“Construcciones” en el FICIC: la ternura como respuesta

“Construcciones” en el FICIC: la ternura como respuesta
3 mayo, 2019 por Gilda

El largometraje de Fernando Restelli se estrena esta tarde en la actual edición del Festival de Cine Independiente de Cosquín, enmarcado en la Competencia Internacional de Largometrajes. El film de 2018 -que viene de ganar como mejor proyecto y como mejor guión en el prestigioso Festival de Cine de Mar del Plata- propone un relato donde la ternura es el principal recurso.

Por Redacción La tinta

El cine es una poderosa herramienta de construcción de sentido común, repetimos hasta el cansancio. En manos de los poderosos, se encargó -y se encarga- de construirnos enemigos que no son tales y de instalarnos deseos que no son nuestros, o, por el contrario, de amistarnos y acercarnos a miradas respetuosas y nobles de la vida.

Para dar un ejemplo concreto, “Animal”, la mala película de Armando Bo, es un film que estigmatiza a las personas de la clase trabajadora que apenas logran cubrir sus necesidades básicas.

Del otro lado de la balanza, está “Construcciones”. Cuando hoy se elige espectacularizar la pobreza, el misionero (radicado en Córdoba) Fernando Restelli y su equipo eligen hacer su película desde la ternura.

Habitar la intimidad

Durante una hora y diez minutos, el film acompaña a los personajes en un relato que decide narrar desde una cotidiana sensibilidad y apuesta a que nos encontremos en la honda humanidad de sus escenas, sintiendo las profundidades de los mundos interiores de quienes protagonizan la película.

“Nosotros siempre supimos que queríamos hacer una película en la que el espectador o espectadora entienda que esa película solamente fue posible a partir del habitar el espacio, habitar el hogar de estas personas, el compartir tiempo juntos”, dice a La tinta Restelli.

“La intimidad se filtra por todas partes y esto intenta dar cuenta de una política de la construcción de la imagen. Nosotros fuimos a filmar durante tres años aproximadamente y, cada quince días, íbamos a la casa de Pedro y Juampi, o a la obra donde trabajaba Pedro, y, a partir de ahí, de estar juntos, de comer juntos, tomar mates o ir al río, o hacer nada, a veces sacábamos la cámara y a veces no, pero siempre pensándolo desde ese lado: desde el compartir, el habitar, que fue lo que definió nuestro proceso de acercarnos a estos personajes.

A lo largo del tiempo, fuimos también conociéndolos más y, a través de eso, siendo como más incisivos en cuanto a la representación o más precisos con determinados movimientos o temas de conversación que proponíamos que se hablaran en frente de la cámara. Y eso fue potenciado a partir de conocerlos a lo largo del tiempo y de crecer junto a Juampi, por ejemplo. Y entre nosotros, entender el código de la película que queríamos narrar y ellos también asimilar el código. Entonces, la intimidad es la esencia del film. Es lo que está implícito en todas las imágenes y era lo que queríamos destacar en todo ese proceso”, agrega el director.

Decidir la periferia

Desde los planos iniciales, vemos la ciudad de Córdoba como el gran obrador del que hablaba cierto intendente, pero nos damos cuenta de que el protagonista del film -así como el cuarenta por ciento de los cordobeses- somos meros espectadores.

El anillo de circunvalación, los edificios vacíos que hay que cuidar: todos espacios por los cuales se moverán los sectores pudientes de la población. Los protagonistas del film, Pedro y Juan Pablo, aparecen en sus márgenes, en la periferia, en lo que se define como la zona inmediata al exterior de un espacio.

Restelli cuenta que la película nació, primeramente, de una inquietud personal acerca de cómo era la vida de los serenos que trabajan en las obras de construcción de Córdoba de noche. “Empecé a caminar y a golpear puertas de obras hasta que me abrió la puerta Pedro en una, y empezamos a charlar y bueno, él tenía muchas ganas de conversar en ese momento y yo tenía ganas de entrevistar a un sereno. Y así empecé a visitarlo varias veces hasta que lo conocí a Juampi (su hijo) y me enamoré de esa dupla” relata, entretenido. “Me llamaba mucho la atención la diferencia de edad entre los dos y las dificultades de Pedro para poder estar con su hijo, siendo que trabaja de noche y que su hijo va a la escuela de día. Entonces, empecé a interesarme por eso”.

