Festival Sumar, ocho años de aguante cultural
La plataforma colectiva sigue creciendo y, por octava vez, artistas de diferentes disciplinas invitan a participar y disfrutar de eventos libres y a la gorra en La Piojera, la Galería Bastón del Moro y el Centro Cultural Graciela Carena, donde seguir creyendo en la producción colectiva, autogestiva y colaborativa es el lema.
Por Soledad Sgarella para La tinta
Más de 150 artistas de Córdoba, Neuquén, La Plata, Buenos Aires, Brasil, Paraguay y Chile ya están listxs para compartir sus producciones artísticas en el festival que dice ser el “evento colaborativo más grande de la ciudad” y que comienza este jueves.
Música, literatura, artes escénicas, artes visuales, feria y radio serán las disciplinas compartidas en el Festival Sumar, un evento que se desarrolla durante cuatro días y que busca promocionar las diferentes expresiones artísticas y fomentar el crecimiento de redes de trabajo colaborativo y circuitos artísticos.
La tinta se comunicó con algunxs de lxs protagonistas de la edición 2019 con una misma pregunta para todxs: ¿Por qué se suman al Sumar?
Los Círculos Mágicos, el grupo de música experimental de Agua de Oro -conformado por Simón Martínez, Paula Ortega, Aldo Valenzuela, Atilio Sánchez y Federico Astrada– dicen que se suman al festival “para pulsar que la cultura circule y se comparta. También para que, a través de redes de trabajo, nos potenciemos como individuos en el hacer colectivo. Y con la idea de que el capital económico no sea palo en la rueda para el convite artístico. Creemos firmemente que este tipo de festivales traen a conciencia el ser parte del colectivo que resignifica el lugar desde donde compartimos arte”.
Cintia Braga, artista visual de Buenos Aires, hace hincapié en la importancia de la gestión cultural horizontal: “Este tipo de gestión es la organización más acertada en estos tiempos, porque invita y nuclea a artistxs nacionales a la producción de un circuito donde conviven diferentes lenguajes artísticos desde el compañerismo y la buena onda”. Por su parte, María Burgess, otra de las artistas visuales que participarán del festival, pondera al Sumar como una oportunidad de participación genuina: “Es una gran ocasión para mí como estudiante, ser parte de un contexto diferente al que estoy acostumbrada, me da la posibilidad intercambiar y compartir conocimientos con personas que forman parte en diferentes ámbitos del arte, cultura y producción. También de desenvolverme como artista, siendo la primera vez que participo de una experiencia como esta, la cual quizás me ayude a descubrir un posible camino hacia mi futuro, dando a conocer una de las cosas que más me gusta hacer”.
Declarado de interés cultural por el (ex) Ministerio de Cultura de la Nación y por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba, el Sumar 2019 y sus versiones anteriores busca ser un evento itinerante que amplíe los públicos cada año.
“Que todo el festival se articule bajo el verbo sumar me parece que es súper interesante, que genera un movimiento de unión y de encuentro”, expresa con entusiasmo Fernando Rivarola, músico, compositor, pianista de Droli. “Como músicxs, muchas veces, estamos acostumbradxs a tocar en un lugar y, después, olvidarnos, agradecer a la gente que nos invitó, cobrar y simplemente desligarnos. Esta vez, es un espacio para entrar en la producción de estos festivales, de estos encuentros, conocer y estar en el esfuerzo que organizar significa y articular redes en otras áreas artísticas y otras disciplinas dentro del arte, que te llevan a otras personas con otras trayectorias. Ensamblar algo nuevo es, a la larga, muy rico, porque lo que más te llevás son contactos y es muy importante: articular redes bajo una causa, que es la de defender el arte y generar más espacios para propulsar más iniciativas y llegar a distintos públicos”, acentúa Rivarola.
Desde el Colectivo OZIROHC, cuentan a La tinta que, desde el año pasado, participan, atraídxs por la dinámica colaborativa, independiente y autogestionada del festival. “Este año, nos agregamos a la producción y curaduría del Área Visuales del festival. Es muy interesante en estos tiempos poder construir iniciativas culturales colectivas con estas características dentro de lo circuitos de circulación y producción, donde la plataforma del festival habilita un encuentro multidisciplinar y de formación permanente, facilitando la generación de cruces, diálogos y contenidos que derivan en una propuesta original, una red de artistas con un fin común, enriquecedora y atractiva para el escenario cultural de la ciudad y el país, ya que recibe artistas de todo el país y países limítrofes”, explican lxs artistas Federico Bertea, Cecilia Nuñez, Laura Quiroga, Juan Terrazas, Lucio Speranza, Joaquín Oliva, Pablo Romano y Valeria D’Arrigo.
Durante los días del evento, les Abogades Culturales harán asesoramiento a la gorra y habrá feria para ver y comprar objetos y publicaciones. Se presentará la Revista Bohemies y Guadalupe Negri dice a nuestro medio que, con el equipo que produce y piensa la revista, se suman porque entienden “que es un movimiento en donde podemos aprender desde lo personal como artistas hasta el trabajo comunitario en las distintas áreas que conforman la organización del festival. Es un espacio para ir compartiendo así los conocimientos que cada unx tiene, para sumar en la construcción de una movida donde se dispone de cuerpo, tiempo y energía para que muchxs disfrutemos. Es gratificante saber que se siguen pulsando encuentros que laten a resistencia y que hay seres que, de manera voluntaria, se comprometen para hacer visible el arte y la cultura en nuestra querida Córdoba.
Es por eso que nos sumamos a ser parte del Sumar, para encontrarnos, conocernos, aprender, compartir y continuar con más fuerza, sabiendo que cada vez somos más quienes estamos regando las semillas que re-florecen cada año y, en esta octava edición, continuar enraizando y visibilizando la magia de la autogestión, lo comunitario y la diversidad”.
Ismael Verde, del proyecto sonoro Contrafacto -nacido en Mar del Plata y radicado en nuestra ciudad- hace foco en la promoción de la autogestión y la organización colectiva: “Nos parece crucial encontrar nuevas formas de desarrollar eventos y espacios culturales que acompañen propuestas artísticas alternativas en tiempos de individualismo y neoliberalismo imperantes. Y, por eso, pensamos que el festival sumar puede aportar al fortalecimiento de una cultura emergente”.
“Siempre que una intercambia y comparte, las producciones se potencian”, suma la bailarina, escritora y diseñadora Valeria Giaquini, quien estará presentando un fragmento de su obra Humano Feroz. “Es una gran oportunidad para colaborar y contribuir a la cultura, para enriquecerse una como artista y para compartir e intercambiar con el público”, agrega.
Por su parte, Andrea Asis, intérprete y motor en MujerElectro -actriz y fotógrafa en esta edición- dice que se suma por las construcciones en red que Sumar habilita: “Me sumo al festi porque pienso en el Sumar y se me viene la imagen de artistas abrazadxs, vinculadxs, poniendo todo para siga rolando. Reunidos y viéndonos. Construyendo colectivamente con la magia que cada unx puede tirar. Con ese brillo necesario para que nuestras creaciones viajen y vibren, es decir, sigan existiendo. También por el deseo de sostener un espacio abierto, libre y propio para quienes se acerquen. El Festival Sumar es show y poesía, creación y algarabía, y, con MujerElectro, nos sumamos al Sumar para decir, para reflejar, para estar”, concluye.
*Por Soledad Sgarella para La tinta.