Caso Porta: “Le estamos dando la oportunidad a la Justicia de expedirse a favor de la vida de la gente”
Después de siete años de reclamos y denuncias de lxs vecinxs, el juicio contra la empresa Porta Hnos. por la contaminación y los incumplimientos de la planta de etanol, ubicada en barrio San Antonio, se acerca a su fin. Los próximos 22 y 23 de abril, se presentan los últimos testimonios en Tribunales Federales, cuya declaración será acompañada con una vigilia de 38 horas y diversas actividades para pedir la erradicación de la fábrica.
Por Lucía Maina para La tinta
Se acercan momentos decisivos en el juicio contra la empresa Porta Hnos., iniciado a raíz del amparo ambiental presentado por más de veinte vecinos y vecinas contra la contaminación generada por la planta ubicada en barrio San Antonio, que produce combustibles a base de maíz transgénico. Se trata de una instancia fundamental en relación a la defensa de la salud y el ambiente que podría sentar precedentes para toda la provincia. La causa llegó a la Justicia Federal en 2016 en el marco de una demanda iniciada contra el Ministerio de Energía y Minería de la Nación por su inacción frente a los incumplimientos legales de la fábrica de etanol y contra la empresa como co-demandada.
Lxs vecinxs de la zona sur de la ciudad de Córdoba llevan ya siete años de reclamos por las consecuencias que esta planta provoca en la salud y el ambiente: después de peregrinar por distintas dependencias municipales, provinciales y nacionales sin obtener respuestas, lograron llevar su caso a la Justicia.
Ahora, la posible resolución del conflicto está en manos del juez federal Dr. Hugo Vaca Narvaja, ante quien declararán, los próximos 22 y 23 de abril, distintos técnicos y especialistas. Estas serán las últimas pruebas testimoniales de la causa, a las que le seguirá una última instancia judicial en mayo, después de lo cual se espera que el magistrado emita la sentencia.
Así, la próxima semana se realizará una vigilia convocada por Vecinxs Unidxs en Defensa de un Ambiente Sano (VUDAS) donde participarán diversxs artistas y organizaciones para exigir el cese inmediato de actividad y la erradicación de la fábrica que procesa miles de litros diarios de etanol a base de maíz transgénico con agrotóxicos.
Según indican los relevamientos de salud realizados en los alrededores de Porta Hnos., más de la mitad de lxs vecinxs de la zona presenta enfermedades y afecciones que estarían relacionadas a los contaminantes de la producción de etanol. A esto, se suma el riesgo de explosión en la planta, lo cual podría afectar a amplias zonas de la ciudad.
Además, lxs vecinxs llevan años denunciando que la fábrica no cumple con las leyes ambientales vigentes: “Porta Hnos. no cuenta con las habilitaciones del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, no presentó el estudio de Evaluación de Impacto Ambiental ni realizó la Audiencia Pública previa a su instalación, como prevé la Ley General de Ambiente N° 25.675”, expresan desde VUDAS. Y agregan que la planta también viola la normativa municipal sobre uso de suelo.
La causa
El principal aspecto que el juez federal Hugo Vaca Narvaja debe determinar se relaciona con la ilegalidad de la empresa en relación a la producción de etanol, ya que la misma no contaría con las habilitaciones requeridas por las leyes vigentes. Es por esto que la causa involucra al Ministerio de Energía y Minería de la Nación, ya que el mismo es el encargado de autorizar y controlar este tipo de actividad.
Uno de los hitos de este proceso fue la audiencia pública que se realizó en septiembre de 2017, donde, por primera vez, lxs vecinxs pudieron expresar ante la Justicia los innumerables problemas que vienen padeciendo en su salud y en el ambiente del barrio, así como la ausencia de respuestas del Estado tanto nacional como provincial y municipal ante sus reclamos. Aunque la empresa también debía presentarse en dicha audiencia, nadie asistió a declarar en su representación.
Silvia Cruz, vecina de San Antonio y una de las amparistas de la causa, denuncia que, incluso después de que fue llevada a juicio, la empresa comenzó a ampliar su producción: “Porta hizo absolutamente todo lo que quiso en estos tres años, por eso, la Justicia tiene que ser más expeditiva. La empresa ha demostrado una falta de interés en el juicio, ellos dicen que le devuelven a la sociedad, pero a nosotros lo único que nos devolvió son enfermedades y personas muertas”.
Los testimonios
En el marco de las pruebas testimoniales que se desarrollarán en la etapa final del juicio, el día 22 de abril, declararán ante el juez el médico pediatra Medardo Ávila Vázquez y el ingeniero químico Marcos Tomassoni, dos profesionales que han intervenido en este conflicto y que, desde su especialidad, han sido testigos de las consecuencias de la planta en la salud y el ambiente.
