Día Mundial del Medio Ambiente y una Córdoba en emergencia y resistencia
Decenas de problemáticas afectan los bienes comunes de nuestra provincia. En esta fecha que busca generar conciencia sobre la importancia de un ambiente sano a nivel internacional, y a una semana del Cordobazo Ambiental, donde asambleas y organizaciones realizaron acciones en diversas regiones, recuperamos los principales conflictos y reclamos que atraviesan el territorio provincial.
Por Lucía Maina para La tinta
Como cada año y en función de lo establecido por la Organización de Naciones Unidas (ONU), este 5 de junio, se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente. Este último es quizás uno de los aspectos más sensibles de nuestro tiempo: la naturaleza y los bienes comunes se ven afectados cada día más en diversos puntos del planeta a causa de un modelo político y económico que prioriza la ganancia y el lucro por sobre el entorno, del que depende la supervivencia misma de nuestra especie. Pero, más allá de que se trata de un sistema a nivel internacional, es en lo local, en el propio territorio, donde se viven sus impactos. Y Córdoba ve crecer, año a año, las consecuencias de esta situación en el agua, el suelo, el aire, el monte y la salud de la población.
Sin embargo, ante esta emergencia, hay también resistencias, que, en nuestra provincia, se multiplican al ritmo de los avances que las corporaciones y la corrupción de los gobiernos intentan realizar sobre los territorios. Desde allí, la semana pasada, se realizó el Cordobazo Ambiental, una iniciativa que, bajo el lema “Los delitos contra el Ambiente acaban con nuestra Salud”, involucró actividades en diversas regiones para visibilizar y reclamar ante estas problemáticas durante el 50° aniversario de la histórica gesta que enfrentó al poder de su tiempo mediante la organización popular.
En ese marco, más de 80 asambleas y colectivos elaboraron un pliego de reclamos donde enumeran algunos de los mayores conflictos y vulneraciones de los derechos humanos a la salud y a un ambiente sano y seguro que se viven en la provincia.
“La emergencia socioambiental en que nos encontramos es consecuencia de un grave problema de Salud Socioambiental que el modelo patriarcal, colonialista y neoliberal, que hasta la actualidad sostenemos como hegemónico, instaura e invisibiliza a su vez”, señalan en el documento y destacan que este modelo se sostiene a través de distintas micro y macro violencias.
El monte que queda, en riesgo
Desde el pliego publicado el pasado 30 de mayo, las organizaciones denuncian que la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos vigente a nivel provincial está desactualizada y es violada bajo la complicidad de sectores gubernamentales, empresariales, judiciales y académicos que buscan legitimar el avance corporativista de las industrias agrícolas, inmobiliaria y minera.
“Si bien, en 2017, se frenó el proyecto de modificación de la Ley de Bosques que impulsaba el gobierno provincial, continúan desarrollándose, con total impunidad, desmontes sobre zonas rojas y amarillas, monte que, según esta Ley vigente, debería ser de máxima protección”.
A su vez, ayer, referentes de la temática ambiental difundieron una serie de videos para alertar sobre la amenaza existente a partir del nuevo mandato de Unión Por Córdoba, sobre la superficie de monte en máxima categoría de conservación en el Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo, que, según la ley 9814, abarca 1.860.000 hectáreas.
Basan sus temores en las declaraciones publicadas al día siguiente del triunfo electoral de Juan Schiaretti, en las que un sector de los ruralistas pretende identificarse con el triunfo del gobernador y avanzar con el desmonte, como lo demuestran, señalan, al esperar que «con la abrumadora mayoría que tendrá el oficialismo en la Legislatura, finalmente, no haya trabas para que avance la reforma de la Ley de Bosques».
A ello, se suma la inminente instauración del Plan Provincial Agroforestal -Ley Nº 10.467-, por medio del cual se promueve la forestación y reforestación con especies exóticas invasoras.
Obras públicas y avance inmobiliario, beneficios para unos pocos
El desarrollo de obras especialmente vinculadas con el trazado de nuevas rutas, sin cumplir con los requisitos legales y planificadas sólo para el beneficio de determinados sectores económicos, es otro de los mayores conflictos que ha estallado en nuestra provincia y de los cuales la Autovía de Montaña en Punilla ha sido una de las mayores expresiones. Más allá de que se haya logrado detener su avance, el tramo ya construido posee múltiples deficiencias que sufren hoy lxs vecinxs de la zona de las Lagunas y Barrio Perla del Lago.
