La mujer, de especial y colorida presencia, decorada de pies a cabeza con ropa y tejidos de los pueblos originarios, se convirtió en la primera senadora lesbiana visible en el país de México.
Por Fabiana Cruz para La Nota Tucumán
Actriz, dramaturga, directora de teatro, maestra, artista de performance, cantante, feminista, activista y abiertamente lesbiana.
Mujer-arte.
Ella es María de Jesús Rodríguez Ramírez, o mejor dicho Jesusa Rodríguez, quien hace resistencia de manera muy creativa hasta con su propio nombre.
“Cuando era niña, me dijeron que era autista. Entendí ‘artista’ y por eso dediqué mi vida a esto”, ha dicho en varias ocasiones.
La mujer, de especial y colorida presencia, decorada de pies a cabeza con ropa y tejidos de los pueblos originarios, se convirtió en la primera senadora lesbiana visible en el país de México. Visible ya que posiblemente otras políticas lesbianas han estado en el poder sin necesariamente asumirlo públicamente.
Pero Jesusa se autodenomina contra-sexual, ¿qué importa ser mujer, hombre, homosexual, bisexual? Se preguntó en la televisión mexicana. Y es que hay quienes se atreven a cuestionar el amor entre las personas cuando este no encaja con sus valores éticos y prehistóricos adquiridos. Rodríguez considera que, de todas maneras, la visibilidad lésbica es de suma importancia para combatir los prejuicios que se encuentran muy presentes en la sociedad.
Rodríguez ha luchado siempre desde el arte. La marginalidad sexual, política y económica son los asuntos que han inspirado todo su trayecto y su posición insurgente ante el mundo, bajo el anhelo de un lugar más justo, libre y feliz para todxs. Sus obras han cuestionado el papel de la mujer en la historia, y con sus montajes, se propuso también darles una revalorización a las enseñanzas de los pueblos originarios desde un lugar de reflexión crítica y también desde un orgullo aseverado.
La proyección escénica se vio siempre caracterizada por la estética visual, la decisiva presencia musical y el infaltable humor irónico. Las risas que ha provocado con su talento han permitido poner en crisis muchos valores sociales, así como también, evidenciar el grave y corrupto sistema político mexicano.
Por mencionar solo algunas de sus obras más destacadas: “¿Cómo va la noche Macbeth?” (adaptación de Shakespare), “Trece Señoritas” (donde representó a Frida Kahlo), “Donna Giovanni” (adaptación de Mozart y Da ponte, Jesusa lo enfocó fundamentalmente hacia el lesbianismo), “Cabaret prehispánico: cielo de abajo”, “Sor Juana en Almoloya”, “El derecho de abortar”, entre otras.
En 1979 conoció a Liliana Felipe, la cantante argentina que debió exiliarse en México tras la dictadura militar. Se casaron en el 2010 luego de que se aprobara la ley de matrimonio igualitario en la Ciudad de México y continúan hasta el día de hoy siendo compañeras y cómplices.
En el año 80, abrieron el bar “El Fracaso”. Pero el gran logro fue en el 90, cuando ambas restauraron el ruinoso y legendario “Teatro de La Capilla” que le había pertenecido al intelectual Salvador Novo, y sobre el cual levantaron el bar-teatro “El Hábito”. Durante 15 años de inalcanzable trabajo, Jesusa dirigió más de 320 espectáculos y el lugar funcionó como un laboratorio y espacio alternativo que reunió a destacadas personas provenientes del teatro y la música. Fue también el escenario que rescató del olvido a la cantante Chavela Vargas.
Entre el año 2001 y 2004, Jesusa estuvo a cargo de 17 talleres de “Empoderamiento para mujeres indígenas y campesinas” y cuatro talleres de “Renovación de la masculinidad para hombres indígenas y campesinos”. En el 2005 y luego de un exitoso trabajo en “El Hábito”, Jesusa y Liliana dejaron el bar para dedicarse enteramente a la actividad política y a la lucha feminista.
Ambas crearon una canción de protesta debido a las problemáticas sociales de su país, pues querían crear nuevas consignas que apostaran a anular la indiferencia social y que invitaran las personas a las manifestaciones que estaban teniendo lugar. “Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”, reza el estribillo. La canción se convirtió en el himno de la resistencia popular contra el Golpe de Estado en Honduras (2009) y luego devino en un canto muy significativo y representativo de las luchas sociales en las calles.
Actualmente, Jesusa Rodríguez estará reemplazando en el senado a Olga Sánchez Cordero, que tiene licencia indefinida para poder ejercer como secretaria de gobernación y acompañar a Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente de México desde el 1 de diciembre. Rodríguez, no duda en apoyar al presidente y en afirmar que seguramente será el mejor gobierno de los últimos 80 años.
La sola presencia de Jesusa en la política irradia una esperanza feminista, un escenario inminente de emancipación y un símbolo de orgullo extraordinario.
NOS TIENEN MIEDO
Jesusa Rodríguez y Liliana Felipe
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos
porque no tenemos
porque no tenemos miedo.
Están atrás
van para atrás,
piensan atrás,
son el atrás,
están detrás de su armadura militar.
Nos ven reír,
nos ven luchar,
nos ven amar,
nos ven jugar,
nos ven detrás de su armadura militar.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos miedo.
Nos tienen miedo porque no tenemos
porque no tenemos
porque no tenemos miedo.
¡NO TENEMOS MIEDO!
¡NO TENEMOS MIEDO!
¡NO TENEMOS MIEDO!
¡NO TENEMOS MIEDO!
¡NO TENEMOS MIEDO!
*Por Fabiana Cruz para La Nota Tucumán.