Sputnik V: la vacuna rusa que busca frenar la pandemia de coronavirus
Rusia anunció ayer la creación de una vacuna contra el coronavirus. Desde la OMS, saludaron el avance científico y pidieron seguir con las pruebas para confirmar la eficacia del medicamento.
Por Redacción La tinta
La nueva vacuna rusa contra el coronavirus SARS CoV-2, responsable de la pandemia de la COVID-19, constituye un nuevo salto tecnológico dado por Moscú, que podría frenar en poco tiempo la actual pandemia que asola a todos los países.
Con casi 20 millones de casos positivos en el mundo y más de 750 mil muertos, la pandemia amenaza no solo la salud de las personas, sino la de la economía de las naciones, ya que el alto grado de contagio de la enfermedad lo impide casi todo, aun cuando su letalidad es de 3,5 puntos.
Según un detallado informe de Prensa Latina, la elaboración de la vacuna, bautizada Sputnik V, para nada es casual, no sólo porque, desde 2018, Rusia creó un amplio conglomerado de institutos científicos, como parte del proyecto nacional “Salud”, sino por el empeño de emplear recursos con eficiencia a priori en el combate contra la COVID-19.
Desde enero pasado, se iniciaron los primeros estudios para elaborar una vacuna contra una enfermedad que aún no había llegado a Rusia en ese momento. Finalmente, se elaboraron 47 prototipos sobre 14 plataformas científicas.
En específico, la vacuna registrada fue elaborada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, de conjunto con el instituto de investigaciones 48 del Ministerio de Defensa, el cual aportó más de 40 voluntarixs para realizar las tres fases de pruebas clínicas del mencionado preparado.
La vacuna se aplicará a partir de finales de agosto y principios de septiembre de este año a médicxs, el personal más expuesto a la enfermedad y a profesores, para garantizar un contacto seguro con lxs menores en los centros docentes. La producción en serie puede comenzar en octubre venidero, pero su comercialización probablemente se realice a finales de 2020 o a inicios del próximo año.
El director general del Fondo Ruso de Inversiones Directas, Kiril Dmitriev, declaró que, en el mundo, hay un pedido de, al menos, mil millones de dosis, hecho por 20 países al menos.
La vacuna se aplica en dos inyecciones, al parecer, debido a la estructura creada como un método único del centro Gamalei, consistente en dos vectores de adenovirus humanos para fijar los anticuerpos y lograr una inmunidad prolongada.
De acuerdo al sitio creado especialmente para la nueva vacuna, esta se elabora a partir de dos vectores, que son virus sin el gen de reproducción y utilizado para transportar a la célula un material genético de otros virus, contra el cual actúa la fórmula. El vector carece de peligro alguno para el organismo humano y la vacuna está creada sobre la base de un vector de adenovirus, que, en su forma habitual, generaría una infección respiratoria aguda.
Del SARS CoV-2, se separa de una de sus coronas un generador que codifica proteínas y, a su vez, es dividido en dos vectores de adenovirus, explican lxs científicxs rusxs. En cada uno de ellos, se suministra un gen de codificación que, a su vez, pasa por una fase de síntesis, capaz de crear anticuerpos y formar la inmunidad contra la mencionada enfermedad.
Al mismo tiempo, se crea con ello un mecanismo para regular la respuesta de inmunidad del organismo humano, uno de los causantes de daños, sobre todo, en los pulmones, y de neumonía severa. Esto garantiza la inmunidad a largo plazo, es decir, por espacio de dos años.
Con esa formulación, lxs científicxs rusxs se presentan firmes y de primerxs en la batalla por crear un mecanismo de inmunización efectivo, cuando otros 165 prototipos buscan llegar a su propósito final en el mundo.
Al conocerse la noticia, que por estas horas conmociona al mundo, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), se mostraron entusiasmadxs con el anuncio de Rusia. Desde el organismo internacional, aclararon que, al igual que las demás vacunas que en estos momentos se están desarrollando en diversos países, deberán cumplir los trámites de precalificación y revisión que marca la propia OMS.
El vocero del organismo, Tarik Jasarevic, declaró en una rueda de prensa que “acelerar los progresos no debe significar poner en compromiso la seguridad”. El funcionario explicó que la OMS está en contacto con las autoridades rusas y de otros países para analizar los progresos de las distintas investigaciones de vacunas. Según dijo, la organización conducida por Tedros Adhanom se siente animada “por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas” y espera que algunas de ellas “se muestren seguras y eficientes”.
Jasarevic agregó que “la precalificación comprende el examen y la evacuación de todos los elementos de seguridad y de eficacia requeridos recopilados durante los ensayos clínicos”.
El profesor Víctor Zúyev, jefe del departamento de microbiología de enfermedades latentes del Centro Gamaleya, en declaraciones a la cadena Russia Today, se refirió al descubrimiento: “No hay nada sorprendente. Hicieron esta vacuna en la misma plataforma que la del ébola, por eso, fue creada tan rápidamente”. Zúyev indicó que el rápido desarrollo del medicamento se debió a que “la hicieron personas altamente calificadas en un camino ya pavimentado”. El científico afirmó que la vacuna “es segura, lo que se requiere sobre todo de una vacuna, y, en segundo lugar, es eficaz”.
El martes, el presidente Vladimir Putin anunció la creación de la vacuna contra la COVID-19 y expresó que esperaba “que podamos en breve comenzar la producción masiva de ese fármaco”. El mandatario apuntó que lo más importante es “garantizar que la vacuna sea segura y eficaz”. “Espero que el trabajo de nuestros colegas en el extranjero continúe y en el mercado, en el mercado internacional de fármacos, vacunas, haya muchos productos que se puedan utilizar”, indicó.
Por su parte, el ministro de Salud, Mijaíl Murashko, confirmó que la vacuna mostró su alta eficacia y seguridad en las pruebas clínicas llevadas a cabo hasta el momento. “Todos los voluntarios a los que se administró la vacuna desarrollaron anticuerpos y ninguno de ellos presentó complicaciones serias”, subrayó el funcionario. Murashko también explicó que, a partir de ahora, se harán más pruebas clínicas de la vacuna Sputnik V en miles de personas.
El 3 de agosto, el Ministerio de Defensa ruso informó que un grupo de militares voluntarios que recibió la vacuna había desarrollado inmunidad al COVID-19. Durante el ensayo, que duró del 3 de junio al 20 de julio, los voluntarios se encontraban en observación constante de los médicos del hospital Burdenko, un centro con enorme experiencia en el ensayo clínico de medicamentos.
*Por Redacción La tinta / Foto de portada: AFP