Pero, según el realizador, la película también está decidida desde “la periferia” porque es un film “hecho con amigos con los que compartimos un interés por el cine”. Es de la periferia, repite,  “porque es un cine de la base, un cine hecho a pulmón… pero también donde se evidencia el compromiso con el cine como un medio para canalizar una crítica a la sociedad moderna. En ese sentido, todos se interesaron por la historia de Pedro, por el escenario de la obra, la relación que tiene el personaje con el espacio. A partir de ahí, fuimos generando -entre todos- un vínculo necesario para construir esta intimidad de la que hablamos.

Por lo general, las películas intimistas están hechas solas, por una persona que hace cámara y sonido a la vez, y nosotros decidimos encararlo desde una perspectiva más grupal y eso está impreso también en la película. Los vínculos se sostuvieron a partir del compromiso grupal y por un interés de retratar este mundo. No solo la obra, sino también la ciudad de La Calera, que es una ciudad donde casi todos son obreros, una ciudad trabajadora, cuyos habitantes, muchos, trabajan en Córdoba Capital o en los countries que están entre Córdoba y La Calera.

Esta ciudad tiene una historia muy particular en relación a las canteras y siempre ha sido un pueblo trabajador. A la vez, este barrio en particular está a la vera de todo, a la vera de la sociedad, a la vera del río. Están en los márgenes de la sociedad y nos interesaba poner la cámara ahí. Por una cuestión política, pero también por una cuestión de amistad que fuimos generando con los personajes y eso hizo que el grupo se consolide. Es una expresión de un deseo del cine, de una forma de entender el cine. Una forma de entender la política de la imagen”, asegura.  

Lo que vemos, lo que nos mira

Restelli hace hincapié en que fue muy importante que la pobreza no apareciera como el tema de Construcciones: “entendemos que las personas tienen carencias estructurales, o de vivienda, o que viven de un trabajos explotadores, pero creemos que la esencia de la película es, en realidad, las relaciones humanas que se construyen y cómo Juampi va formando su identidad más allá de eso”.

Por eso, pusieron especial atención en el recorte de la imagen o en dónde tomar los planos, con la intención de no acentuar las carencias de los personajes, sino colocar la mira en sus intereses y sus deseos. En “su forma de ver el mundo”, afirma el director.

“Para nosotros, era muy importante no destacar la pobreza. Hay algo que es una carencia de sus vidas, que se las ve y que es fácilmente reconocible, y que tampoco nos interesa mucho como indagar. Nuestro interés en la película estaba dado sólo en las relaciones humanas entre los personajes y sobre las dificultades de estas relaciones humanas a partir de esas carencias, pero no en las carencias en sí mismas. Nos parecía que la película tenía que hablar de la vida que hay en este lugar y en este contexto, y de los deseos y de cómo la fuerza de seguir adelante más allá de las dificultades económicas en las que están atravesados. Pero, sin embargo, creo que hay momentos en que eso se puede ser, por ejemplo, cuando Pedro y Juampi comen un plato de arroz blanco, por ejemplo, con una lluvia de migas de pan como si fuese queso rallado. Eso evidencia esa fragilidad, pero, dentro de esa escena, pasan un montón de otras cosas. Es interesante cómo uno puede ver la relación de un padre y un hijo, los códigos, cómo se van transformando, cómo va creciendo el niño y va respondiendo al padre. Siempre intentamos resaltar la cuestión humana más que la cuestión material”.

Ficha técnica

Producción: Milagros Cabral Montejano y Pablo Cruceño
Dirección: Fernando Restelli
Guión: Pablo Cruceño y Fernando Restelli
Sonido: Francisco Fantin

Fotografía: Guido Nucci y Orlando Rossomando
Elenco: Juan Pablo Estabri, Pedro Estabri, Lucas Queirolo y Jesica Quevedo

72 minutos – Año: 2018 – Casa productora: Periferia Cine

Será proyectada el viernes 3 de mayo en el Festival de Cine Independiente de Cosquín.

*Por Redacción La tinta.

Palabras claves: Cie, Cine, Construcciones, FICIC

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