Basta de Gatillo Fácil: Sergio Cuello presente
A tres años del asesinato de Sergio Cuello, la jueza de instrucción Laura Barale dictó el sobreseimiento de los policías imputados. Familiares, amigxs y compañerxs de la organización Libres en Lucha, en el Encuentro de Organizaciones, exigen justicia y celebran la vida de Sergio.
Por Anabella Antonelli para La tinta
El árbol poderoso comienza en la semilla/
y aunque el amor sea profundo y alto/
es también mínima la semilla del hombre.
Roque Dalton, La Ley de la Vida
El día que lo mataron, sus compañeras estaban en una movilización en la esquina de Cañada y 27 de abril, frente a la Municipalidad de Córdoba. Lula recibió un mensaje de su novio avisando que la policía había matado a alguien y que parecía que era Sergio. Ella es su hermana “de la vida”, se criaron juntxs y tenían una relación muy cercana. Una compañera buscó en el diario, había una nota sobre un asesinato en Altamira a manos de la policía barrial, pero no aparecía el nombre de la víctima. Todas quedaron en silencio. Esa misma tarde, después de confirmar la noticia, se juntaron en el salón de Libres en Lucha, a escasos metros de ese otro salón comunitario que Sergio levantó en 2009, el primero en barrio Maldonado.
Así nació el Colectivo Sergio Cuello, espacio que reúne a familiares, amigxs y compañeras de Sergio, y que integra el Encuentro de Organizaciones (EO). Algunas de las personas que están en el Colectivo conocieron a Sergio en vida, otrxs por relatos y anécdotas. Todxs comparten la certeza de que luchar por Sergio es también luchar contra la institución policial, debatir el paradigma de (in)seguridad, es dar la batalla cultural contra la vecinocracia, el racismo y el engorramiento social.
Según datos de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), en los cuatro años de gobierno macrista, se llegó al récord de muertes por gatillo fácil, tortura y detenciones arbitrarias en democracia. En 2017, el año que asesinaron a Sergio, se superó, por primera vez desde la última dictadura cívico-militar-eclesiástica, la barrera de un asesinato por día a manos del aparato represivo de Estado.
¿Qué hacer cuando te arrancan un compañero, un amigo, un hijo, un hermano? Junio ardía rojo al recordar las bromas de Sergio, su preocupación por que todxs estén bien, sus ocurrencias en el comedor de Libres en Lucha. Seguir el camino judicial no era suficiente y, desde el Colectivo Sergio Cuello, decidieron realizar actividades para recordar y celebrar su vida. En su página de Facebook, una cita del Subcomandante Marcos se repite como bandera: «La memoria es, sobre todo, dicen nuestros más primeros, una poderosa vacuna contra la muerte y alimento indispensable para la vida. Por eso, quien cuida y guarda la memoria, guarda y cuida la vida; y quien no tiene memoria está muerto».
En la lucha social también los grandes ríos/
nacen de los pequeños ojos de agua.
Roque Dalton, La Ley de la Vida
Sergio “Petaca” Cuello es el padre de Sergio, hombre de manos trabajadoras y mirada profunda. Días después del asesinato de su hijo, se presentó como querellante en la causa, acompañado por el Colectivo y con el patrocinio del abogado Santiago Gamboa, quien explica que “a fines del año pasado, el Dr. Pedro Caballero de la Fiscalía de Instrucción del Distrito 2° Turno 3°, que estaba a cargo de la investigación, requirió el sobreseimiento de los acusados”, sosteniendo que los policías Franco Calderón y Emanuel Carrizo actuaron en legítima defensa. Los primeros días de junio, la Jueza Laura Barale, del Juzgado de Control N° 2, hizo lugar al pedido y resolvió sobreseer a ambos policías, “pero no por los motivos que esgrimió el fiscal, sino porque considera que hay una duda insuperable acerca de cómo sucedieron los hechos exactamente”, explica Gamboa.
Ante esto, decidieron apelar, justo cuando se cumplen los tres años del asesinato. “No podemos más que gritar, llorar, sentir mucho dolor de la noticia del sobreseimiento. Pero no podemos quedarnos quietas. Hay que seguir y moverse”, escribieron desde el Colectivo y explican que “justicia” es algo muy diferente a lo que pueda lograrse en la Institución Judicial, pero que continuar el camino judicial es una forma para frenar la impunidad policial. “Nosotros seguimos acá en la lucha para que no quede en la nada, si de algo estoy segura es que no me voy a quedar con los brazos cruzados, voy a hacer hasta lo imposible para que paguen por lo que hicieron”, leyó Lula en la ronda.
“¿Qué diferencia a dos pibes del mismo barrio, a menos de una cuadra de distancia, para que uno corra y el otro le dispare más de cinco veces por la espalda?”, se pregunta la Enana, integrante del Colectivo en un mensaje en redes. Se refiere a Emanuel Carranza, uno de los policías que, además, era vecino de Sergio. “Y si visto al asesino de azul, entiendo todo. Esa sangre fría e impune, de un uniforme azul, de una institución que los cría y aplaude, de una justicia que los avala y defiende, y de un Estado que los cuida, los reproduce y les paga, me da asco, bronca, enojo y miedo”, termina.
En la lucha social también por la semilla/
se llega al fruto/ al árbol/
al infinito bosque que el viento hará cantar.
Roque Dalton, La Ley de la Vida
En estos tres años, realizaron acciones para “tejer la memoria de Sergio con la de nuestro pueblo, porque, si bien es a él a quien recordamos, extrañamos y por el que nos movemos, es un caso más de una extensa masacre contra nuestro pueblo, en esta guerra que se libra silenciosa y a la que intentamos oponerle mucho amor”, explican. Norma es parte del Colectivo y vecina de la zona. Cuenta que, hace un año, entendió la importancia “de saber de nuestrxs ancestrxs, nuestrxs muertxs y recordarles. No es casual estar en este colectivo que pasó por varios procesos y volvió a su origen que es mantener su memoria viva”, reflexiona.
“Como parte de una organización, siento que abrió una puerta a vernos de otro modo más humano, más sensible, a dejar los prejuicios, acompañarnos y cuidarnos desde otro lugar diferente al que lo veníamos haciendo”, expresa Norma y nos anima “a no dejar de exigir justicia y mantener el fuego encendido por él y por todxs lxs Sergios anónimxs”.
*Por Anabella Antonelli para La tinta / Imagen de portada: Sergio Cuello presente.