Tiuna El Fuerte: el arte caraqueño como grito de revolución

Tiuna El Fuerte: el arte caraqueño como grito de revolución
28 marzo, 2019 por Soledad Sgarella

En medio de la guerra político-económica de EE.UU. (y sus aliados) contra la Revolución Bolivariana, un colectivo de jóvenes de Caracas mantiene en pie -y más firme que nunca- un proyecto cultural y artístico que se erige como el espacio para vivir en paz y construir una sociedad más justa.

Por Soledad Sgarella para La tinta

“Somos un colectivo político, cultural y revolucionario de jóvenes activistas del arte público, y las artes urbanas son nuestras armas de lucha y de transformación radical de la sociedad”, dicen, con una lucidez envidiable.

Así se presentan, así hacen, así planifican, así son. Así festejaron los carnavales hace unas semanas, plagando de una multitud de fuerza y alegría las calles caraqueñas.

En una coyuntura en que Venezuela atraviesa una operación de desestabilización impulsada por Estados Unidos, sus países aliados en América Latina y la oposición venezolana, los y las jóvenes chavistas no aflojan, y, con el arte como bandera, resisten las embestidas del imperio.

Tiuna El Fuerte nació en 2005 y se presenta como un colectivo de colectivos. Explican que “aquí hacen vida colectivos aliados desde el uso de espacios para prácticas artísticas, producciones artísticas, formación artística, proyectos conjuntos y apoyo entre proyectos. Partimos del respeto a la autonomía, historia y trayectoria de cada colectivo, por lo cual su participación en El Tiuna es desde sus propios intereses, prácticas e identidades”.

Miqueas Figueroa es filósofo y es parte del Tiuna, espacio que se define como “público, alternativo, que contribuye con la construcción de una ciudad más justa y que favorezca el encuentro, la expresión, la formación crítica, la politización, la recreación e inclusión socio-cultural de todxs, pero, sobre todo, de lxs jóvenes de clases populares”.

En diálogo con La tinta, y en relación al rol del arte en el contexto de guerra que viven, contó:  “Vivimos una guerra económica, política y psicológica, y el arte en estos tiempos es una manera de encontrarnos alrededor de otras cosas, de otras lógicas. El arte también es un espacio para parar la guerra y practicar vivir en paz». 

Tiuna, al igual que todos en el país, ha vivido la guerra intensamente, pero Tiuna es un espacio de construcción de futuro y esos espacios deben existir. Es un espacio donde respirar otros aires, es un espacio para pensar lo que viene, es un colectivo que practica la creación de espacios de respeto, es una universidad donde producimos sentidos, narrativas, maneras de vivir la ciudad, maneras de producir la vida”.

Marianny Alves es una de las integrantes de Códigos Libres, uno de los colectivos que “hacen parte” de Tiuna.  “En esta voraz guerra encubierta, que afecta los ámbitos más estructurales e íntimos de la vida, “tiunaaaaa” es nuestro grito de guerra y revolución” , le cuenta a La tinta.

“Tiuna fue un cacique, un cacique que luchó en la independencia de Venezuela junto con el Cacique Guaicaipuro. Era el comandante de las fuerzas, digamos, del ejército indígena, que estuvieron en Caracas y que defendieron el Valle de Caracas. Y, justamente, Tiuna El Fuerte está en una zona -en una parroquia- que se llama El Valle, que queda ahí en la ciudad, como hacia la zona sur y es una zona de sectores populares y de muchos barrios de clase media también, y el Centro Cultural está enfrente de la zona militar más importante de Caracas.

Nosotrxs siempre decimos así, que bueno, que Tiuna El Fuerte es caribe, es tropicaribe: es decir, es tropical y caribeño, y, en ese sentido, también tiene que ver con los caribes que eran las fuerzas indígenas o la tribu indígena que defendió nuestra ciudad.

Caracas es un gran valle y, justamente, la Parroquia El Valle, como te decía, la zona donde está el Tiuna, es todo un cinturón que es lo que llamamos cordillera de la costa y es donde termina -o donde empieza- la Cordillera de los Andes, cordón que nos une como hermanxs latinoamericanxs. Detrás de eso, está el mar y, por lo tanto, es y era una parte muy importante desde el punto de vista político y geoestratégico, en la defensa contra la conquista”, agrega Marianny.

Tiuna El Fuerte tiene, por si fuera poco, un edificio imponente, con un diseño arquitectónico digno de su nombre, que explota de color y de contemporaneidad en pleno valle caraqueño.

Ante la pregunta de cómo se está sosteniendo el espacio ahora, Miqueas dice que “primero, al Carnaval logramos hacerlo gracias a una campaña que hicimos entre amigos y amigas de distintos países, y aportes de materiales y comidas que pusimos las escuelas y el parque. Segundo, arrendamos espacios en el parque para sostener las actividades sociales y de entretenimiento. Tercero, las Unidades Productivas (UP!) que hacen vida en el parque, hacen aportes económicos y de fuerza de trabajo para poder desarrollar las distintas actividades que se realizan y mantener las instalaciones en el mejor estado posible. Cuarto, debido a la guerra en que vivimos, nos toca autogestionar el 100% de nuestras acciones, es decir, no recibimos aporte de instituciones públicas o privadas”.

La guerra intenta romper todo, pero el chavismo no admite dobleces. Las fotos de los carnavales caraqueños lo dicen todo. “Carnaval es diversidad, es fiesta, es en la calle. Lo organizamos junto a las escuelas, secundarias y prescolares”, aclara Miqueas. “Fue una movilización donde estuvimos todas, respetándonos, riéndonos, mirándonos, alrededor de la música y los disfraces, en torno a los bailes. ¡Nos dimos una chance a pasarla bien!  No fue una marcha en contra, fue una fiesta a favor; fue en nuestro barrio, ese barrio que queremos que sea el más chévere del mundo, el más agradable, el más amable, el más fiestero y sonriente”. 

*Por Soledad Sgarella para La tinta. Fotos: Ances Días y Alexi Parra.

Palabras claves: Códigos Libres, Tiuna El Fuerte, Venezuela

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