El coronavirus puede ser catastrófico para Gaza

El coronavirus puede ser catastrófico para Gaza
30 marzo, 2020 por Tercer Mundo

Israel, que sigue controlando las fronteras de Gaza, ha debilitado intencionadamente, durante décadas, la economía y la salud de la mayor prisión al aire libre del mundo.

Por Neve Gordon para The Nation

Cuando la gente empezó a difundir este post por Facebook sentí un profundo desasosiego: “Querido mundo: ¿Qué tal el confinamiento? Gaza”.

Aunque quienes hicieron circular el mensaje querían provocar simpatía por los casi dos millones de personas palestinas encarceladas, es absurdo intentar comparar el confinamiento que están sufriendo muchas personas en Occidente con los 13 años de bloqueo en Gaza. De hecho, ahora que el coronavirus ha logrado atravesar los checkpoints militares y llegar al enclave costero donde dos personas han dado positivo en las pruebas, es probable que la falacia de esta comparación se vuelva trágicamente evidente. La intensidad de su sufrimiento no se deberá a causas naturales sino a que el asedio militar ha hecho que el pueblo de Gaza esté en una terrible desventaja en los tres ámbitos que se consideran vitales para luchar contra la propagación del virus: los servicios sanitarios, los factores sociales que determinan la salud y el distanciamiento físico.

Los servicios sanitarios

En las últimas semanas, ha habido una avalancha de información acerca de la preparación de los sistemas sanitarios y cómo afecta a las tasas de mortalidad. Con el ejemplo positivo de Corea del Sur, los expertos sugieren que es esencial hacer pruebas de Covid-19 para salvar vidas, y comparan los resultados positivos en ese país con lo hecho en Italia y España. Sin embargo, en estos momentos, en Gaza hay muy pocos kits para hacer pruebas (unos 200) y según Ghada Majadli, de Physicians For Human Rights, en Israel, al 23 de marzo, solo se han hecho pruebas a 99 personas.

Palestina Gaza coronavirus pobreza la-tinta

También sabemos que la gente se está muriendo en muchos países porque los hospitales están desbordados, y son incapaces de hacer frente al enorme flujo de nuevos pacientes que necesitan respiradores. Los médicos advierten de que 52 y 40 respiradores por 100.000 personas en Estados Unidos e Israel, respectivamente, son a todas luces insuficientes. En la Franja de Gaza, en cambio, hay tres respiradores por 100.000 personas, lo que sin lugar a dudas supondrá una sentencia de muerte para muchas personas.


En términos más generales, Gaza tiene unos 30 hospitales y clínicas importantes que proporcionan una media de 1,3 camas por cada 1.000 personas, mientras que Israel cuenta con más del doble con una media de 3,3 camas por cada 1.000 personas y la Unión Europea (UE), por su parte, cuenta con una media de 5,4 camas por cada 1.000 personas. El contraste con Israel, que ocupa directamente desde hace 40 años Gaza y sigue controlando sus fronteras, no solo es impactante sino que además es una manifestación de lo que la profesora de la Universidad de Harvard Sara Roy ha denominado des-desarrollo: el debilitamiento deliberado de las capacidades económicas y sociales de la población de Gaza.


Perjuicios sociales para la salud

Pero un análisis más minucioso de la capacidad médica de una zona para lidiar con el virus nos ofrece una perspectiva muy distorsionada. De hecho, una de las primeras cosas en las que insisto en mi curso “Derechos humanos y salud pública”, que imparto en el Programa de Salud Global de la Universidad Reina Mary de Londres, es que las condiciones en las que las personas nacen, crecen, viven y trabajan no son menos importantes que la calidad del sistema de atención sanitaria al que tiene acceso.

Por ejemplo, para explicar la diferencia que hay entre la tasa de mortalidad infantil en Gaza de 19,6 muertes por cada 1.000 nacimientos, y la de Israel de 2,6 muertes por cada 1.000 nacimientos, o para comprender por qué los israelíes viven una media de 10 años más que sus semejantes en Gaza, tenemos que observar tanto el tipo de servicios sanitarios a los que tiene acceso cada población como los factores que sirven de determinantes sociales de la salud.

El hecho de que la friolera del 53 por ciento de la población de Gaza (aproximadamente 1,01 millón de personas, incluidos más de 400.000 niños) gane menos que los 4,60 dólares al día en los que se sitúa el umbral de pobreza, contribuye a explicar por qué son más cortas las vidas en Gaza. La pobreza cada vez mayor junto con la inseguridad alimentaria generalizada significa que la mayoría de las personas que viven en Gaza no pueden satisfacer sus necesidades diarias de calorías, además de que más del 90 por ciento del agua de Gaza se ha considerado no apta para el consumo humano.

Palestina coronavirus Gaza la-tinta

De modo que mientras que nuestros gobiernos insisten en la importancia de lavarse las manos a menudo, a los gazatíes les preocupa tener agua suficiente para beber. El hecho de que en Gaza la mayoría de las personas viva literalmente al día sugiere que el impacto del coronavirus será exponencialmente más duro que en muchos otros países.

Sin espacio para hacer cuarentena

La historia de las plagas sugiere que la cuarentena es una de las maneras más eficaces de contener la propagación de una enfermedad. Pero, ¿cómo pueden las 113.990 personas refugiadas, que viven en el campo de refugiados de Jabalia, que tiene una extensión de 1,39 kilómetros cuadrados, mantener la distancia física entre sí?

En el campo de refugiados Beach, la densidad es todavía peor ya que viven 85.628 personas refugiadas en una extensión de 0,51 kilómetros cuadrados. El campo Beach solo tiene un centro de salud, donde primero acuden las personas enfermas, y solo un centro de distribución de alimentos que sirve a toda la población. En otras palabras, dentro de los ocho campos de refugiados que hay en Gaza, los sistemas organizados para salvar vidas (la atención sanitaria y el suministro de alimentos) se convertirán, sin duda alguna, en letales cuellos de botella y caldos de cultivo del virus mortal.

Por Neve Gordon para The Nation / Traducido para Rebelión por Beatriz Morales Bastos / Foto de portada: AFP

Palabras claves: coronavirus, Franja de Gaza, Israel

Compartir: