La interferencia entre una y todas

La interferencia entre una y todas
28 febrero, 2019 por Gilda

Íntima Interferencia es una obra tragicómica dirigida y protagonizada por mujeres que tensionan, en escena, tópicos de la teoría queer con referencia a la historia social y cultural que configura a los cuerpos. Sin anestesia, expone deseos, debilidades y fortalezas de aquellas que se preguntan de dónde vienen y a dónde van, y que entienden que lo personal es político. Una obra de teatro necesaria y contemporánea en tiempo de violencias y revoluciones. 

Por Florencia Straso para La tinta

Tras un año y medio de producción, Íntima Interferencia estrenó en noviembre de 2018 y logró materializar una serie de lecturas que conectan la infancia, la adultez, la vida y la muerte de mujeres que nacen y crecen en un mundo que no les enseñó a ser agresivas. Sin embargo, descubren que el entorno está corrompido y, en consecuencia, aseguran: “estamos corrompidas también”. La obra podrá verse todos los domingos de abril en Teatro La Cochera, con entrada libre y salida a la gorra.

La obra es dirigida por Agostina Ferreyra, protagonizada por Ana Linder, Constanza Gatica, María José Brizuela, Yamila Agüero y musicalizada en vivo por Fe y su violín. El equipo tiene el girl power necesario para situarnos desde la primera persona -femenina y plural- en espacios incómodos e intimidantes, en donde ser está ligado a cuentos de hadas, amores extremos, chongos, danzas y versos en un marco minimalista cuyos bordes insinúan cuerpos no heteronormados, marginados, empoderados y atrevidos.

En poco menos de una hora, Íntima Interferencia conjuga en opuestos la fuerza y la fragilidad de existir, y les habla a todas: a las feas, a las putas, a las que tienen testículos, a las brutas; incluso, le habla (sostenidamente) al varón, al macho, al chongo. Pum! Con la crudeza queer invocada por textos de Paul Preciado y Virgine Despentes; con la filosofía tácita de autores como de Slavoj Žižek y Michael Foucault; la dramaturgia y la poética de autores como Angélica Lidell, José Sbarra y Rodrigo García, y el film Las Margaritas (1966); las protagonistas nos sitúan en ese punto empático de interferencia donde descubrimos que lo que somos y sentimos deviene del ADN cultural, va por dentro, nos circula, nos habita, nos condiciona… pero también nos libera.

En tiempos en donde las noticias anuncian la muerte de una mujer por día en manos de un varón, Íntima Interferencia muestra la violencia sistemática y naturalizada que, descorazonadamente, toma a los cuerpos de las mujeres como objetos desechables en nylon, violables y asesinables. Ironizan: ¿estamos para eso? Y, aunque ellas lo sepan, no actúan como víctimas, sino como libertarias de su condición.

Aún estamos naciendo

Lo trágico y lo cómico se combinan al punto de movilizar la memoria poética (como la llamó Milan Kundera), aquella memoria que –aun desconociendo los motivos- se sabe empática y verdadera, y, desde allí, revela un pasado que no es sino futuro, un futuro que les pertenece. ¿Cómo les pertenecerá? De la miseria a la abundancia, se pasea con elegancia cuando las protagonistas destruyen lo que les enseñaron, cuando integran al centro los elementos del margen y ponen en palabras estadios, emociones, deseos y reacciones que arrancan las pieles viejas para devenir otras.

La realidad y la intimidad hacen interferencia cada vez que salen a escena.

Íntima Interferencia. Todos los domingos de abril a las 21:30 hs. en Teatro La Cochera (Fructuoso Rivera 541), con entrada libre y salida a la gorra.

*Por Florencia Straso para La tinta.

 

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