Tejedoras femininjas, siguiendo el eco de una memoria
Tejiendo Feminismos es el proyecto que invita a la realización colectiva de la bandera tejida -en verde campaña- más grande que exista para el próximo Encuentro Nacional de Mujeres. Arte, política y técnicas ancestrales en una convocatoria multitudinaria que nos llama a encontrarnos intergeneracionalmente en esta lucha que cada vez es más contundente.
Por Soledad Sgarella para La tinta
Daniela Zapata, María del Mar Gelabert y Victoria Zapata son las integrantes de Tejiendo Feminismos, un colectivo formado a partir de una charla de amigas que se sentaron a soñar y a divagar -como dicen ellas- frente a un contexto que cada vez se nos pone más cuesta arriba en varios planos.
Con la meta de visibilizar, conectar y articularnos, las ganas de hacer se transformaron en una convocatoria artivista que hibrida al tejido (como parte del mundo del arte y concebido como ese oficio ancestral que históricamente ha sido un espacio puente para encontrarnos, enseñarnos, escucharnos, respaldarnos) con el activismo político feminista y la organización comunitaria.
¿Qué propusieron para hacer de este quehacer confinado a lo doméstico una práctica artística y política? ¿A qué están invitando para agarrar las agujas en clave feminista?
La llamada es para armar la bandera feminista más grande del mundo para el próximo Encuentro Nacional de Mujeres, a través de unir cuadrados tejidos de 20 centímetros por 20 centímetros, del inconfundible verde campaña, y con frases feministas o nombres de víctimas de femicidio.
“Nuestra herramienta principal es el trabajo manual de tejido a crochet y dos agujas, el cual representa y convoca a miles de mujeres a unirse a un colectivo de acción artivista cuyos objetivos son la visibilización, sensibilización y articulación de redes de mujeres tejedoras” dicen en la invitación.
La tinta charló con ellas para conocer más de este proyecto que no para de crecer y que tiene, además, una plataforma de trabajo en redes muy activa y super pedagógica con tutoriales y mapas interactivos.
—¿Por qué pensar en una bandera tejida? ¿Qué sentidos son los que sobrevuelan esto de “tejer”?
—María del Mar: Bueno, primeramente decidimos hacer una bandera porque sabemos que es una figura simbólica, que generalmente se emplea como una insignia. Nosotras queríamos de alguna forma hacer alguna intervención artivista que genere impacto, impacto visual. Por eso decidimos una bandera, y a la vez que fuera realizada por todas y todes. ¿Qué mayor representatividad que tener un pedacito en esa gran bandera hecha por tus propias manos?
¿Por qué tejida? Mirá, yo soy tejedora desde hace mucho tiempo, muchos años. Muchos, muchos. Y hace un par de años con una amiga fundamos la Asociación Civil Abrazos de Pulpitos, en el que hacemos pulpos tejidos al crochet y los donamos a las neos. Esos pulpos son una intervención terapéutica para los bebés prematuros ya que al hacer contacto con el formato que tienen los tentáculos del pulpo les alivia todo el estrés que les puede ocasionar haber salido prematuramente del útero de su mamá. En base a eso conocí lo que es el tejido solidario, conocí la solidaridad que desprende tejer para alguien.