Marcos Tomassoni, especialista en ambiente, participó como perito de parte de lxs vecinxs en los peritajes realizados en el año 2014 en las inmediaciones de la fábrica, que en su momento había ordenado el fiscal José Mana desde la Justicia Provincial y que tenían como perito oficial designado a Daniel Yorio, titular del Departamento de Química Industrial de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
El ingeniero que declarará este lunes explicó a La tinta que, por entonces, se realizaron dos instancias de medición del aire en el barrio, pero que el proceso estuvo plagado de irregularidades y estrategias para desvincular a la empresa del conflicto. En este sentido, relata que, antes de poder ver los resultados obtenidos, los peritos oficiales le solicitaron firmar un documento como una cuestión formal y que, finalmente, de allí se interpretó que Tomassoni apoyaba las conclusiones de los peritos oficiales, las cuales negaban la contaminación de Porta Hnos.
Sin embargo, al realizar su propio análisis de los resultados como perito de parte, el ingeniero encontró que diversas sustancias se encontraban muy por encima de lo permitido. Al respecto, detalló, por ejemplo, que, en la primera muestra, tomada en un día y horario calmo donde las condiciones no permitían observar la situación más desfavorable para el barrio, se encontraron en el aire concentraciones “de tolueno y xileno, que son sustancias muy toxicas, por encima de lo que requiere la Ley de Residuos Peligrosos”. Y agregó que también se detectaron “formaldehidos, sustancia que está íntimamente relacionada con el proceso de producción de etanol, en niveles que estaban 1200 veces por encima de lo que sugiere la ley”.
Sobre la información obtenida del segundo muestreo, esta vez sí realizado en condiciones ambientales que permitían detectar la contaminación, relató: “El laboratorio publica las unidades del muestreo con las letras MG, lo cual yo interpreto -como cualquier químico y como se interpreta en el sistema métrico legal en Argentina- como miligramos, y, con esa concentración, todos los valores daban por encima de la Ley de Residuos Peligrosos. Pero los peritos oficiales terminaron diciendo que esas unidades eran microgramos, lo cual disminuye mil veces a la unidad y, entonces, los resultados daban un aire muy puro. Esas fueron algunas de las estrategias usadas para desvincular a la empresa”.
Aunque Tomassoni presentó toda la información obtenida en su dictamen, una carpeta de más de 50 páginas donde se evidenciaba la violación de lo establecido por ley, el fiscal Mana consideró sólo el informe del perito oficial Yorio, que afirmaba que no existía riesgo de contaminación. El próximo lunes, se espera que el ingeniero que fue perito de parte de lxs vecinxs pueda contar esta versión de los hechos en el marco del actual juicio contra Porta.
Ese mismo día, también brindará su testimonio el pediatra Medardo Ávila Vázquez, quien, como coordinador de la Red Universitaria de Ambiente y Salud (REDUAS), ha participado en dos relevamientos de salud en barrio San Antonio en los años 2013 y 2016. El último estudio realizado en ese marco muestra un incremento en las malformaciones en recién nacidos, en la cantidad de abortos espontáneos y también en los casos de cáncer, fundamentalmente de piel.
Según REDUAS, en esa zona, hay un 28% de bebés con malformaciones congénitas, una tasa varias veces superior a la observada en la ciudad de Córdoba. Lo mismo ocurre con la incidencia de cáncer, que resulta superior a la informada por el Registro Provincial de Tumores, mientras que los síntomas de las vías aéreas y los casos de asma detectados también fueron muy numerosos. A su vez, la comparación de los dos relevamientos realizados evidencian un gran empeoramiento de las condiciones de salud de lxs vecinxs.
En tanto, el día 23 de abril declararán la Dra. Nilda Gait, la Dra. Nora Glastein, el Prof. Roberto Pepino Minetti, el Ing. Augusto Edgar Gallardo y el Sr. Francisco Brussa, convocados por Porta Hnos. La primera de ellxs, Jefa de Servicio de toxicología del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad.
Siete años de reclamos
La planta de Porta comenzó a funcionar en la zona sur de Córdoba en 1995 con la fabricación de licores y el envasado de alcohol. Pero fue a partir del año 2012 que el conflicto socio-ambiental empezó a vivirse en los alrededores, cuando la empresa amplió notablemente su tamaño para inaugurar la producción de etanol, es decir, agroecombustible a base de maíz transgénico fermentado.
Silvia recuerda que, en aquel momento, se instalaron siete torres de destilación en la fábrica y cuenta que fue en ese mismo año que empezaron a juntarse: “En 2012, comienza la lucha, las reuniones. Fue justo a la altura de Semana Santa que los vecinos nos convocamos en la calle por primera vez, por los ruidos que hacía la planta y para pedir explicaciones”.
