Get Brexit done!

Get Brexit done!
18 diciembre, 2019 por Tercer Mundo

Gran Bretaña votó a favor del Brexit y ahora se ultiman los detalles para que la potencia mundial abandone la Unión Europea.

Por Lucas Gatica, desde España, para La tinta

La victoria de Boris Johnson en las elecciones legislativas de Reino Unido del pasado 12 de diciembre fue aplastante. Esos comicios, donde se zanjaban las políticas económicas, sociales y ambientales de los próximos años, tuvieron un resultado claro para el partido Tory, empujado por un elemento omnipresente: el Brexit. Aunque hubo debates sobre la agenda social de Reino Unido, estos apenas han tenido influencia en la votación y ha primado el fantasma del Brexit.

Los conservadores superan en 80 diputados la mayoría absoluta, su mejor performance electoral desde 1987 con Margaret Thatcher, mientras que los laboristas obtuvieron su peor resultado desde 1935. Lo más destacable ha sido la victoria de Johnson en distritos electorales que eran firmes bastiones del laborismo.

Esta victoria del primer ministro le permitirá sacar al país de la Unión Europea (UE) en enero próximo. Los británicos se decidieron por dar apoyo a un líder populista, que se muestra irritado, miente y que resume su programa político en una tesis alejada de la realidad: en el momento que Reino Unido esté fuera de Europa, recupere el control de sus fronteras y de sus leyes, todo será abundancia y soluciones para la isla.

Ya se ha escrito y dicho hasta el hartazgo que las causas del apoyo al Brexit pueden encontrarse en la globalización, la degradación del Estado del Bienestar y el aumento de las desigualdades, todo ello condimentado de una cultura del individualismo y el apogeo del neoliberalismo económico, introducido en Reino Unido por Thatcher, pero vale la pena repetirlo. El mismo partido que es responsable de socavar el Estado de Bienestar británico es el que ahora cosecha los frutos electores del malestar colectivo. Es decir, ese malestar colectivo se debe, en buena parte, a las políticas pasadas del partido ganador de estas elecciones. Paradojas.

Gran Bretaña Union Europea la-tinta

Si bien es verdad que, en Reino Unido, las diferencias ideológicas de izquierda y derecha están muy marcadas, desde el 2016, el tema que dirige la política británica es, sin dudas, el Brexit. Y los resultados de las últimas elecciones lo muestran: hubo una importante transferencia de votos, superando la barrera de la ideología, aupada fundamentalmente por la cuestión de la salida del bloque europeo. Así, votantes históricamente laboristas, de clase trabajadora, que no apoyaron el Brexit en su momento, ahora han optado por el Partido Conservador, que les prometía tener, de una vez, el proceso del Brexit terminado en un futuro cercano. Con esa promesa y con el cansancio de algunos ex votantes del laborismo, Johnson hoy tiene la mayoría. El líder rubio de los conservadores ha sabido agrupar el voto de los pro-Brexit por fuera de sus ideologías partidarias y también el de muchos ciudadanos fatigados por las idas y vueltas, y la parálisis política en la que se sumieron desde 2016.


Aunque el mapa del Brexit parece aclararse después de tanto tiempo y tantas discusiones, todavía se necesitará de tiempo. Ni mucho menos el Brexit está terminado. Lo que está claro es que el divorcio se va a producir antes del 31 de enero, como prometió Johnson. Ahora queda negociar todo lo que esa separación implica; esto es, cómo será el futuro de la relación entre Reino Unido y la Unión Europea, y quién pagará la fiesta.


Con la navidad y el año nuevo en puerta, el jueves 19 de diciembre, Isabel II pronunciará el “Discurso de la Reina”, que contará con los principales lineamentos del nuevo gobierno. Se supone que ese plan apuntará a reforzar a los euroescépticos que votaron por la salida y a los laboristas que, esta vez, apostaron por Johnson y los suyos. Según se ha filtrado, las prioridades del gobierno serán robustecer el Servicio Nacional de Salud: se estima que se inyectarán más de 40.000 millones de euros en cinco años al desatendido servicio público.

Desde Downing Street, ultiman este discurso de Isabel II, que tendrá los fundamentos de gobierno de los siguientes cinco años. El punto primordial estará puesto en la aprobación del acuerdo de salida que se alcanzó con la Unión Europea. “Tengo la confianza de que no solo seremos capaces de salir el próximo 31 de enero, sino de que concluiremos todos los detalles de una nueva relación en un plazo breve”, declaró, el domingo pasado, Michael Gove, jefe de Gabinete y muy cercano a Johnson.

Gran Bretaña Reina Isabel Boris Johnson la-tinta

No está claro cómo y en qué grado afectará el abandono de Reino Unido a los países de la UE. Sin embargo, una brecha se abre según el tipo de salida: con acuerdo o sin él. Por ejemplo, sin acuerdo conseguido, los británicos se hallarán fuera de la Unión Aduanera o del Mercado Único de un día para el otro, abandonarán decenas de instituciones y asociaciones de distintos ámbitos, con consecuencias económicas desastrosas.


Por dar solo algunos ejemplos, España -como todos los países de la UE- también será afectada en su economía y dinámicas sociales. Los ciudadanos españoles que residan, hagan negocios o visiten Reino Unido, estarán alcanzados por el Brexit y sufrirán sus consecuencias más o menos según se llegue o no un acuerdo entre las partes.


En el momento que Reino Unido deje de pertenecer a la UE, cualquier ciudadano comunitario que desee vivir en aquel país tendrá que pasar por un procedimiento llamado “EU Settlment Scheme” (EUSS). Es un nuevo requisito creado ad hoc que se destina a ciudadanos para poder seguir viviendo en el país. Los estudiantes que acaben sus estudios y vuelvan a su país de origen antes del 31 de diciembre de 2020 podrán hacerlo con sus documentos nacionales de identidad, pero, si quieren permanecer en Reino Unido una vez finalizadas las clases, deberán tramitar el EUSS.

¿Qué pasa con los turistas? Actualmente, los españoles que desean entrar al Reino Unido solo precisan mostrar el documento de identidad, pero eso cambiará con el abandono de la UE. En el caso de un Brexit sin acuerdo, Londres irá eliminando progresivamente la validez de los documentos nacionales, por lo que se necesitará el pasaporte en vigor para poder viajar a Gran Bretaña.

Con la salida del bloque europeo, también se modificarán las tarifas en las comunicaciones telefónicas. Reino Unido ya no estará dentro del roaming europeo, que no aplica cargos a los usuarios de celulares que se encuentren en cualquier país de la Unión. Cuestiones pequeñas, pero que hacen el día a día, como las del roaming telefónico, se irán desplegando con el paso de los días pos-divorcio.

Estados Unidos Donald Trump Boris Johnson la-tinta

Hay más preguntas que respuestas sobre cómo afectará la salida de Reino Unido a los países integrantes de la UE. El mercado todo lo aprovecha y, seguramente, habrá movimientos en la economía a grandes niveles.

Al igual que Donald Trump, Boris Johnson promete volver a hacer grande a Reino Unido. Al mismo tiempo, el mundo se afirma en la multipolaridad y en la cerrazón.

*Por Lucas Gatica para La tinta

Palabras claves: Boris Johnson, Brexit, Gran Bretaña

Compartir: