Los juegos del fiambre, un corto desde el amor y la contención 

Los juegos del fiambre, un corto desde el amor y la contención 
5 agosto, 2020 por Gilda

«Los juegos del fiambre, la maldición de la costeleta» es un corto realizado por las pibas y pibes de la Casita Puentes junto a su profesora de teatro Valeria Casanova. En la plataforma de YouTube, se puede ver y disfrutar. 

Por Manuel Allasino para La tinta

A comienzos de este año, se publicó el corto Los juegos del fiambre, la maldición de la costeleta, un trabajo que surgió del Taller de Teatro que lleva adelante Valeria Casanova en la Casita Puentes, en Argüello, con jóvenes en situación de calle y con consumos problemáticos de sustancias. El corto refleja el amor, el compañerismo y la posibilidad de hacer algo en lo que se sientan totalmente protagonistas. Trece minutos de acción, risas, debates y drama es el resultado de Los juegos del fiambre, la maldición de la costeleta. El grupo se ha comprometido tanto que promete continuar con una serie. 

Desde La tinta, charlamos con Valeria y tres de les chiques (Priscila, Gonzalo y Sergio) que participaron del proyecto.   

—¿Cómo surgió la idea de realizar el corto Los juegos del fiambre, la maldición de la costeleta?

—Valeria: ¡Todo empezó con Radio Teatro! Teníamos unos cuantos fragmentos grabados y ahí comenzamos a hacer el guion, que fue escrito por les pibes. Yo solo lo uní y ordené un poco. La apropiación al haberlo creado elles es enorme, porque es propio, porque les representa, porque les motiva.

Fue tan bello el proceso de escritura, luego, ensayo y la grabación para la radio, que pensamos hacer una obra, pero, bueno, éramos muches y la posibilidad de estar siempre todes medio que no se puede. Y ahí surgió la idea de hacer un corto, con todo lo que eso implica: dividirnos tareas, roles, ensayos y conseguir quienes ayuden a grabarlo y editarlo.  Le metimos con toda la fuerza y lo logramos. Luego de que el corto se realizó, tuvimos un proceso de análisis y volvimos a trabajar sobre el material.

Actualmente, estamos en el proceso de mostrarlo, visibilizarlo y contar sobre el cómo lo realizamos, verlo juntes, aunque sea por Zoom, hacer entrevistas y todo lo que conlleva el haber logrado hacer en equipo semejante trabajo.

—Priscila: Fue un proceso hermoso y muy especial. Yo hago de Fantasma en el corto y fue muy lindo haber participado también en la creación del guion.  

—Gonzalo: A mí me encantó. Participé del armado de la escena donde se filmó. Me gusta ser plomo y estar en el armado, en la producción. El teatro es algo que me gusta mucho. Y la costeleta también (risas).

—Sergio: A mí me encantó estar en el corto. Me gustó hacer de narrador en el corto, aprendí muchas cosas buenas. Y aprendí mucho del teatro. Me gusta lo que es el teatro.  


«Si hay grupo, hay teatro; si hay registro de un otre, hay teatro; si hay encuentro, hay teatro; si problematizamos nuestras circunstancias, hay teatro; si analizamos nuestro entorno, hay teatro; si comprendemos cuáles son nuestros conflictos y nuestros dramas, hay teatro», asegura Valeria.


—El acompañamiento comunitario para pibes y pibas en situación de consumo es un gran trabajo. ¿Qué rol juega el teatro ahí? 

—Valeria: Puffff, explota. El aquí y ahora es crucial en el teatro y, en les pibes con consumo problemático, también. La comprensión de la presencia en el aquí y ahora es uno de los abordajes más importantes en las problemáticas de consumo. También son importantes los roles, tener un rol dentro del proceso que se esté realizando, dentro del grupo que hemos conformado. Y comprender la importancia que tiene ese rol asignado. Responsabilizándonos para poder sostener el proceso en el tiempo. Y comprendiendo que, sin esto, no hay teatro. Es fundamental comprender que se está necesitando un teatro más amplio, que se vuelva enorme. Un teatro que aborde los límites, que incluya, que salga y que deje entrar más. Que explote, se expanda, se relaje, se profundice.

Se politice.

Que incluya, incluya, incluya, y lo digo tantas veces, porque tantas veces lo diré hasta que se sienta así, hasta que sea así.

Creo que el teatro está limitado a las salas y que no sale de un determinado círculo. Estoy convencida de que el teatro se tiene que expandir, tiene que salir de sus propios límites y tiene que dejar entrar. Porque, cuando el teatro llega a sectores que están al margen, al límite, cuando llega adonde no llega comúnmente, lo que ocurre tiene una profundidad, una verdad, una fuerza transformadora que es imposible de explicar.

—¿Cómo es trabajar en la Red Puentes?

—Valeria: Red Puentes es una casa de abordaje comunitario e integral de los consumos problemáticos de sustancias y situación de calle. Se acompaña de lunes a viernes de 10 a 16 horas. Se comparte el desayuno, almuerzo y merienda, se cocina entre todes, se lava entre todes. Se cuida entre todes el espacio. Hay acompañamiento de parte de los Operarios, que cumplen un rol de coordinación, acompañamiento de parte de les psicólogues y trabajadores sociales. Y estamos les Talleres. Somos muchos talleres, desde Carpintería, Música, Capoeira, Educación Física, Murga y Teatro. A los talleres los dictamos una vez a la semana. Y ahí en el taller, fue que comenzó todo el proceso del corto “Los juegos del fiambre, la maldición de la costeleta”.


«Sabemos que la continuidad, la permanencia, el orden, la cotidianidad, tener una rutina, ayudan en este tipo de problemáticas. Los límites bien entendidos, como me interesa verlos, contienen y son amor, son una guía», dice Valeria.


Para poder estar en la casita, hay normas que seguir, normas de convivencia bellísimas que se han construido entre todes. Una de ellas es tratar de estar en los talleres o en lo que les pibes elijan estar, tener permanencia, dentro de lo que se puede, porque es difícil cuando, por momentos, todo a tu alrededor es complejo. Dentro de la casita, se armó un grupo muy bello, yo les acompaño con el amado Teatro desde que se inauguró la casita de Argüello, en agosto del 2018.

Trabajar en la casita nos enseña día a día, momento a momento. Tenemos clases que son una explosión de creatividad, que les pibes llegan con fuerza arrasadora, y otras totalmente pasivas; momentos que necesitamos hablar sobre contenidos de la ESI, de las emociones, de situaciones particulares que atraviesan; momentos en que hay bronca y no hay ganas de nada; momentos donde no hacemos teatro, o sí, porque estamos reunides ahí empatizando con la situación de une o unes que están en un momento muy fuerte, muy débil, muy alegres, muy tristes. Durante este tiempo en el taller de Teatro, nos fuimos consolidando como grupo y eso vale oro, si hay grupalidad, verdadera grupalidad, no gente agrupada, hay todo, pero todo lo que se necesita para hacer teatro.

—Al ver el corto, queda la sensación de que se van a realizar más capítulos, ¿se está pensando en hacer una serie?

—Valeria: Habíamos empezado con una serie sobre diferentes temáticas que les atraviesan a les pibes, las cuales debatimos y decidimos abordar en equipo.

Empezamos con un cortito sobre portación de rostro, ya que a un compañero lo llevaron preso de la puerta de la casita por “merodear”. Tuvimos largas charlas sobre la represión policial, sobre qué queríamos mostrar y de qué forma, y, por supuesto, sobre el Código de Convivencia. A ese lo logramos grabar. La idea es que sea una serie de X capítulos, cada uno con un tema diferente a abordar, uno es como ya dijimos, portación de rostro, otro es violencia de género, otro es consumo problemático, por ahora, tenemos esos tres. Actualmente, hemos seguido en contacto vía WhatsApp y Zoom, escribiendo, creando, desahogándonos, estando juntes para lo que se necesite.

Somos un grupo y eso nos mantiene creando, con coronavirus o sin él.

—Gonzalo: ¡Sí! Me encanta actuar y producir. Así que tengo muchas ganas de seguir haciendo cortos.

—Priscila: Totalmente. Es algo muy hermoso actuar. El teatro es algo que me gusta mucho. Además, estoy haciendo el profesorado en Educación Inicial ¡y me encanta!

—Sergio: Es muy importante que podamos seguir unidos, juntos. ¡Haciendo estas cosas que nos encantan como el corto! ¡Y muchas cosas más! Aguante la Casita Puente y aguante el teatro. 

—Valeria: Quiero agradecer a todes les que hicieron esto posible. Gracias inmensas: Carmen Heredia Troncoso, Milagro Cabral Montejano, Anita González, que acompañaron con la grabación y la edición.  

Profes que acompañaron: Verónica  Aimar y Paula Lombardelli. Operadores que acompañaron: Eva Montenegro, Leila Meternich. Les Pibes: Bernabè Bustillo. Priscila Colina, Sergio Muños, Gonzalo Pereyra, Veronica López, German Quevedo, Yohana Flores, Samuel Colinas, Jazmín Carraszo, Tomas Tulian, Cristian Ríos, Daniel Sepulveda.

*Por Manuel Allasino para La tinta.

Palabras claves: Argüello, Casita Puentes, Cine, Jóvenes, la maldición de la costeleta, Los juegos del fiambre, Red Puentes, Teatro, Teatro Comunitario, Valeria Casanova

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