A esta obra, se suman, entre otras, el Camino del Cuadrado, el proyecto de continuación de la Ruta 34 en Traslasierra y el Asfaltado del camino de Las Chacras a Los Hornillos, la pavimentación y ampliación del camino entre Agua de Oro y Candonga en pleno cauce del río Chavascate. Así lo destacan en el pliego las organizaciones nucleadas en el Cordobazo Ambiental y advierten que, impulsadas por los Gobiernos locales y provinciales, estas obras atraviesan áreas naturales protegidas, zonas de bosque nativo y amenazan la calidad de vida de las comunidades.
Mientras tanto, otras zonas sufren el abandono del Estado, como ocurre en Villa El Libertador, el barrio más poblado del sur de la capital, que sufre la falta de servicios cloacales, indispensables para la calidad de vida de la población.
A su vez, el avance inmobiliario sin planificación es sufrido especialmente por las sierras chicas y grandes de nuestra provincia. “Resulta preocupante el proyecto ecocida que encuentra su resistencia en Unquillo, a través de la lucha comunitaria contra ‘El Montecito’, donde, bajo un falso discurso ecológico, se propone una ‘reserva privada’ dentro de un barrio cerrado”, destacan las asambleas en el documento. Y explican que este proyecto de urbanización se encuentra frenado por un acuerdo judicial, luego de que se interpusiera un Recurso de Amparo y denuncias penales al intendente.
“En muchas otras localidades de Sierras Chicas, principalmente, Mendiolaza (El Terrón), Villa Allende (Barrios Privados dentro de la Reserva) y La Calera (La deseada, Altos de la Estanzuela), el avance de los inversionistas y especuladores inmobiliarios no cesa”, agregan.
Esta problemática también es sufrida por los pueblos originarios. La Comunidad Ticas del Pueblo Comechingón, en Bialet Massé, se encuentra en constante amenaza por el avance de los loteos ilegales y la especulación inmobiliaria, mientras la Comunidad del Pueblo de La Toma reclama la devolución inmediata de su territorio ancestral.
Las fumigaciones y el avance del monocultivo
Los reclamos en relación a las consecuencias que las fumigaciones provocan en el ambiente y la salud de la población se repiten, desde hace años, en diversos puntos del territorio provincial. Mientras tanto, el avance del monocultivo transgénico y el uso de agrotóxicos continúa creciendo. Uno de los casos más resonantes es el de barrio Ituzaingó Anexo de la capital provincial, que, el año próximo, finalmente, llegará a la Justicia en el marco de la denominada «causa madre», 18 años después de la primera denuncia judicial por fumigaciones en el lugar y de todas las muertes y enfermedades sufridas por lxs vecinxs.
“En algunos lugares, como Marcos Juarez, lxs vecinxs organizadxs lograron la aprobación del proyecto de Ordenanza Municipal que, a pesar de sus limitaciones, tampoco se ha cumplido prácticamente en su totalidad durante todos estos años”, expresan las organizaciones, mientras que agregan que, en las zonas de Pocho y circundantes a Villa Dolores, es nulo el control estatal de fumigaciones.
Además, destacan las fumigaciones en los barrios de El Condado, Villa Cumbre Azul, Villa Pan de Azúcar y Molinari de Cosquín, donde, recientemente, el Intendente vetó la ordenanza del Concejo Deliberante que prohibía el uso del glifosato.
Contaminación del aire, el agua, la tierra
La contaminación del entorno también crece en la ciudad de Córdoba de la mano de diversas actividades productivas. Muchas de las industrias, como ocurre con la fábrica de etanol Porta Hnos. en barrio San Antonio, degradan la atmósfera emanando material particulado y contaminante, y afectando la salud de lxs vecinxs. Otro caso es el del colegio Garzón Agulla, donde familias tomaron conocimiento de forma casual de que, en el subsuelo, había bolsas con caños cortados recubiertos con asbesto, una sustancia muy contaminante y que, entre sus consecuencias, produce cáncer. La extracción del material con asbesto se realizó sin protocolo y desconociéndose el destino de ese material.
