Miles de estudiantes se manifestaron en Brasil contra el ajuste de Bolsonaro
Mientras los estudiantes brasileños rechazan el recorte presupuestario a las universidades federales del país, el mandatario apuesta a la creación de “colegios militares”.
Por Redacción La tinta
Miles de estudiantes se movilizaron este lunes, en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, para manifestar su rechazo a los recortes presupuestarios impuestos la semana pasada por la administración del presidente Jair Bolsonaro.
Los estudiantes se congregaron alrededor del Colegio Militar de Río, en el barrio Maracaná, al norte de la ciudad, donde Bolsonaro participaba de un evento conmemorativo. En ese lugar, rechazaron el bloqueo del 30 por ciento del presupuesto destinado a 63 universidades e instituciones educativas federales en Brasil. A su vez, instaron al mandatario a revertir la medida.
Desde el movimiento estudiantil, señalaron que “la educación no es gasto, es inversión” y alegaron que “de tanto ahorrar en educación, quedarán ricos en ignorancia”, informó la cadena Telesur.
Una estudiante de maestría en Sociología de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) expresó: “Estamos aquí para decir no a la censura, no a los recortes y no a este gobierno autoritario. Nosotros queremos estudiar. Nosotros tenemos derecho de estudiar, nuestras universidades, escuelas e institutos son patrimonio del pueblo brasileño y, por encima de cualquier gobierno, vamos a luchar para defender eso”.
Al mismo tiempo que los estudiantes se manifestaban, Bolsonaro defendió la creación de colegios militares en todo el país como supuesta forma de elevar el nivel educativo.
Durante un discurso por el 130 aniversario del Colegio Militar de Río de Janeiro, el mandatario expresó que su gobierno sigue “con la meta de implementar un colegio militar en cada capital de cada estado. Lo que saca a un hombre o una mujer de una situación difícil es el conocimiento y queremos niños y jóvenes estudiando en estos bancos con respeto, disciplina y amor a la patria”.
Bolsonaro subrayó que el mayor colegio militar de Brasil se está construyendo en San Pablo y defendió una “mejoría en la educación básica para preparar a los jóvenes para la cuarta revolución industrial”.
A esto se suma que, la semana pasada, el ministro de Educación, el economista Abraham Weintraub, y Bolsonaro alentaron a los alumnos a filmar a profesores que aborden temáticas de izquierda o consideradas “contra el sistema educativo”.
El fin de semana, el opositor Partido Democrático Laborista -del ex candidato presidencial Ciro Gomes- pidió de urgencia al Supremo Tribunal Federal (STF) declarar inconstitucional los recortes, ya que varios rectores de universidades declararon que tienen dinero para funcionar apenas hasta agosto.
Desde el Partido de los Trabajadores del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se denunció que la medida apunta a robustecer a las universidades privadas debido a que la titular de la Asociación de Universidades privadas (ANUP) es Elisabeth Guedes, hermana del ministro de Economía, Paulo Guedes.
“Con este recorte, vamos a pagar el mantenimiento. No sabemos si tendremos dinero para pagar agua y luz”, declaró Antonio Nóbrega, rector de la Universidad Federal Fluminense. “Si esta medida no es revertida, las consecuencias serán graves para el desempeño de las actividades en el segundo semestre”, advirtieron en un comunicado las autoridades de la Universidad Federal de Paraná, en Curitiba, la más antigua de las nacionales de Brasil.
Para contrarrestar las críticas, desde el oficialismo, lanzaron una gran campaña en las redes contra las universidades nacionales. Como ejemplo, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, publicó fotografías de supuestos estudiantes desnudos en fiestas, defendiendo el corte de presupuesto.
La tensión que se vive en las universidades de Brasil comenzó hace varios días cuando se conocieron imágenes de soldados del Ejército que ingresaron a patrullar -sin motivo aparente- en el campus de la Universidad Federal de Bahía (UFBA), en Salvador.
Ante la situación que atraviesa el país, el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) y candidato a la Presidencia por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) en 2018, Guilherme Boulos, dijo que, en la oposición, hay “diversidades, matices, diferencias, pero, cuando se trata de defender derechos, este escenario habla la misma lengua”.
Durante la manifestación del 1 de mayo en el centro de la ciudad Sao Paulo, una de las principales zonas industriales de Brasil, Boulos agregó que “la reforma a la Previsión Social es hoy el principal ataque a los derechos sociales en Brasil”. Según el dirigente, la “reforma” laboral, ya aprobada desde el anterior gobierno de Michel Temer, está directamente ligada a la de la Previsión Social que impulsa Bolsonaro y que incluye aumentar requisitos y restricciones para alcanzar la jubilación y las pensiones.
El líder opositor afirmó que “ha retirado la recaudación del sistema de seguridad social” y, además, citó otro “efecto económico perverso” de la propuesta: “El 70 por ciento de los municipios tiene como principal fuente económica los beneficios de la jubilación”. Debido a esto, Boulos explicó que “desmontar” el sistema significa “jugar a la suerte 10 decenas de millones de personas”.
Para el presidente del Partido Democrático del Trabajo (PDT), Carlos Lupi, con unos pocos meses en el Ejecutivo, Bolsonaro “es el presidente con menor apoyo popular de la historia”. Lupi, quien fue ministro de Trabajo del segundo mandato de Lula al primer año de la ex presidenta Dilma Rousseff, remarcó que las fuerzas progresistas y de izquierda tienen que unirse para enfrentar las políticas del mandatario.
*Por Redacción La tinta