en este país” o el famoso discurso de Carlos Menem sobre la construcción de una nave que llegaría a Japón en sólo dos horas, se combinan con citas al himno nacional argentino.
Un último caso que mencionaré en este apartado es el tema “Tangocrisis” del grupo Tanghetto (Hybrid Tango, 2004). El video oficial de la canción presenta una serie de imágenes fijas en semi animación bajo un filtro rojo, donde se alternan segmentos de la banda tocando con instantáneas de la represión policial en Buenos Aires durante las manifestaciones del 19 y 20 de diciembre de 2001 en la Argentina. El tema comienza con una declaración sobre la liberación del mercado cambiario del país de Juan Carlos Onganía, realizada en junio de 1966. En el audiovisual, se mencionan luego del sampleo una secuencia de años críticos para la Argentina que se inicia en 1930 – fecha del primer golpe militar – y culmina en 2001. La canción termina con otra referencia sobre el mismo tema, en este caso una frase de un discurso de José Alfredo Martínez de Hoz de 1976: “Hemos dado una vuelta de hoja del intervencionismo estatizante y agobiante, para dar paso a la liberación de las fuerzas productivas”.
La música se basa en un ostinato que realiza el bajo, que es alusión intertextual al riff principal de “Money” de Pink Floyd. Recuerdo haber entrevistado en 2011 al líder de Tango Crash, Max Masri, quien aseguraba que la referencia no fue buscada ni intencional. Sin embargo, para un oyente familiarizado con la música de Pink Floyd, la vinculación con “Money” será posiblemente inevitable.
Referentes de la poesía y literatura
Sobre una base electrónica que se acerca a la milonga gracias a la intervención de la guitarra y el bandoneón, Cecilia Roth recita “Confianzas” de Juan Gelman, en el tema homónimo que Cohen-Solal incluye en el DJ antes mencionado (Inspiración espiración, 2004).
El propio Julio Cortázar leyendo un fragmento del séptimo capítulo de Rayuela y segmentos del “Preámbulo para las instrucciones para dar cuerda al reloj” de sus Historias de cronopios y de famas, es utilizado por Gotan Project en el tema “Rayuela” del disco Tango 3.0 (2010).
Bajofondo samplea un segmento de una disertación de Alfredo Zitarroza sobre la milonga en el tema “Zitarrosa” del disco Mar dulce (2008). Por su parte, Luciano Supervielle incorpora a su abuelo, Julio Supervielle, en el disco del 2004. Según comentaba en una entrevista, Julio Supervielle fue “un gran poeta uruguayo que sin embargo pertenece a la literatura francesa, porque siempre escribió en francés”.
Algo interesante en aquellos casos en los que se usan sampleos de este tipo, es que los fragmentos evitan ser manipulados, reordenados o deformados; la personalidad o subjetividad de los oradores no se diluye, sino que se resalta.
Fútbol
Este deporte aparece más de una vez referenciado en las producciones de tango electrónico. Ya sea porque los propios músicos aparecen jugando al fútbol en algún documental (Supervielle en Pulso urbano, 2006), porque se pueden ver imágenes asociadas al deporte en las proyecciones utilizadas en los recitales o porque los relatos sus goles se convierten en un recurso musical más. Son especialmente interesantes algunas versiones de los temas “Monserrat” (Bajofondo Tango Club, 2002) y “Centrojá” (Supervielle, 2004) del colectivo Bajofondo. En ambos se emplean narraciones de goles de la selección de Uruguay durante la “Copa de Oro de Campeones Mundiales” (más conocido como el “Mundialito” de 1980-1981), narrados por Víctor Hugo Morales.
Les recomiendo especialmente la versión en vivo de “Montserrat” (por ejemplo, la registrada en el DVD Supervielle en el Solís de 2006) que comienza como un tema chillout, pero en su parte final se agita y se convierte en un tema más cercano a un techno bailable. El relato del gol aparece justamente en la recta final. En un primer momento se escucha un scratcheo sobre la voz del reconocido locutor deportivo. Luego, el relato futbolístico se integra a la atmósfera musical, imprimiéndole mayor ritmo y dinamismo. Como suele suceder en las crónicas de goles, en la medida que los jugadores se aproximan al arco contrario, el locutor sube el tono, aumenta la velocidad del relato y por ende la tensión e intensidad de su relato. Este poderío se traslada en este caso a la música. La narración del gol funciona como impulsor del clímax musical, genera un crescendo paulatino y continuo por medios no musicales.
En “Centrojá”, en cambio, el sampleo del relato de gol no se corresponde con ningún incremento de tensión en la música. Se trata de un tema ambient, de carácter amable y distendido que sólo es perturbado un par de veces por una sección contrastante y un poco más vigorosa, donde aparecen en dos ocasiones fragmentos de diferentes relatos de Morales combinados, según el propio Supervielle, en una suerte de collage. La voz de Morales es precedida por la de Carlos Gardel diciendo “che, pibe… sentí la barra”. La frase de Gardel funciona como una interjección que prepara la entrada del locutor.