La basura es otra de las grandes problemáticas que se vive en pueblos y ciudades. “Córdoba recicla menos del 1% de su basura, el problema de los residuos no se aborda de ninguna manera, sencillamente se acumula creando zonas de sacrificio”, expresa el pliego de las organizaciones. Y agrega que, en diversas localidades de Punilla y Sierras Chicas, la ausencia de planificación en el tratamiento de residuos genera basurales a cielo abierto y/o clandestinos que exponen a las comunidades a la contaminación ambiental con riesgos de incendios y graves consecuencias en la salud.
Además, subrayan el caso de Villa Parque Santa Ana, que, desde hace tres años, se enfrenta a la instalación del tercer basural más grande de Sudamérica debido al proyecto de Cormecor, autorizado por la Secretaría de Ambiente de manera irregular y que busca instalarse en una zona inundable, como se demostró en 2017, cuando la planta de residuos peligrosos Taym derramó contaminantes hacia el canal Los Molinos que abastece de agua a la capital cordobesa.
El agua es otro de los bienes comunes en peligro a nivel provincial. “El excesivo consumo de agua para la industria agropecuaria y energética, el aumento del turismo, la masiva extracción de áridos, el vertido de residuos, los incendios, los desmontes y el desarrollo urbano inciden negativamente en la preservación de nuestro más básico Derecho Humano: el agua”, advierten las asambleas. Y mencionan que estas causas amenazan el Río de los Sauces de Traslasierras, el río Chavascate en Sierras Chicas y el Lago San Roque, cuya contaminación compromete a lxs habitantes de toda la Cuenca y de Córdoba Capital.
La minería y el incumplimiento de la ley
Otras de las voces que se han alzado, en los últimos años en algunas regiones cordobesas, se relacionan con la instalación de canteras.
En este sentido, el documento advierte que “todas las canteras ubicadas desde La Calera hasta Cerro Azul y Candonga funcionan con algún grado de irregularidad” y denuncian que son constantes las explosiones que hacen temblar las casas y los ruidos, además del riesgo que muchas implican en el equilibrio ecosistémico.
“Hoy, también nos encontramos alertas por la amenaza de explotación megaminera de Litio en Traslasierra. Nuestro reclamo es que se realice el cierre de todos los expedientes relacionados con la Empresa australiana DARK HORSE RESOURCES, o sus colaboradores, en la Secretaría de Minería de la Provincia de Córdoba”, advierte el pliego de reivindicaciones. Al respecto, cabe destacar que se han aprobado proyectos de ordenanzas que prohíben la actividad minera en el ejido de Las Tapias.
Construir alternativas desde el territorio
A partir de este grave panorama, las más de ochenta organizaciones que firman el documento dado a conocer en el Cordobazo Ambiental exigen un Ordenamiento Territorial Ambiental Participativo y Análisis Ambientales Estratégicos e Integrales para la autorización de cualquier obra privada y pública.
A su vez, subrayan el trabajo que las asambleas vienen haciendo día a día para proteger sus territorios y construir alternativas: “Planteamos proyectos de Restauración y Conservación del Bosque Nativo en las Sierras, y realizamos Mapeos que colaboran en el desarrollo de un Ordenamiento Territorial participativo así como en el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias. Proponemos la creación de Reservas Naturales, Barrios Ecológicos, actividades culturales y educativas, construcción de espacios de participación y políticas ambientales que favorezcan la salud socioambiental, la agroecología, la soberanía alimentaria y energética. Proponemos un crecimiento de la ciudad integrado y respetuoso del ambiente y la población, tramando redes entre las organizaciones”.
Todo esto, expresan, permite enriquecer la reflexión acerca de qué modelo de sociedad es necesario crear frente a la crisis socioambiental actual. Y concluyen: “Seguiremos construyendo unidad en la diversidad y articulando estas cuestiones que nos interpelan acerca de nuestra predisposición para mejorar nuestra calidad de vida y la de las generaciones futuras”.
*Por Lucía Maina para La tinta. Imagen de portada: Colectivo Manifiesto.