Como contamos en un documento compartido en redes, Cecilia Vicuña afirma que el uso de la palabra tejer tiene el caso preciso “del antiguo lenguaje de los Andes en Quechua, donde tejer quiere decir iluminar, palabra que en religión significa conocer la verdad”. Es decir, hace referencia a tejer las relaciones del conocimiento bajo una base ancestral y de herencia que se refiere a el texto, el tejido de las palabras. En Quechua la palabra tejido significa identidad y reconexión, y entendemos que existen y existieron diversas culturas que utilizaron la palabra Tejer y Tejido con el fin de referirse específicamente a la función de unión, de conocimiento e identidad. El tejido es un texto que nos habla en un lenguaje de conexión, el cual hemos perdido. La única manera que tenemos de recuperarlo, dice Cecilia Vicuña, es establecer de nuevo las conexiones a través, de nuestra propia intervención, siguiendo el eco de una memoria. Creímos que era muy oportuno para lograr nuestros fines poder contar con las manos prodigiosas de las mujeres en elaborar esta bandera. Además el tejido es un arte ancestral, es un saber heredado por casi todas las mujeres… alguna mujer de la familia siempre sabe tejer. Convoca a muchísimas mujeres porque es un lenguaje que nos conecta de alguna forma y de eso se trata este movimiento, este colectivo de establecer nuevas conexiones con nuestra propia intervención. Buscamos seguir a través de esto, como decíamos, el eco de una memoria. También consideramos esencial crear experiencias, espacios de encuentro entre mujeres diversas… para poder trabajar juntas, para contribuir a una igualdad real de mujeres. Nos parece que tener nuestros propios espacios para encontrarnos es fundamental, conocernos,compartir nuestras visiones diferentes. Todo eso es positivo, nos enriquece. Nos hermana y nos empodera.
Y eso es lo que queremos, que nos vean, de una buena vez. Acá estamos, queremos decir esto: acá estamos para luchar por las que no están. Por las que no estuvieron en su momento pero ahora nos tienen y por las hermanas que van a venir.
—¿Cómo se les ocurrió esta iniciativa? ¿Venían trabajando juntas?
—Victoria Zapata: Tejiendo Feminismos nació en una charla de amigas en un almuerzo. Estábamos con Mar, justamente charlando, analizando, cómo estamos viviendo la situación económica, política, social, no solamente Argentina si no de toda la región, en donde hay un avance muy marcado en las ideas neoliberales, conservadoras, de derecha y la pregunta era qué hacemos.
Como dijo Mar, nos atravesaba una cuestión que tenía que ver con hacer algo concreto y que sea bien visual. Con contundencia. Divagamos… era un almuerzo de amigas. Más allá del análisis más serio que podíamos hacer de la situación, salió pensar en una bandera gigante. Primero el divague era esto en sí mismo. Entre idas y vueltas, otra cosa que también salía recurrentemente era que cualquier cosa que hiciéramos tenía que ser hecha por todes.
Después de esta charla, enseguida se nos vino a la cabeza llamar a mi prima, a Dani, porque ella es trabajadora social, es militante feminista y labura con esta temática hace muchísimo tiempo y nos iba a aportar una mirada mucho más integral de todo esto que estábamos pensando. Al otro día, le cuento y le encantó y así surgió y ha superado nuestras expectativas, muchísimo.
Pensábamos, y pensamos y sostenemos, que la herramienta primordial de lucha que tenemos tiene que ver con la sororidad organizada y con la sororidad organizada en términos políticos ¿no?
—Entonces artivismo: cruzar arte, política. Activismo artístico.
—Creemos mucho que lo personal es político, que la vida y todas nuestras prácticas cotidianas están atravesadas por relaciones de poder, y por eso es político. Entonces pensando en esta idea, de la transformación a partir del movimiento de las bases, fue que dijimos cómo hacemos para hacer una bandera con estas características, es decir, hecha por todes.
Mar, que es tejedora -y es una gran tejedora- dijo la podemos tejer, podemos hacer los cuadrados y lo unimos. Qué más oportuno que eso: cada une que ponga un pedacito a esta bandera. Y de repente, aquello que había estado siendo realmente un divague, comenzó a tener otro cuerpo, a hacerse más serio y nosotras a preguntarnos ¿por qué no? ¿por qué no podemos hacer esto? Estaría buenísimo.
Y después poder agregarle el nombre de las compañeras que ya no están, porque en este país somos un número. No hay un registro único de mujeres que han sido víctimas de la violencia machista donde aparezcan nombre y apellido. En los informes que buscás, hay números, hay estadística… Y no lo somos. La idea también es poder visibilizar esta cuestión: somos mujeres, con nombre y apellido, tenemos familias, tenemos historias. Estas mujeres que ya no nos acompañan tenían una vida, gente que las amaba, y a esto hay que ponerle luz, y hay que ponerle nombres a estos números, que son un montón, nombre y apellido.