Así, se inauguraba un proceso que incluiría marchas, festivales, reclamos administrativos y judiciales, y que, en estos días, cumple siete años sin respuestas. “Además de las consecuencias en los cuerpos y las enfermedades, están las consecuencias psicológicas y de desgaste de estos siete años. Eso no va salir en ningún informe, pero las que decidimos no vender y nos hemos quedado en el barrio, que además varias somos amparistas de la causa, lo hemos sufrido mucho”, dice Silvia. Y agrega: “Como las madres de Ituzaingó, ellas también se encuentran cansadas y abandonadas. Por más que haya muchos apoyándote, cuando los poderes son muy grandes, es como remar contra la corriente, pero hay que estar y acá estamos, llegando hasta el final”.
De entre miles de recuerdos de todos estos años, Silvia elige dos momentos que quedaron grabados en su memoria: “Uno fue en 2015, cuando estuvimos encadenadas en la Municipalidad, porque nos habían rechazado las pericias por la manipulación de la documentación que hizo Yorio; fue mirarnos a los ojos y decir ‘¿qué hacemos?’, y estar ahí, con tus vecinas, acampando. Y después, en el mismo año, cuando le cortamos las entradas a Porta y nos quedamos ahí para que no pasaran los camiones. Lo más fuerte es el momento en que te mirás con la otra, porque ya sabés que hacer: ‘¿Estás bien? ¿te sentís bien? Bueno, sigamos, todas juntas’. En esa sensación de acompañar, tu vecina pasa a ser de parte de tu familia: en tantos años, esos vínculos es lo más hermoso que tenemos”.
Los tiempos de la Justicia
Desde VUDAS, reclaman que, ante la gravedad de su situación, la Justicia debería haber sido más expeditiva y haber priorizado la salud de la población. En este sentido, el amparo presentado hace alrededor de tres años justamente buscaba exigir el cese de la actividad de la empresa para evitar que continúe el daño, en función del Principio Precautorio garantizado por la Ley General de Ambiente. “Lo que pedíamos era que se protegiera la vida de las personas”, expresa Silvia.
De cualquier manera, las vecinas expresan que mantienen viva la esperanza en relación a la sentencia: “La expectativa es que el juez deje de darle tantas herramientas legales a Porta y falle erradicando a la empresa, no de acá a un tiempo como hizo con Dioxitec, porque así como la empresa puso en unos meses toda la infraestructura que hoy tiene, tampoco le pueden dar años para que se vayan mientras la producción sigue enfermando y matando a la gente”.
“La Justicia no es más que un brazo del sistema y se equivoca muchísimas veces, si no, no hubiéramos padecido tanto, pero también puede hacer algo bueno. Nosotras le estamos dando la oportunidad a la Justicia de expedirse a favor de la vida de la gente y que realmente haga esto de velar por los derechos humanos que, hasta el momento, no lo ha hecho”, dice Silvia.
Desde VUDAS, subrayan que la sentencia de este juicio no sólo involucra a su barrio, sino que sentará un precedente frente a otros casos similares. “En este tiempo, otros vecinos llamaban por otras empresas que les han perjudicado y consultaban el camino que seguimos nosotras, porque ahora esto empieza a develarse y nos damos cuenta. El tema es que si el juez los declara inocentes y determina que la planta se queda al lado del barrio, va a quedar sentado como precedente que estas plantas son inocuas. Ahora, si declara que se deben ir y erradicar a otro lugar, entonces sí habrá hecho un bien para proteger a la gente”, concluye la referente de VUDAS.
La vigilia
Durante las 38 horas que inician el próximo lunes 22 de abril a las 10 hs. con la primera presentación testimonial y culminan el 23 de abril al mediodía, tendrá lugar en Tribunales Federales (Concepción Arenal 690) la vigilia convocada por lxs vecinxs con una serie de actividades que reunirán a diversxs actorxs sociales, artistas y músicxs en defensa del derecho a un ambiente sano y seguro.
Por el micrófono, pasarán las voces de lxs niñxs afectadxs por el impacto ambiental en San Antonio y referentes de diversas organizaciones sociales y ambientales. También se harán presentes familiares y amigos de Pablo Miranda, el trabajador fallecido en la explosión de la minidestilería (minidest) de Porta Hnos. en Weisburd, Santiago del Estero, el 15 de Noviembre de 2017.
El lunes a partir de las 17 hs., iniciarán las intervenciones artístico-musicales que contarán con la participación de Perro Verde, Paola Bernal, Juan Iñaki, Lucas Heredia, Sikuris del viento, entre otros. El “Taller de Serigrafía Ambulante” también estará presente, estampando remeras. Finalmente, el día 23 a las 11 hs., las Madres de Barrio Ituzaingó, que desde el año 2002 exigen Justicia por las víctimas de la contaminación por agrotóxicos, realizarán, como cada mes, la “ronda de los barbijos”.
*Por Lucía Maina para La tinta. Imagen de portada: Medionegro