El lado oscuro de la familia que recibió al rey Juan Carlos de España
La familia Fanjul tiene un largo historial en el control del azúcar de caña en el Caribe. Alfonso Fanjul es presidente de Central Romana Corporation, que fue acusada del desalojo forzoso de decenas de familias.
Por Álvaro Piélago para El Salto Diario
La apertura de la investigación de un caso de fraude fiscal y blanqueo de capitales por el Tribunal Supremo en la que podría estar involucrado Juan Carlos de Borbón ha acelerado su salida de España. Su destino, según publicó el monárquico ABC, es una villa en República Dominicana de 28.000 metros cuadrados, llamada “Casa de Campo”, propiedad de la familia Fanjul. Desde que abdicara en 2014, la relación de Juan Carlos de Borbón con la familia Fanjul, especialmente con el empresario Pepe Fanjul, residente en Miami, se ha hecho más notoria. Pero el parentesco tiene raíces históricas y es que la tía abuela de estos empresarios, Edelmilda Sampedro, se casó con el príncipe Alfonso, hijo mayor de Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos.
Pero ¿quién es la familia Fanjul y a qué se dedican? Los Fanjul, familia descendiente de españoles, se convirtieron en uno de los clanes más ricos en Cuba con el cultivo de caña de azúcar. En 1959, con la Revolución Cubana, los terrenos de explotación de azúcar fueron expropiados y los Fanjul huyeron a Miami.
En Miami, reconstruyeron su imperio bajo el nombre de Fanjul Corporation, un conglomerado de empresas azucareras, responsables de la explotación de braceros -trabajadores de la caña de azúcar- en diferentes países, entre ellos, República Dominicana. De hecho, los hermanos Fanjul figuran en cabeza entre las 10 personas más ricas de Cuba, según la revista Forbes.
La explotación azucarera de los Fanjul en República Dominicana comienza en 1980, cuando compran Central Romana a la multinacional norteamericana Gulf & Western por 240 millones de dólares. En esta compra, se incluyeron más de 900 kilómetros cuadrados para la explotación de azúcar y 28 kilómetros cuadrados en donde se encuentra la villa “Casa de Campo”. Además, la familia Fanjul diversificó sus inversiones en el sector turístico e inmobiliario del país.
Desalojo forzoso
La madrugada del 26 de enero de 2016, en la ciudad de Santa Cruz de El Seibo, en República Dominicana, se produjo el desalojo forzoso de 80 familias por parte de la empresa Central Romana Corporation Ltd., que está presidida por Alfonso Fanjul, hermano mayor de Pepe Fanjul, y que sería, según distintas denuncias, una empresa filial de Fanjul Corp.
Derribaron casas con ancianos enfermos dentro y encañonaron a menores para sacarles de un camino público al lado de la tierra que ocupa y explota la empresa azucarera Central Romana. Este desalojo “arbitrario y sin compasión”, según palabras del propio Abogado del Estado de República Dominicana, viene recogido en el informe “Flores de Dignidad en Tierra de Sangre” de la ONG Selvas Amazónicas.
Cuatro años después de los desalojos violentos, activistas de derechos humanos se unieron a 24 de las familias para presentar una demanda contra Fanjul Corporation en Florida, como responsable de la actividad de Central Romana Corporation Ltd.
Las familias desalojadas originalmente buscaron justicia en República Dominicana, pero no tuvieron éxito. El fiscal del país tardó dos años en considerar la denuncia y tomar una decisión. A los demandantes, se les dieron solo cinco días para organizar una apelación, en medio de las vacaciones de Navidad del país. Los tribunales civiles eran un callejón sin salida, ya que ningún abogado quería asumir el caso. Los observadores internacionales sostienen que el sistema judicial en la República Dominicana es corrupto y protege a las corporaciones.
Fanjul Corp. se enfrenta a la demanda de las 24 familias en la Corte Federal de Florida y, actualmente, el procedimiento judicial sigue abierto aunque paralizado por la pandemia del coronavirus, a la espera de que se retome. Esta demanda de las familias es crucial para relacionar a Central Romana Corporation Ltd. con Fanjul Corp.
Condiciones laborales
A lo largo de los años, ha habido reiteradas denuncias sobre las condiciones de trabajo en los ingenios azucareros de esta familia. El medio Radio Seybo y el sacerdote Christopher Hartley han denunciado en varias ocasiones las condiciones laborales de los braceros y han documentado que tienen menores de entre 9 y 16 años trabajando en los campos de azúcar. En 1997, Hartley tildó las condiciones laborales de esclavitud y así lo trasladó a las autoridades dominicanas. Así se recoge en el libro de Jesús García, Esclavos en el paraíso. Hartley sufrió una campaña de acoso mediático y amenazas que desencadenó en la expulsión del país en 2006.
En los últimos años, Central Romana ha querido obtener el sello de calidad Bonsucro, una organización mundial sin fines de lucro que promueve la producción azucarera sostenible y su impacto socio-ambiental. Central Romana no lo ha conseguido debido a las condiciones a que somete a sus braceros, entre los que se encuentran menores de edad y la deforestación brutal que realiza junto a químicos abrasivos prohibidos por la OMS y la ONU.
Del mismo modo, grupos ecologistas de Florida también han denunciado a Fanjul Corp. debido al uso de fertilizantes que están dañando el parque de los Everglades, de Florida, uno de los principales acuíferos del mundo.
Si la información de ABC es cierta, Juan Carlos I estaría siendo acogido por una de las familias más ricas de América. Dentro de la batalla judicial que se ha dado a lo largo de años para esclarecer las relaciones entre dos empresas de los Fanjul, si se confirmasen las denuncias, el rey se estaría valiendo de la colaboración de una familia cuya fortuna está construida sobre la explotación laboral, la explotación de menores y la contaminación y deforestación de terrenos y especies americanas.
*Por Álvaro Piélago para El Salto Diario / Foto de portada: El Periódico