¿Por qué debe ser bienvenida la ayuda de los médicos cubanos?
Ante la pandemia del Covid-19, Cuba sigue apostando a la solidaridad y la cooperación internacional, enviando miles de médicos y médicas a decenas de países de todo el mundo.
Por Carlos Mariano Poó para La tinta
No es ninguna novedad que la pandemia mantiene en jaque a toda la humanidad. Tampoco lo es que nadie está exento o exenta de ser alcanzado por el pestífero Covid-19 desde el momento que, a la fecha, ya se han registrado cerca de tres millones y medio de contagios en todo el mundo, con el lamentable saldo de casi 250 mil muertos. La cifra es contundente: 443 casos por cada millón de habitantes en el planeta.
Desde su irrupción, en noviembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan, el Covid-19 se ha esparcido por todo el globo terráqueo en un lapso de tiempo menor a seis meses. En total, de los 197 países reconocidos por la ONU en el mundo, solamente 13 naciones no han registrado casos positivos confirmados oficialmente a la fecha.
Para poder apreciar en toda su magnitud la velocidad con la que el virus se propagó, podemos tomar el siguiente dato: al 30 de enero de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia de salud pública, cuando en todo el mundo se habían registrado 7.828 casos de contagios en 19 países, concentrando el continente asiático el 99,68 por ciento de esos casos. Casi dos meses después, el 27 de marzo, los contagiados se habían multiplicado por 76, ya que se registraron 591.476 casos confirmados en todo el mundo, y el epicentro de la pandemia se había desplazado de Asia a Europa, continente que registró el 54,86 por ciento de los casos.
En América, se habían registrado 116.815 casos de contagios, lo que representó el 19,75 por ciento de los casos confirmados a nivel mundial. Los Estados Unidos ya habían pasado oficialmente los 100 mil casos confirmados.
Pero, en los últimos 34 días, la situación volvió a cambiar y el epicentro pasó de Europa a América, que, al 1 de mayo, alcanzó el 41 por ciento de los casos confirmados a nivel mundial. Cabe destacar que la mayoría de los casos se concentran en América del Norte, que registró 1.122.750 contagiados, mientras que América Latina y el Caribe registraron 218.741 contagiados.
Es de esperar que, lamentablemente, lo que hoy está pasando en América del Norte pueda llegar a replicarse en el sur del continente. De la misma forma que hoy el flagelo de la pandemia estremece a los Estados Unidos, puede golpear con fuerza a Brasil. El motivo, en ambos casos, es conocido: la criminal y deliberada ausencia de políticas efectivas tomadas a tiempo como estrategia, y el irracional y estúpido negacionismo del virus como estandarte. Y es que los gobiernos de Donald Trump y Jair Bolsonaro han demostrado un desprecio manifiesto por la vida y la salud, e incluso por la integridad no sólo de sus propios pueblos, sino también por el resto de los pueblos del mundo.
Cabe destacar que la escasa inversión en salud se deja ver, ostensiblemente, en la escasez de camas en hospitales, clínicas y sanatorios, como también en la baja proporción de médicos, enfermeros y especialistas de la salud por cantidad de habitantes. Indicadores que dan cuenta de los estragos provocados por las políticas de corte neoliberal, que la mayoría de los estados de la región implementaron en el último lustro. Estados que no pueden garantizar un acceso universal, óptimo e irrestricto a dichos servicios, y hoy se arriesgan a ser desbordados por el maremoto sanitario que representa la pandemia del Covid-19.
Cerca de 190 millones de latinoamericanos y caribeños no tienen acceso regular a servicios de salud. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las principales dificultades son de dos tipos: geográficas y de ingresos. Además, tan solo tres países de la región invierten en salud más de seis puntos porcentuales de sus respectivos PBI: Cuba, Costa Rica y Uruguay.
Desde hace ya más de cinco décadas, las reconocidas misiones cubanas de cooperación médica internacional han llevado alivio y conocimientos con más de 400 mil médicos, técnicos y auxiliares de la salud a 164 países.
Por la actual pandemia, el gobierno socialista de Cuba envió brigadas médicas a distintos países del mundo. En efecto, los ministerios de Exteriores y de Salud Pública cubanos reportaron haber enviado unas 15 brigadas, con un total de 593 colaboradores, a dos países europeos, dos latinoamericanos y 11 caribeños. La mitad de sus integrantes son mujeres. Entre los y las brigadistas, se cuentan 179 médicos, 399 licenciados en enfermería y 15 tecnólogos de la salud. Algunas de esas misiones están conformadas por médicos, enfermeros y profesionales de la salud del país al que van a asistir y que estudiaron en Cuba.
Hay que remarcar que, mientras los países capitalistas más desarrollados invierten en promedio ocho puntos porcentuales de sus respectivos PBI en salud, Cuba invierte el 10,6 por ciento de su PBI. El sistema de salud del gobierno socialista es uno de los logros más grandes e importantes de la revolución cubana. Es todo público y de acceso gratuito para más de 11 millones de habitantes que tiene la isla caribeña.
Además, cuentan con nueve médicos cada mil habitantes, según cifras oficiales. Y tienen una relación de 5,2 camas de hospital cada mil habitantes, según cifras del Banco Mundial (BM). Argentina tiene cuatro médicos y cinco camas por cada mil habitantes; Brasil 2,1 médicos y 2,2 camas por cada mil habitantes; Canadá 2,6 médicos y 2,7 camas por cada mil habitantes; Estados Unidos 2,6 médicos y 2,9 camas por cada mil habitantes. Esto no quiere decir que a Cuba le sobran médicos y camas, quiere decir que está en mejores condiciones que otros países para afrontar la pandemia, porque invierte mucho más que el resto en la salud de su pueblo y, por eso, puede colaborar con otras naciones enviando recursos humanos altamente capacitados.
Todas estas razones indican que la ayuda de los médicos, enfermeros y demás profesionales cubanos debe ser bienvenida en Argentina. Pero hay una que es incluso la más importante de todas y a la cual todavía no hemos hecho referencia: es una ayuda inestimable y absolutamente necesaria.
*Por Carlos Mariano Poó para La tinta / Foto de portada: Reuters