También surgió la posibilidad de poner frases. Nombres bordados en cuadrados tejidos para tejer esta memoria colectiva, como decimos. Pongamos frases que nos representen. Que representen al feminismo, a los feminismos. Porque está esta cuestión de la diversidad también: dentro del movimiento feminista sabemos que bueno, que hay muchos cruces. Lo que caracteriza al movimiento tiene que ver con el pensamiento crítico, con lo cual va de suyo que va a haber cruces y que va a haber divergencias y está buenísimo, porque nos caracteriza como movimiento super transversal donde no tenemos representantes hegemónicas, vamos a decir.
Toda esta diversidad también sentimos que tenía que estar plasmada en algo único, y justamente en algo que nos constituya como un todo. Un todo formado por esta diversidad, y nos cerraba la bandera por todos lados.
—En uno de los posteos hacen referencia a las “abuelas femininjas”, el tejido tiene esto ¿no?: unir intergeneracionalmente a las mujeres desde siempre.
—La conexión intergeneracional es maravillosa. Justo acabamos de postear una foto que nos mandaron donde está la madre, Carolina, y la hija, Valentina, tejiendo juntas sus cuadrados.
Y el tejido tiene que ver con esto: genera una articulación de mujeres, genera esta articulación de mujeres de todas las edades, de todos los lugares. Eso es lo maravilloso. En nuestras redes participan mujeres de 80 años que son abuelas, que aparte, digamos, hay todo un movimiento que se generó en las mujeres más grandes. Primero esta cuestión de volver a agarrar las agujas, muchas nos cuentan que tejieron o tejían y así encontraron la posibilidad de poder agarrar las agujas en clave feminista, ¿no? Como una herramienta de lucha. Volver a agarrar las agujas para crear algo nuevo a nivel simbólico, para crear una realidad nueva digamos.
Creemos que hay una cuestión de revalorizar el tejido, esa sensación de poder revalorizar algo, esa práctica… mirá, muchas veces, muchas de las críticas que nos han hecho son: ¿Tejer? A eso te manda al patriarcado, a tejer.
Y nosotras también decimos: No, pará, primero que no siempre es así. Segundo, si esta es una práctica patriarcal, o se entiende como una práctica patriarcal, lo que queremos hacer es tomamos esto y lo resignificamos, lo revalorizamos en clave feminista. Y está re bueno.
La verdad que madres, hijas, primas, tías, abuela con la hija y con la nieta. Es ese espacio de unión, es ese momento de unión, que es todo. Porque es super trillado, pero claramente la unión hace la fuerza. No hay otra manera de conseguir la transformación si no es a partir de la organización, de pensarnos colectivamente. Desde las pequeñas, pibas, hasta las abuelas que ya han vivido en este sistema de mierda durante tanto tiempo y han resistido tanto y también tienen tanto para transmitirnos. Entonces me parece que también es eso: Tejiendo Feminismos es todo esto.
—Para terminar y hacerlo local: ¿dónde es el punto de recolección en Córdoba?
—Nosotras tenemos un listado y un mapa interactivo, donde están todos los puntos de recolección. No publicamos ni teléfonos ni direcciones… más allá de que esta es una iniciativa sorora, la realidad es que nunca sabemos quien puede llegar a estar o tener otras intenciones y creemos que es un modo de cuidarnos entre todes, entonces lo que publicamos es el mail. Así queda constancia de que esas personas se van a encontrar, para que acuerden un lugar público para que le den los cuadrados.
En Córdoba:
Paola Pelaez, Agua de Oro – pelaezpaolasl@gmail.com
Yael Funes (Fundación Lis Grisel Funes), Córdoba Capital- funesyael@gmail.com
Carys Alfonzo, Córdoba Capital – @kal_leufu_tejidos /carysalfonzo@gmail.com
Natalia Tedeschi, Córdoba Capital – natalia_te@hotmail.com
BBQ, Córdoba Capital – bbqhandmade@gmail.com
Eugenia Fernandez, Villa María – meugeniafernandez@gmail.com
*Por Soledad Sgarella para La tinta. Fotos: Tejiendo Feminismos.