Francia a la huelga general
Toda Francia despertó paralizada por una huelga general en rechazo a los intentos gubernamentales por reformar el sistema de pensiones.
Por Redacción La tinta
Los principales sindicatos de Francia realizan este jueves una huelga general, la primera que deberá sortear el presidente Emmanuel Macron, quien dispuso un fuerte sistema represivo para esta jornada. Los trabajadores y las trabajadoras se manifiestan contra la nueva reforma de pensiones que estipula la fusión de los 42 regímenes de jubilación existentes, reemplazándolos por un sistema universal por puntos. En la protesta participan ferroviarios, profesores, estudiantes, los Chalecos Amarillos, que tiene un poderoso impacto en el transporte público, el comercio, y las refinerías, entre otros sectores.
Para este día, el gobierno francés desplegó “a varios miles de oficiales de policía” en muchas ciudades, señaló el ministro del Interior, Christophe Castaner. El funcionario reconoció que “habrá una movilización muy importante” y dejó en claro que se arrestará a quienes causen “desorden, disturbios o violencia”.
Los sindicatos CGT, FO, FSU, Solidaires, UNL y UNEF denunciaron que la reforma oficial “degradará los derechos de todos, especialmente de los más precarios y de las mujeres”. Si la propuesta gubernamental avanza, se terminará con los beneficios de los que gozan la Sociedad Nacional de Ferrocarriles (SNCF) o la entidad del transporte metropolitano de París (RATP), cuyos empleados y empleadas a partir de los 52 a 57 años, según las categorías, frente a los 62 años del resto.
Todos los partidos políticos de oposición, salvo la derecha, manifestaron su apoyo a la huelga. Se calcula que en todo el país se realizarán más de 200 marchas, manifestaciones y acciones en contra de la reforma. Por su parte, los sindicatos del ferrocarril, que apelan a una huelga indefinida, están dispuestos a llevar la medida de fuerza hasta el 12 de diciembre, fecha en la que el primer ministro, Edouard Philippe, detallará el proyecto, aún en fase de concertación.
En tanto, más de 180 académicos, escritores y artistas de Francia llamaron a respaldar la huelga general para de esa forma detener “la ofensiva de un gobierno neoliberal y autoritario”. Personalidades como el director de cine Robert Guediguian, el economista Thomas Piketty, el filósofo Etienne Balibar y la escritora Annie Ernaux, firmaron un documento en el que se expresó que “nuestro presente y nuestro futuro surgirán de las luchas sociales y políticas” que se enfrentan a “los dogmas de una economía financiarizada que alienta e invita al consumo irracional, inventan alternativas a las desigualdades sociales, raciales y de género que con demasiada frecuencia se consideran como parámetros insuperables”.
En el texto aseveraron que “las luchas plurales que estructuran una gran parte de la sociedad francesa son un punto de partida para la construcción e implementación de nuevos paradigmas” que permitan “poder vivir en lugar de poder comprar, globalidad frente a globalización, justicia social y no la ley del más fuerte, y la emancipación individual y colectiva frente al éxito individual”.
A su vez, el Partido Comunista de Francia (PCF) y Francia Insumisa (LFI) también convocaron a sumarse a la jornada de protesta. Desde el PCF calificaron la propuesta de Macron “la peor de los últimos tres años”. “Todas las generaciones y categorías salariales, tanto privadas como públicas saldrán perdedoras, porque el gobierno no tiene otro objetivo que hacerlas trabajar más tiempo y engordar las finanzas”, denunciaron los comunistas en un comunicado. El PCF señaló que propuso una contra-reforma, la cual fue remitida al primer ministro Philippe con el reclamo de que sea estudiada y considerada. Esta iniciativa incluye la posibilidad de la jubilación a partir de los 60 años, con una pensión equivalente al 75 por ciento del mejor salario y el respeto a los años de estudio y a inactividades derivadas de la maternidad, de enfermedades y del desempleo.
El líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, alertó que si se aprueba la reforma “todo el mundo va a perder”. Al referirse a la promesa oficial de garantizar pensiones por encima de 1.000 euros con el sistema único por puntos, el dirigente precisó a la televisión pública que “el problema son aquellos que no tienen la cantidad total de años para pagar, este es el caso de las mujeres y los empleos precarios”. Mélenchon advirtió que un sistema similar golpeó el bolsillo de los retirados en Suecia, y más aún al de las mujeres. El referente de LFI además demandó al gobierno francés a evitar la represión y a garantizar la tranquilidad de la protesta.
Varios medios franceses señalaron que la protesta de hoy puede llegar a ser la más grandes desde finales de 1995, cuando el primer ministro de Jacques Chirac, Alain Juppé, impulsó la reforma de los regímenes especiales de jubilación. Luego de tres semanas de un duro conflicto social que paralizó el país, el entonces gobierno retiró la iniciativa.
*Por Redacción La tinta
