6ta Marcha por el Derecho a la Salud Mental: una movilización que derriba muros y tiende puentes para vivir en comunidad
El próximo viernes 18 de octubre, a las 17 hs. se realizará la 6ta Marcha por el Derecho a la Salud Mental, impulsada por el Colectivo que desde hace años lucha desde Córdoba por la plena vigencia y aplicación de las leyes nacional y provincial de Salud Mental.
Por Colectivo por el Derecho a la Salud Mental
Cada 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y éste es el marco en el que cada año desde Córdoba se organiza la marcha que se replica en distintas ciudades del país y Latinoamérica. Este año en Córdoba la movilización que partirá de Colón y Cañada rumbo a la Plaza Vélez Sársfield tendrá como consigna “Frente a los Muros y el Abandono, puentes hacia la Comunidad” y se realizará en un contexto histórico de crisis y ajustes en las políticas de salud en general y a pocos meses de que culmine el plazo para la transformación del sistema de salud mental, plazo que desde los gobiernos nacional y provincial han reconocido que no cumplirán.
En pocos meses, nuestro país no debiera tener más manicomios en funcionamiento. Lo determina la Ley Nacional de Salud Mental y los compromisos que el Estado Argentino asumió internacionalmente. La atención que hoy se centra en hospitales monovalentes, públicos y privados, debería dar lugar a un sistema integrado al sistema general de salud, en los hospitales generales y con una fuerte incidencia presupuestaria en el primer nivel de atención, es decir en los centros de salud de los barrios.
Además, esta transformación debería estar acompañada por una red de “dispositivos sustitutivos al manicomio”: cooperativas de trabajo, emprendimientos, casas de medio camino, centros de día, etc., que permita a las personas usuarias, a las personas con discapacidad psicosocial vivir de modo independiente e incluidas en la comunidad. Y todo enmarcado en una política general que promueva el acceso a derechos como la vivienda, el trabajo, la educación, la participación política en esta población. La realidad no puede ser más lejana.
En agosto de este año se conocieron los resultados del primer Censo Nacional de Personas internadas por motivos de salud mental, encargado por la Secretaría de Salud de la Nación. Según este estudio que recorrió los hospitales monovalentes públicos y privados de todo el país (quedaron afuera las llamadas «comunidades terapéuticas»), en Argentina hay 162 manicomios públicos y privados, donde todavía hoy unas 12 mil personas están internadas, con promedio de internación entre 8 y 12 años. Esta es una población enorme, que vive excluida y segregada de la sociedad. Como el caso de la persona que hace 47 años quedó “olvidada” en el Hospital Emilio Vidal Abal de Oliva. Desde el Colectivo organizador de la marcha sostenemos la demanda: ¿Cómo el Estado reparará esas vidas arrasadas?
En el marco de estos incumplimientos y con la urgencia del plazo por vencer, el gobierno provincial viene apurando externaciones que tienen más de expulsión compulsiva de usuarios/as que de una real política de desmanicomialización. Recientemente los trabajadores del Hospital Neuropsiquiátrico denunciaban que en la ciudad hay sólo una casa de medio camino donde pueden vivir seis mujeres. La realidad es similar en el resto del territorio provincial. Sin las redes de atención necesarias para absorber una demanda que, hasta el momento, sólo atienden los monovalentes; sin los apoyos y el acompañamiento necesarios, el resultado son personas externadas de Oliva que recalan en el Neuropsiquiátrico de la ciudad de Córdoba, otras que se suman al índice de personas viviendo en la calle, etc.
Puentes hacia la Comunidad
La 6ta Marcha por el Derecho a la Salud Mental condensa la lucha contra la falta de políticas reales de gobiernos que en lo discursivo hablan de desmanicomialización, pero que en las prácticas se traducen en expulsión y abandono, en la falta casi total de dispositivos sustitutivos, en la ausencia de acompañamiento de las personas externadas, en ajuste presupuestario y en la continua precarización de las condiciones de trabajo.
Además, esta sexta edición de la multitudinaria y colorida marcha se da en un año en que hubo renovadas posturas contra la ley: recrudecieron los ataques lanzados desde sectores empresariales y corporativos de servicios privados de Salud Mental, asociaciones psiquiátricas y propietarios de clínicas privadas y comunidades terapéuticas; que aún hoy sostienen modelos manicomiales, que basan sus servicios en la insostenible idea de que el encierro y la segregación pueden llegar a ser terapéuticas, como manifiesta el documento central de la marcha.
Y todo en un contexto de pobreza y hambre; de políticas de ajustes y restricción de los derechos humanos, de crisis económica que también es política, ambiental y cultural. El empeoramiento de las condiciones generales de vida de la sociedad tiene evidentes efectos en la salud mental de las mayorías.
“Frente a los muros del sistema manicomial en sus distintas expresiones, del modelo tradicional a las nuevas hegemonías cosificantes, y frente al abandono del ajuste y la falta total de apoyos; luchamos por levantar Puentes que tiendan procesos hacia la comunidad, hacia un sistema integrado de salud mental, hacia una Salud Mental de la Dignidad”, sostenemos las organizaciones que conforman el colectivo.
El Colectivo por el Derecho a la Salud Mental
Se trata de unas 50 organizaciones de usuarios de salud mental y familiares, organizaciones sociales, de derechos humanos, de trabajadores, profesionales y estudiantes conforman este espacio intersectorial que impulsa hace seis años una movilización que “visibiliza y pone a la Salud Mental en el espacio público de la calle, en la agenda mediática y política”. La marcha cada año crece en masividad y diversidad convocando a miles de personas. El viernes 18 de octubre la cita es en las calles.