Referentes de la historia del tango
Es común la utilización de fragmentos de producciones musicales del tango de otras épocas. En algunos casos, los sampleos funcionan como materia prima para los nuevos temas electrónicos. Tal es el caso de la milonga “Sin rumbo” de Otros Aires (Otros Aires, 2004), que emplea dos fragmentos sampleados. El primero es extraído del tango “La Viruta”, de Vicente Greco (1888-1924), en grabación de la orquesta de Juan D’Arienzo de 1936. El segundo sampleo es el primer verso del tango “Aquel muchacho triste” (1928) de José De Grandis, en la grabación de Carlos Gardel de 1929. El verso elegido dice “llegaste a este barrio” y es usado como una interjección que abre paso a la letra que, como en muchos otros casos del tango electrónico, no se canta, sino que se recita. El tema es una suerte de parodia de cantantes-recitadores tangueros de otras épocas y, también, de uno de sus personajes más prototípicos: los hombres afligidos y angustiados de más de un film y poema de tango.
También de Otros Aires, el tema en tempo moderado “La Pampa Seca” (Otros Aires, 2004), se basa en un ostinato a cargo de la guitarra sobre la que el piano eléctrico y el bandoneón realizan improvisaciones. A lo largo del tema, se presentan diferentes sampleos de la grabación de Gardel de “El Carretero” de Arturo de Nava. En este caso, los fragmentos seleccionados son extraídos, reorganizados y presentados en diferente orden al del original.
La versión de “La Yumba” de Otros Aires (Dos, 2007) emplea fragmentos del célebre tango homónimo de Osvaldo Pugliese. Aparecen además algunas frases pronunciadas por Pugliese en el concierto de diciembre de 1985 en el Teatro Colón: “Nosotros somos la máquina tanguera”, “un tornillo de esta máquina”. Fragmentos distorsionados y altamente ecualizados se alternan con otros donde se deja sonar una vieja grabación de “La Yumba”.
Bonus track: remixes y mash-ups
No quisiera finalizar ese paseo sin comentar dos procedimientos asociados a la escena musical del tango electrónico. En primer lugar, me gustaría recomendarles que escuchen con atención algunos de los tantos remixes que forman parte de las producciones de tango electrónico. Por mencionar un ejemplo, sugiero el tema “Chunga’s Revenge”, grabado por primera vez en el año 1970 por el músico Frank Zappa y versionado por Gotan Project en el 2001. La interpretación del guitarrista y su banda grabada en LP, dura alrededor de ocho minutos, donde Zappa improvisa y dialoga con todos los músicos que participan de la producción.
La versión de Gotan Project tiene una atmósfera de chillout, un tempo más lento que el original y el motivo principal de Zappa es interpretado por el bandoneón remitiéndonos al tango. La versión dura en total cinco minutos y también alterna improvisaciones de los diferentes músicos de la banda.
En el año 2011, la productora ¡Ya basta! del DJ Philippe Cohen Solal, lanza el disco La Revancha en cumbia, en conmemoración de los diez años de su primer disco. El tema en cuestión es remixado por el músico argentino Axel Krygier. Aquí la melodía de Zappa en timbre de bandoneón se mantiene intacta, aunque es superpuesta y yuxtapuesta con elementos que pueden entenderse como tópicos musicales de la cumbia.
Las posibilidades parecen infinitas y siempre se destaca la búsqueda por imprimir en un tema conocido, el sello personal de quien remixa, aunque debemos recordar que el origen del remix está asociado a convertir en bailable músicas reconocidas.
Para continuar con las posibilidades que ofrece la tecnología digital, puedo comentarles que en aquellos años que estudié el fenómeno del tango electrónico, también encontré la utilización de la versión de Gotan Project de “Chunga’s revenge” fusionada en un mash up con “Jenny from the block” de Jennifer López por el DJ francés Fissunix. La mezcla no está disponible hoy en el espacio virtual para compartirla, tal vez fue denunciada por cuestiones de derechos de autor o tal vez el DJ decidió borrarlo de su profile. Pero para que puedan hacerse una idea de lo que implica, les dejo una recomendación del mismo DJ: el tema “Gloria” de Gotan Project fusionado con “Walk walk fashion baby” de Lady Gaga .
Lo que he presentado aquí es una selección incompleta y totalmente caprichosa de las producciones de tango electrónico que se hicieron durante la primera década del siglo XXI. Mi propuesta buscó simplemente señalar algunos procedimientos que caracterizan este subgénero, que se puede discutir si es del tango o de la electrónica. A la vez, me gustaría dejar planteada dos de las tantas inquietudes que me motivaron a enfocarme en el tango electrónico como objeto de estudio. La primera en relación a cómo construimos juicios de valor sobre la música: buena o mala, comercial o auténtica, tradicional o de vanguardia, y podríamos continuar con los pares dicotómicos. La segunda, sobre la gran cantidad de interpelaciones que la música ofrece y cómo puede remitirnos a nuestra propia historia individual o colectiva.
*Por María Emilia Greco para Revista Ardea.