La historia se escribe todos los días
Argentina logró más que su primer punto en mundiales oficiales. El empate de la Selección de fútbol ante Japón, subcampeona del mundo, se vivió desde La Piojera en pantalla gigante.
Por Redacción La tinta
Suena el ansiado silvatazo final. Aldana Cometti no oculta sus lágrimas y va en busca de Vanina Correa, quien ya está de rodillas besando el césped con su frente. En el ocaso del partido, la portera tuvo que aparecer para contener lo que fue la chance más clara de Japón. Con 35 años, la arquera nacional se convirtió en la única jugadora en disputar tres mundiales. En Estados Unidos 2003, permaneció en el banco los tres partidos de la fase de grupo. Ya como titular en China 2007, sufrió ante Alemania la peor derrota de la historia en un partido inaugural de un Mundial: 11-0. Tras volver de su retiro, Correa llora de alegría: Argentina consiguió su primer punto en una Copa del Mundo y lo hizo nada menos que ante las subcampeonas mundiales.
La Selección Nacional igualó sin goles ante Japón en lo que fue su primer partido en el Mundial de Francia. El próximo viernes, enfrentará a Inglaterra a partir de las 16. Con el empate de este lunes, el conjunto dirigido por Carlos Borrello sabe que tiene grandes chances de llegar al tercer partido contra Escocia (miércoles 19) con la posibilidad histórica de pasar a octavos. Aquel día, al igual que ayer, el Centro Cultural La Piojera abrirá sus puertas para compartir la pasión.
En un horario y día atípico, el Centro Cultural La Piojera abrió, este lunes, sus puertas para compartir la transmisión del partido en pantalla gigante. A lo largo del encuentro, decenas de personas fueron ocupando las butacas del teatro sin distinguir edades.
La tensión de la sala se pudo sentir a lo largo de todo el partido, tanto como la respiración de las futbolistas japonesas sobre la nuca de Estefanía Banini. Cada vez que la «10» lograba escapar del asedio nipón, esa tensión se convertía en aplausos y alientos para la selección. Banini le dio aire a todes, tanto en París como en Alberdi.
Las Futboleras Organizadas de Córdoba impulsaron este evento en redes sociales con el fin de poder generar un punto de encuentro para que más futboleras puedan ver a la Selección en esta Copa del Mundo y para seguir encontrándose con más mujeres que patean hacia el mismo arco y que marchan sobre las mismas calles.
«Estamos muy felices. Sabíamos que Japón era superior a nosotras. Teníamos que hacer un partido muy inteligente en el que había que correr mucho. Jugamos con una potencia mundial y supimos reflejar lo que es la mujer argentina», expresó Estefanía Banini al termino del encuentro, mientras era elegida por FIFA como la mejor de la jornada. Con la 10 en su espalda, la mendocina regaló caños, pisadas y una pausa al momento de tener la pelota. Con la cinta de capitana, la jugadora del Levante de España corrió y marcó, tal como lo demandaba el plan de Borrello.
«¿Qué significa este primer punto en un Mundial para el fútbol femenino en Argentina?», le preguntaron a Banini. «Significa mucho. Es la esperanza, el primer paso. Es lo que queríamos reflejar: la entrega y la lucha de la mujer argentina por la igualdad», respondió.
El cerrojo defensivo de Argentina surtió efecto. Hasta aquí, la Selección había recibido 33 goles en sus seis partidos mundialistas. Es por eso que el empate en cero es también un gran resultado numérico. Fue empezar de nuevo, pero de otra manera: “Estamos totalmente enfocadas en el debut, ni salimos a pasear. Sabemos que es difícil, pero, como todos los equipos, queremos hacer un buen papel”, había dicho Correa en la previa al debut. «¿Qué es un buen papel?», le preguntaron. «Pasar la fase de grupo», afirmó.
Y hacia allá van. Porque el fútbol femenino hoy solo une: edades, distancias, historias, todo. Desde París a La Piojera. Desde la debutante Banini hasta la veterana Correa. Desde un 0-11 hasta este 0-0. Porque la historia no se repite, se escribe todos los días.
*Por Redacción La tinta
