Macri dejó un muerto cada 19 horas
La Coordinadora contra la represión policial e institucional Correpi, presentó en Plaza de Mayo su informe anual sobre la situación represiva en el territorio argentino. Es el 24° informe que da testimonio de la muerte de personas con intervención del aparato represivo del estado. Este informe cobra importancia ya que data el último año del gobierno de Mauricio Macri y permite hacer un balance de la gestión de cuatro años de Cambiemos en el poder. En el comunicado que presentó la coordinadora se manifestó: “En estos cuatro años enfrentamos un estado de excepción”.
Por Juan Alberto Pérez para Ancap
En una de las esquinas de la Plaza de Mayo, justo enfrente del histórico Cabildo y bajo la atenta mirada de la Catedral de Buenos Aires se apostó el campamento de Correpi para anunciar las cifras de su ya histórico informe anual. La profunda investigación de esta organización que va detrás de la defensa de las víctimas de la violencia institucional intenta dar visibilidad a todos los crímenes perpetrados por el aparato represivo del estado desde la recuperación de la democracia hasta nuestros días.
Familiares de víctimas de gatillo fácil o de personas muertas por el accionar de las fuerzas llegaron este viernes por la tarde a la cita donde tuvieron la compañía de diferentes referentes de derechos humanos y de organizaciones políticas y sociales para ponerle cara a los datos que Correpi presentó. Las remeras, los carteles o las banderas con la foto de sus muertos y muertas como testimonios crudos de la crueldad de un sistema establecido de políticas represivas que recuerdan lo peor de la oscura dictadura y que son resabios en plena democracia.
En la presentación de Correpi los datos son más que elocuentes y ponen de manifiesto una realidad que no está en la tapa de los diarios pero que impacta de lleno a los barrios más pobres del país. Hasta 2018 las muertes relacionadas con las fuerzas represivas del estado llegaban a 6564 casos, en 2019 es número alcanzó los 7093 casos.
En la era Macri, en 1453 días, entre 2015-2019, se registraron 1833 casos de muertes de personas vinculadas con las fuerzas represivas.
Hasta el 15 de noviembre el último año de macrismo se llevó 401 muertes. Datos duros que detrás esconden historias de vida que se ven truncadas o modificadas para siempre.
Durante el último año del macrismo hubo una muerte cada 19 horas. Es el gobierno más represor desde el regreso de la democracia en 1983 hasta la fecha. El 48% de los casos fueron producidos por las policías provinciales y el 38% por el servicio penitenciario. La Policía de la Ciudad creada durante el gobierno de Cambiemos produjo 68 muertes en 34 meses, o sea, dos muertes por mes. En el territorio donde más fuerte se siente la situación represiva es en la provincia de Buenos Aires, donde se produjeron el 52% de los casos.
El 48% de los casos de las muertes se dieron en comisarías y el 38% producto de gatillo fácil. Eso quiere decir que el 85% de los casos de personas asesinadas por el estado fue en contexto de encierro o fusilados.
La población más vulnerable por supuesto que son los jóvenes. El 41% de los casos registrados se dio en personas de entre 15 y 25 años y el 65% de los casos entre personas menores de 14 años y menores de 35.
En la cuestión de género tampoco es la excepción para el aparato represivo del estado. Se registraron 343 casos de femicidios en los que las fuerzas represivas están vinculadas. Esta cifra llega a 647 si se les suma los casos de personas trans, travestis y disidencias.
Ismael Jalil, abogado de Correpi expresó a este medio que esta fecha significa “la despedida del gobierno más represor del 83 hasta la fecha”. Al mismo tiempo el referente en defensa de los derechos humanos manifestó “Es siempre motivo de una gran satisfacción que se vayan después del daño que han hecho. Y también la apertura de una etapa que nos obliga a estar muy alertas y muy atentos por dos motivos. Primero porque es auspicioso que el presidente Fernández haya reconocido que existe el gatillo fácil y que hay que salir de esa lógica. Y segundo porque es contradictorio que en la provincia de Buenos Aires se haya designado a Berni, nada menos que un reivindicador del gatillo fácil en la seguridad”.
Por otra parte, en la presentación del informe estuvo presente Sergio Maldonado, hermano de Santiago, una de las tantas víctimas de la política represiva de Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Sergio manifestó a este medio: “El informe anterior decía que cada 21 horas había un pibe menos de gatillo fácil. Esperemos que con este nuevo gobierno este índice cambie y que realmente se empiece a hacer algo en serio, a trabajar de otra manera. Y que no quede solamente en el acompañamiento cuando se era oposición sino ahora que están dentro del gobierno”.
*Por Juan Alberto Pérez para Ancap. Fotos Juan Pérez.