Por suerte, no vivimos en el mundo que Prestofelippo quiere

Por suerte, no vivimos en el mundo que Prestofelippo quiere
Lucas Crisafulli
14 septiembre, 2020 por Lucas Crisafulli

Por Lucas Crisafulli

El youtuber Eduardo Prestofelippo, quien amenazó a la Vicepresidenta de la Nación, cayó preso. No por amenazar a Cristina Fernández, sino por resistirse en un allanamiento y porque le secuestraron un revolver con la numeración limada.

Es decir, ha cometido una serie de delitos: amenazas, instigación a cometer delitos, resistencia a la autoridad, tenencia ilegal de arma de fuego, encubrimiento de la adulteración de objeto registrable.


Como vivimos en un sistema democrático en el que rige el principio de inocencia, el joven reconocido en las redes como «Presto» fue aprehendido en flagrancia (resistencia a la autoridad), pero recuperó la libertad y esperará su proceso en libertad. Y está perfecto que así sea. La Constitución Nacional y los Tratados de Derechos Humanos con jerarquía constitucional dicen que esa es la regla. No hay puerta giratoria de la cárcel ni el «entran por una puerta y salen por la otra». Hay derechos y garantías que nos ha costado mucha sangre conseguir.


Prestofelippo tendrá derecho a designar un abogado, a no ser torturado en los lugares de encierro, a proponer prueba, a ser considerado inocente hasta que una sentencia diga lo contrario, a permanecer en libertad durante el proceso. No será obligado a declarar contra sí mismo. Estos son derechos humanos básicos y fundamentales que todxs tenemos.

Prestofelippo será juzgado e investigado con todos los derechos que él le hubiera negado a quien se encontrara en su misma situación. Al igual que el genocida Jorge Rafael Videla, personaje admirado por este joven, quien tuvo todos los derechos que les negó a sus víctimas.

Por suerte, no vivimos en el mundo que Prestofelippo quiere. Por suerte para nosotrxs, pero también para él, que esta vuelta le tocó estar del otro lado del mostrador. Por suerte, no se ha cumplido su propio deseo sobre fosas comunes o presos muertos.

Estoy feliz de vivir en un país que le reconozca derechos a este joven y también a los Videla y a los Menéndez. Y estoy feliz porque, entre otras cosas, me hace ser mejor que ellos y me confirma que estoy del lado correcto.

* Por Lucas Crisafulli

Palabras claves: Eduardo Prestofelippo

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