Humo blanco en un Perú en llamas
En un ambiente aún enrarecido, la elección de Francisco Sagasti como presidente interino trajo mayores niveles de acuerdo político.
Por Yair Cybel para Celag
En Perú, el cuarto presidente en tres años llegó por elección del Congreso. En un clima marcado a fuego por la movilización popular, Francisco Sagasti, del Partido Morado, logró una amplia mayoría legislativa y se convirtió en el nuevo mandatario interino de Perú, tras obtener 97 votos a favor y solamente 27 en contra.
Sagasti es un ingeniero industrial, de 76 años, ex funcionario del Banco Mundial (BM), con maestría y doctorado en la Universidad de Pennsylvania. En su extensa trayectoria política, fue parte del gobierno nacionalista de Velasco Alvarado y asesor de los ministerios de Industria, Relaciones Exteriores y Educación durante las gestiones de Bermúdez, Alan García y Ollanta Humala. Como dato de color, Sagasti estuvo secuestrado durante la toma de la Embajada de Japón por miembros del MRTA en 1996.
Llega al poder con el apoyo de una coalición legislativa amplia, y lo acompañarán en la vicepresidencia Mirtha Vásquez (Frente Amplio), Luis Roel (Acción Popular) y Matilde Fernández (Somos Perú), como parte de los acuerdos sellados en la lista que se presentó este lunes. Las únicas dos fuerzas que se posicionaron en contra de su elección fueron la fujimorista Fuerza Popular (con 13 votos) y los etnocaceristas de Unión por el Perú (ocho votos), el partido de Antauro Humala, el hermano del ex presidente que permanece preso, pero no desiste en su intento por presentarse en las elecciones generales de 2021.
Por su parte, Manuel Merino se retira a los cinco días, dos muertos y decenas de heridos después de haber asumido. Se le añade que, al día de hoy, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos denunciaba que dos manifestantes permanecían desaparecidos. En su corto mandato, cosechó el rechazo de grandes sectores movilizados en la calle, perdió respaldo del Congreso y de las fuerzas armadas, e incluso sumó la oposición de los jugadores de la selección nacional de Perú.
Atrás quedó el intento de colocar a la primera mujer presidenta del país. En la jornada del domingo, a pura negociación parlamentaria, Rocío Silva Santiesteban no consiguió los votos necesarios para ser ungida como primera mandataria, pero a la postre terminó oficiando como una de las gestoras del amplio acuerdo final que coronó a Sagasti al frente del Ejecutivo.
Julio Guzmán, presidente del Partido Morado y candidato en las listas internas de esta misma formación, saludó públicamente la elección de Sagasti, quien lo acompañaba en las listas como vicepresidente segundo, aunque se estima que ahora Sagasti depondrá esa candidatura. El Partido Morado, de centro-liberal y con representación mayoritariamente urbana, había sido la única formación que se opusiera de manera orgánica a la moción de vacancia que desplazó a Martín Vizcarra del poder.
Mientras tanto, la suerte de Vizcarra se define en la justicia: este miércoles se posicionará el Tribunal Constitucional (TC) y, aunque existe un artículo de la Constitución que permite anular actos y resoluciones, aplica solo en casos en que se emitan actos contradictorios entre distintos poderes del Estado. Por vía legal, pero también en vistas de sostener la estabilidad política, se estima que el TC avale la línea de sucesión propuesta por el Congreso y no reponga a Vizcarra en su cargo.
Al mismo tiempo, en la misma jornada del lunes, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) oficializó las candidaturas de 24 partidos políticos que participarán en las elecciones internas del 29 de noviembre y el 6 de diciembre. George Forsyth, Verónika Mendoza, Julio Guzmán, y Keiko Fujimori encabezan las encuestas, y ya inscribieron sus fórmulas para los comicios del próximo 11 de abril.
Por su parte, las calles continúan movilizadas en el tercer país del mundo con mayor cantidad de muertos por la COVID-19 cada 100 mil habitantes. La apuesta del gobierno será contener la protesta popular y pacificar el país, pero para hoy ya está anunciada una nueva movilización de calle organizada por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP).
En tanto, en las protestas comienza a emerger el reclamo por una nueva Constitución. De hecho, este fin de semana la candidata presidencial de izquierda Verónika Mendoza propuso instalar una segunda urna el día de las elecciones, orientada a realizar un referéndum nacional por un cambio de Constitución.
El clima continúa enrarecido en un país que computa ya tres presidentes en la última semana. Sin embargo, la elección de Sagasti trajo mayores niveles de acuerdo y resta saber si podrá contener las demandas populares, o si las protestas tendrán la capacidad de marcarle la cancha al flamante mandatario.
*Por Yair Cybel para Celag / Foto de portada: La República